Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Como previmos en esta columna con razones muy obvias y evidentes, Sinaloa volvió al semáforo naranja...
Juan Manuel Partida Valdez
Como previmos en esta columna con razones muy obvias y evidentes, Sinaloa volvió al semáforo naranja en la pandemia, por relajamientos innecesarios que pusieron en peligro la salud y la vida de miles de personas.
Ese lavado de manos y absurdo pretexto gubernamental de confiar que el pueblo se cuidará solo, en evasión de las obligaciones que se tienen en materia sanitaria.
Las consecuencias las tenemos con el regreso al riesgo alto y con un incremento en el número de contagios y muertes por covid.
Nos llegan reportes directos de familiares de fallecidos por el virus que nos señalan de actas de defunción tramposas que establecen una causa diferente a la del virus.
La necedad de un engaño criminal que alimenta en no pocos ciudadanos la falsa creencia de que nos podemos relajar porque los peligros son menores y hasta inexistentes.
Sin que falten los orates al estilo de Paty Navidad, en el supuesto de que la pandemia es un invento mundial con propósitos perversos.
En el regreso al color naranja, la aceptación forzada de la negada realidad.
Lo mismo con la suspensión durante once días de los partidos de la Liga Mexicana del Pacífico.
La pregunta es cuántos ciudadanos y cuántos jugadores se contagiaron en esos partidos con estadios abiertos al público, y cuántos de los infectados lamentablemente fallecerán.
Y la duda de cuántas muertes más se necesitan para evitar que nuestros gobiernos nos sigan metiendo en este círculo vicioso de abrir, cerrar, y volver a abrir y cerrar.
¿PARTIDO PALERO?
Puede alegarse con razón que Movimiento Ciudadano está en lo correcto al intentar un incremento en su presencia electoral en nuestra entidad, aunque ello signifique al mismo tiempo servir como palero de Morena.
Fraccionar la votación a favor de quienes se empeñan en destruir al país sería en ese caso un efecto secundario, de acuerdo con los liderazgos de ese partido político.
Bien sabemos que no se necesita mucho mono para engordarles el caldo a los del MC, porque en Sinaloa es un chiqui partido con una presencia muy escasa; no hay futuro, pues.
Retomo un dicho reciente de la colega Beatriz Pagés: “la oposición mexicana tiene que decidir qué quiere. Ganar una que otra curul, tal vez alguna gubernatura y alcaldía para no perder el registro, o elevar la mira y entender que ha llegado la hora de que se unan para ganar y evitar el naufragio de la república”.
Decidir entre los intereses particulares y los de la nación, para entender lo mejor.
QUE EL QUÍMICO CORRIGIÓ
Cuando menos en público, el presidente municipal de Mazatlán aparentemente corrigió en uno de los despidos indebidos de la semana pasada, con la decisión de reinstalar a un inspector al que despidió sin razón.
Así lo dijo el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, y esperamos que los hechos lo confirmen.
Como aquí señalamos, se trata de trabajadores de “tropa”, operativos que lo único que hacen es cumplir con lo que los jefes les ordenan.
Si algo se hizo mal, la responsabilidad es de los funcionarios; corregir debe ser en este renglón, el de los mandos.
Pendientes pues de la supuesta reinstalación y positiva rectificación.
SIN PRIVILEGIOS, CÓMO NOS
La Unidad de Inteligencia Financiera (así se llama, qué le vamos a hacer) “investigó” a Pío López Obrador y a David León por los videos en los que el primero recibe del segundo dinero para Morena.
Como era de esperarse, resultaron más inocentes que Pepe el Toro.
Y la fiscalía federal dizque independiente, por supuesto que tampoco encontrará elementos que confirmen las orquestaciones neoliberales contra el hermano y el amigo del presidente.
Y SE AGACHARÁ PRONTO
Al presidente Andrés Manuel López Obrador le volvió a ganar su soberbia y su valemadrismo, con la dosis evidente de ardor, en su rechazo a reconocer a Joe Biden como presidente electo de los Estados Unidos.
El ridículo pretexto de no adelantarse y esperar a la confirmación legal del resultado, lo que no sucedió hace pocas semanas en Bolivia con su felicitación inmediata al entonces presunto ganador cuatro días antes de que el cómputo electoral finalizara.
Esa necedad disfrazada de valor, que en pocos días pasará al arrodillamiento.
Y los de la cuatroté nos dirán tontejamente que no habrá consecuencias ni represalias.
Biba el cacas, aunque nos lleve la fregada.