Una joven de 21 años conoció a un hombre de 56 y quien recientemente había salido de prisión. Ambos querían mudarse de ciudad pero el niño r...
Una joven de 21 años conoció a un hombre de 56 y quien recientemente había salido de prisión. Ambos querían mudarse de ciudad pero el niño representaba un "obstáculo" en sus planes
“Asfixiamos a mi hijo con una frazada. Después mi pareja le cercenó la cabeza y abandonó sus restos”, esta es tristemente la macabra confesión realizada por una joven madre originaria de Lima, Perú, tras haber matado a su propio hijo.
La policía de la capital inca detuvo a Elsa Salvatierra Contreras, de 21 años, y a su pareja Pacco Montes Urbano, de 56 y quien cuenta con antecedentes penales, luego de haber sido señalados de que juntos, habrían matado al hijo de 3 años de la mujer.
Los primeros informes de las autoridades que investigan el caso recogen que luego de ser detenida, Salvatierra aceptó haber acabado con la vida del niño porque este “era un obstáculo para su vida con su nueva pareja”.
La joven madre, quien fue detenida en un cuarto de un hostal, tras haberse dado a la fuga junto con Montes, se puede ver en la grabación con una actitud muy fría, evadiendo las interrogantes de la policía, pero terminó aceptando su culpa en la comisaría.
La mujer contó a los agentes que conoció a Montes hace unas semanas, luego de que él salió de prisión tras purgar condena por delito de violación sexual en agravio de una menor. Iniciaron una relación e hicieron planes para ir a trabajar a otra comunidad, lejos de su hogar.
Salvatierra declaró preliminarmente ante los agentes que Montes le hizo saber que el hijo de ella era un obstáculo para sus planes, por lo que le sugirió vender al niño, pero se negó. Fue entonces cuando el hombre le propuso matar al menor y terminó convenciéndola, llevando a cabo el crimen el pasado 5 de septiembre.
La desalmada madre explicó que entre ella y Paco asfixiaron al menor con una frazada. Luego se cercioraron de que ya no respirara y Montes lo decapitó; colocó los restos en una bolsa y los lanzó a un terreno baldío.
Por su fuera poco, la pareja de esta mujer visitó hace un par de días a sus hijos y les contó de su relación con la joven 35 años menor que él y que le preocupaba un poco porque ella había cometido “algo terrible”, sin dar mayor especificación, y que había dejado evidencias en su casa que podían involucrarlo.
Los hijos le pidieron que acudiera de inmediato a la policía para dar fe de lo ocurrido y evitar malos entendidos, sobre todo porque acababa de salir de la cárcel; sin embargo, en sus declaraciones, cayó en contradicciones y terminó aceptando su participación en el crimen.
