Los Zorros tuvieron la ventaja por más de 90 minutos, pero a segundos del final, fiel a su estilo, fueron alcanzados por los Pumas G...
Los Zorros tuvieron la ventaja por más de 90 minutos, pero a segundos del final, fiel a su estilo, fueron alcanzados por los Pumas
Una expulsión para Pumas, un penal detenido por el arquero rojinegro y un gol de último minuto, fue la tónica de este cotejo que terminó en repartición de puntos. La última vez que ganó Atlas en el Jalisco fue el 12 de septiembre de 2015, cuando derrotaron a los Dorados 3-2 con goles de Franco Arizala, Felipe Baloy y Luis Nery Caballero, y todo parecía indicar que anoche la maldición terminaría, pero apareció Fidel Martínez, en tiempo agregado, fuera de lugar para evitar la fiesta rojinegra y el festejo del aniversario del Estadio Jalisco quedó opacado.
Llegaron los cambios desde el arranque del partido. De entrada el cuerpo técnico rojinegro, que comanda Gustavo Costas, ordenó que Atlas se sentara en la banca que usualmente ocupan los equipos visitantes; por otro lado, en lo futbolístico, por primera vez en el torneo, los Zorros comenzaron un juego con línea de cinco, enviando a la banda derecha a Álvaro “Tata” González, a pesar de ser un medio de contención nato.
Atlas se puso al frente en el marcador al minuto 12, gracias a un buen gol de Rodrigo Salinas, quien tomó el balón por el sector izquierdo cercano a la banda, controló y se dirigió hacia su perfil derecho para pegarle al esférico de manera potente, que se anidó en la portería de Alejandro Palacios, quien pudo hacer más para evitar la caída de su marco.
El segundo tiempo comenzó a tambor batiente por parte de los Rojinegros, ya que en una jugada de contragolpe en apenas un minuto, atacaron Alfonso González, Gonzalo Bergessio, Franco Arizala y Álvaro González, sin embargo, fue el “Pikolín” Palacios el que terminó por salvar su portería.
Guillermo Vázquez se notaba desesperado en su banca ante la derrota parcial, por eso mandó al terreno de juego a su mejor arsenal en cuanto a cambios se refiere, y metió a Daniel Ludueña, José Ruiz y a Fidel Martínez al terreno de juego buscando a como diera lugar el empate.
A cinco minutos de que terminara el encuentro, Álvaro “Tata” González perdió la cabeza y cometió una irresponsabilidad, un error dentro del área, golpeando a Luis Quiñones y fue decretado como penal por el árbitro César Ramos y, por si fuera poco, el uruguayo se fue expulsado.
Al minuto 43 fue Eduardo Herrera quien se encargó de disparar la pena máxima, pero no contó con la presencia del arquero argentino Óscar Ustari —debutó en la Liga—, quien se tendió a su mano derecha para atajar el envío. El estadio, con amplia mayoría rojinegra, estalló en júbilo.
Sin embargo, al minuto 90+2, Pumas aprovechó un centro largo al área, y Fidel Martínez remató un recentro de Darío Verón, en fuera de lugar, para conseguir la igualada. Así terminó el juego, con un empate amargo para el Atlas.
El show de Costas
Las rabietas del “Tuca” o los desplantes de Tomás Boy han quedado atrás.
Las televisoras y los fotógrafos ya tienen un nuevo blanco en la persona de Gustavo Costas, técnico del Atlas.
El argentino es único en su manera de vivir los partidos desde la banca. Anoche, por principio de cuentas, el pampero se inventó un cambio de vestidor que tomó por sorpresa a sus futbolistas, a los rivales y hasta a su directiva.
Ya en la banca fue un manojo de nervios, desde la explosión de júbilo en el gol de Salinas, hasta los reclamos desde la lejanía a sus jugadores por los errores individuales.
Lo mejor vino en el segundo tiempo. Ahí Costas corrió por toda la banda, salió de su área técnica y estalló cuando Ustari tapó el penalti.
Paradójicamente, cuando su equipo recibe el empate en una jugada en fuera de lugar, los reclamos fueron mínimos, pero con alguna que otra palabra altisonante.
Así es Gustavo Costas en el banco rojinegro, nunca está quieto y sus nervios son reflejo de su personalidad.
LA FIGURA
Fidel Martínez (Pumas)
El ecuatoriano de Pumas entró de cambio y fue peligroso en los minutos que estuvo en el terreno de juego. Ya en el tiempo de compensación consiguió el gol del empate y con esto evitó la caída de la UNAM.
