Los perros que viajan en tren en Japón normalmente tienen que hacerlo en su jaula de transporte. Sin embargo, el sábado tuvieron la oport...
Los perros que viajan en tren en Japón normalmente tienen que hacerlo en su jaula de transporte. Sin embargo, el sábado tuvieron la oportunidad de ponerse cómodos y disfrutar del paisaje a bordo de un vagón reservado para ellos en un tren de alta velocidad.
En la estación de Ueno en Tokio, 21 pasajeros con cuatro patas embarcaron en un vagón especial del Shinkansen para un paseo de una hora con sus dueños, hasta la ciudad turística de Karuizawa.
"Nos divertimos", asegura a la AFP Yukari Seino, de 48 años, acariciando a su chihuahua de siete meses, llamado Chobi, cómodamente sentado en su regazo.
"Hemos viajado mucho juntos, pero me sentía mal por tener que ponerlo en una jaula", continúa.
"Es como si estuviéramos en casa. Estoy feliz de poder tomar el tren sin preocuparme por él", añade Yoko Okubo, de 39 años.
Entre los viajeros caninos embarcados para inaugurar estas "vacaciones para perros" propuestas por el grupo Japan Railways (JR), se encontraban pomeranias, un fox terrier y un juguetón Shiba con orejas puntiagudas.
JR East y su filial JR East Start Up organizan este proyecto piloto, que cuenta con un vagón completo.
Los perros están permitidos a bordo del Shinkansen pero deben permanecer encerrados en su jaula de transporte y el peso, incluida la jaula, no debe superar los 10 kg.
Los promotores del proyecto desean organizar otras excursiones para canes, explica a AFP una responsable de la filial, Shino Furukawa. "Hemos recibido varias solicitudes de clientes que desean un momento cómodo con sus perros a bordo del tren", prosigue.
"Queremos crear un ambiente que permita a las personas estar en armonía con sus mascotas, que son parte de la familia. Es un gran paso adelante para que existan concretamente transportes en los que los animales sean bienvenidos", destaca.
Los trenes japoneses son conocidos por su limpieza y uno de los mayores desafíos es mantener esta reputación inmaculada, insiste.
El personal cubrió con plástico todos los asientos e instaló cuatro purificadores de aire en el vagón, que se limpiará completamente después del viaje para eliminar el menor rastro de pelo de perro
