A casi ocho meses de la muerte del Enfant terrible, su viuda, Beatriz del Carmen Bazán, reveló la última voluntad del creador mexicano:...
A casi ocho meses de la muerte del Enfant terrible, su viuda, Beatriz del Carmen Bazán, reveló la última voluntad del creador mexicano: sus cenizas tenían que ser depositadas en la urna de Los Siameses junto con las de ella, y en su momento serían colocadas en un lugar de la Catedral Metropolitana.
Bazán precisó que el deceso de uno de los artistas más prominentes de la Generación de la Ruptura se debió a un cáncer de colón, acidósis metabólica severa y presión sacra y que sus restos se encuentran depositados en el sitio que él quiso, en una iglesia de la que no reveló la ubicación.
La mujer convocó a una conferencia de prensa un día después de que se conmemorara el natalicio del también grabador, con la finalidad de aclarar muchos de los rumores que giraron en torno a su muerte, la administración de sus bienes, la relación que mantenía con sus hijas, así como el manejo del museo que lleva el nombre del Gato Macho.
“Con esta conferencia no busco un confrontamiento con las hijas de mi esposo, sino limpiar mi imagen y dar a conocer mi versión de lo que en realidad fue mi relación, que duró 15 años. No fui su amante, ni destruí un hogar ni una familia. Su primera esposa Bertha Lilia Riestra, falleció en 2000, y yo lo conocí el 1 de mayo de 2001, una vez divorciada, acepté el noviazgo en 2002. Yo llevaba una buena relación con sus hijas, en especial con Jimena, luego de que formalizamos nuestra relación comenzó la guerra en mi contra”, dijo Bazán.
“En 2004 José Luis entregó a las señoras Mariana, Jimena y María José propiedades, entre ellas la casa que perteneció a Teodoro Gonzáles, en San Ángel, un departamento en la Condesa y otro en París así como numerosas obras de arte que por cierto ocasionaron varios problemas entre ellas, en especial con Mariana por haber incluido en la repartición a sus propios hijos. Ellas no quedaron satisfechas con lo que en vida les entregó su papá, pero ya no hay más bienes que repartir”, agregó.
En ese sentido Del Carmen cuestionó la administración del lugar al tiempo que sostuvo que “no estaba enterada de las actividades” que actualmente se realizaban y que incluso los fines de semana se realizaban sin que ella como directora supiera.
Sin mencionar nombres atribuyó la responsabilidad del manejo del museo a la Fundación José Luis Cuevas y al apoderado legal Salvador Vázquez Araujo.
En 2016 un informe de la Auditoria Superior de la Federación reveló que el Museo José Luis Cuevas destinó parte de los recursos que había recibido para actividades artísticas y culturales al pago de nóminas, vigilancia y limpieza. El monto fue de un millón 373 mil 148 pesos, de los que no hubo comprobantes.
Otra de las acusaciones que circularon fue que luego de la muerte de Cuevas ocurrida el 3 de julio de 2017, varias de las obras que se encontraban en el recinto fueron vendidas a coleccionistas privados, sin embargo Bazán no se pronunció al respecto.