El pintor y escultor Roberto Pérez Rubio, uno de los más relevantes exponentes de la plástica sinaloense, murió este sábado después de ...
El pintor y escultor Roberto Pérez Rubio, uno de los más relevantes exponentes de la plástica sinaloense, murió este sábado después de un largo periodo de convalecencia en el que su salud se fue mermando poco a poco.
Apenas en 2015 en el marco de la XV edición de Norarte, el Instituto de Cultura de Mazatlán le otorgó un reconocimiento por su brillante trayectoria en el mundo de las artes.
Sobre el destacado artista nacido en Los Mochis, Sinaloa, el Director General del Instituto de Cultura de Mazatlán, Raúl Rico González, destacó que Roberto Pérez Rubio fue un hombre que se atrevió a transgredir las barreras del tiempo al tomar el color, la luz y desdibujar las formas para crear nuevos elementos y convertir las formas en algo distinto.
La obra de “Pito” Pérez fue un factor de rompimiento con las formas y los colores tradicionales de la plástica sinaloense, dijo el funcionario.
Raúl Rico reconoció la generosidad del artista que pese a su enorme reconocimiento y prestigio dentro de la plástica nacional permitió que sus obras se exhibieran junto al de nuevos artistas en exposiciones locales, como sucedió en octubre de 2015 cuando sus cuadros pudieron ser admirados junto al trabajo creativo de quienes se abren paso en la plástica y las artes visuales.
Roberto Pérez Rubio fue un personaje que dio vida al Centro Histórico de Mazatlán, donde radicó durante muchos años en una antigua casona ubicada por la calle Heriberto Frías, entre Constitución y Mariano Escobedo.
Estudió arquitectura y artes plásticas en la ciudad de México y participó en los talleres libres de arte en la Universidad de Arizona. Pionero de la plástica sinaloense, Roberto Pérez Rubio realizó su primera exposición individual en 1961 en la Hot Springs Gallery, en California.
Participó en más de 30 exposiciones colectivas y más de 20 individuales. Su obra ha sido expuesta en diversas galerías del país y del extranjero, como son: INBA, Polyforum Cultural Siqueiros, Mairmaid Gallery, Berkeley Arts Gallery y en la Cannary Row Gallery.
En Sinaloa entre otras exposiciones presentó: Pintura abstracta, Se ruega no cerrar los ojos, de la serie Profetas en su tierra (incluido catálogo con el mismo título), en 1991; Orígenes, rito y fiesta, y Mejor hacer que decir. En 1995 expuso una retrospectiva de su obra. Fue becario del Foeca Sinaloa en 1998. En 1986 fundó Arte Activo, la primera galería sinaloense en Mazatlán. Es considerado uno de los patriarcas de la plástica sinaloense.
