Sobre el camino Benjamín Bojórquez Olea. El cargo dura tres años, pero la vergüenza es para toda la vida y eso lo deberían de e...
Sobre el camino
Benjamín Bojórquez Olea.
El cargo dura tres años, pero la vergüenza es para toda la vida y eso lo deberían de entender los integrantes de la gran mayoría del grupo parlamentario de Morena y su coalición de la LXIII Legislatura local, que están a nada de pasar a la historia como una Legislatura perdida y quizá una de las peores en la historia en Sinaloa. Tras semanas pasadas, los señores en su mayoría de Morena, esos que cobran como Diputados, perdieron una semana más de los casi dos años que llevan como legisladores en su lucha intestina por defender sus respectivas parcelas de poder y, de paso, cobrar facturas y lograr ganancias políticas personales, pero de su obligación por legislar mejor ni hablamos. El diputado “NERD” y presidente de la Comisión de Fiscalización, Marco Zazueta, no deja de deslumbrarnos con su poca capacidad para brindar certeza técnica y jurídica a las aprobaciones de las cuentas públicas, y qué decir de la líder de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local en Sinaloa, Graciela Domínguez Nava, dos legisladores con actitudes retrógradas que solamente han caído una vez más en la ilegalidad, en el encono e irresponsabilidad legislativa, que durante en este proceso de observaciones a las cuentas públicas del ejecutivo estatal ya finalmente aprobadas y de alcaldes que continúan en suspenso por sus respectivas aprobaciones a sus cuentas públicas, pues llevan un proceso legal y de tiempo, por ello estos angelitos de la caridad no leen y mucho menos se cultivan para dar un diagnostico legal y creíble de su propia autoría, indicando pues, que todo lo que no lleve su nombre y apellido es rechazado por default, sin una investigación previa legal, que permita defenderse de forma responsable, ya que la misma ciudadanía no cae en su juego, pero para esta 4T existe un cierto sector que todo lo cree, pero de lo que no se fijan estos amantes de la transparencia es el tamaño de las consecuencias que en ello implican sus acciones y actitudes responsables dentro del recinto legislativo. Por ello desahogar temas esenciales y hasta de avanzada, pero las posiciones maniqueas del grupo parlamentario de Morena en su mayoría mantienen secuestrado la credibilidad constitucional y el quehacer parlamentario impidiendo se concreten las tareas legislativas. Esta horda de congresistas tiene responsabilidad de ello; acusar solo al adversario es fácil, pero muy irresponsable al hacerlo de forma ilegal. Esta Legislatura, la primera de la Cuarta Transformación en su dominio legislativo, podría pasar a la historia como una Legislatura perdida, porque hasta ahora no hay ni reformas constitucionales ni legales que se consideren de avanzada, que incidan en modificar al Estado de derecho, pero mucho menos de ayuda y apoyo social, al cual es su tarea, pese a que tienen recursos para aventar para arriba, como ninguna otra plataforma. ¿Entonces que hacen estos legisladores morenistas dentro y fuera del congreso local? Considero que nada, iniciativas presentadas por otras plataformas políticas ajenas al proyecto de la 4T están paralizadas, el motivo es, de que no obedecen a sus intereses, sin impórtales siquiera el valor que tienen para la sociedad sinaloense. Le queda poco al mandato de los actuales diputados y las iniciativas presentadas siguen en sueños, que, por supuesto no han sido ni revisadas por los presidentes de las distintas comisiones que rige el congreso, por lo menos en su mayoría, ni mucho menos leyes o reformas aprobadas, las han hecho mal; ahí están los vetos que siguen si superarse. Pero ante los exiguos, por no decir nulos resultados, uno se pregunta: ¿No sería mejor reducir el número de congresistas y quedarnos con menos congresistas? Un tema que ya ha sido tocado y arreglado a modo legalmente hablando, pero aquí nace el interés colectivo no solo por la búsqueda de una posible reelección sino de los que ya forman parte del erario público tan remunerado, por cierto. Morena en el congreso insiste en una cultura política de encono y sin ningún tipo de beneficio tanto en lo político como en lo social. Sin duda alguna debe de preocupar la lentitud con la que está trabajando el Congreso del Estado. A la fecha se acumulan 774 iniciativas en la congeladora, que lejos de disminuir sigue creciendo. Se trata de una productividad muy preocupante y a la baja, ya que si tomamos en cuenta el presupuesto del Congreso del Estado cada nueva ley o reforma de ley le cuesta a la sociedad un alrededor de 19.5 millones de pesos, lo que significa que el Congreso del Estado le sale muy caro al pueblo de nuestro querido Sinaloa.
GOTITAS DE AGUA:
Aquí es muy importante que lejos del costo o beneficio, los demás grupos parlamentarios y principalmente de Morena reflexionen el daño colateral que ocasionan con su intestina lucha política y mediática a la que son objeto capciosamente otras plataformas de ideologías distintas, que técnicamente y con diálogo y respeto piden formalidad a los tiempos y, sobre todo la legalidad vaya como principal ingrediente en el recinto legislativo, ya que revertir esta situación, trabajando conjuntamente y mediante el diálogo, para acordar propuestas que modernicen el marco jurídico que requiere el desarrollo de Sinaloa. “Nos vemos Mañana”…