Sobre el camino Benjamín Bojórquez Olea. En el título de hoy en mi columna viene a colación las rivalidades de las cúpulas para mantener e...
Benjamín Bojórquez Olea.
En el título de hoy en mi columna viene a colación las rivalidades de las cúpulas para mantener el poder tras del poder. El abuelo, el padre y el PRI, dominaron de todas las formas a todas las elecciones; hoy el PRI en Sinaloa, es una empresa o fábrica de productos electorales para los palenques quien nadie adquiere o pocos compran. El abuelo paterno del PRI nace bajo una circunstancia histórica: los que ganaron la revolución hacían en ciudades, pueblos, aldeas y aldehuelas: lo que les antojaba. Llevarse sin matrimonio o compromiso de manutención, a la muchacha más bonita del pueblo era la menor infracción. El turco Plutarco Elías Calles, Presidente de la República, necesitaba instituciones para el futuro, no fiestas permanentes en todo el país. Al organizar al primer partido parido por la Revolución, pone orden en todo aquel México feudal, donde jefes militares de zona, jefes políticos distritales, presidentes municipales, y líderes naturales, pertenecían obedeciendo el “orden” creado por el “Turco” o eran olvidados a su suerte. Mientras la sociedad nacional y local no ha evolucionado. El abuelo, el padre y el PRI, dominaron de todas las formas a todas las elecciones; hoy el PRI, sus mejores ejemplos están en prisión: uno, con una esposa a punto de ser extraditada desde el sur al norte del estado en mí querido Sinaloa. En Sinaloa sufre las consecuencias el PRI, con edificios vacíos de prosélitos y ausencias totales de participación política como oposición. Su Comité Estatal, ocupa sus oficinas, cobra sus sueldos provenientes del Comité Nacional, quien recibe las pre-rogativas del INE y con discreción no opinan ni “fu”, ni “fa” de nada en nada, mucho menos atreverse a llamar a las bases para rediseñar la nueva arquitectura partidaria donde el priista: pague cuotas, sepa ¿dónde andan? los de las pre-rogativas, sea consultado en todo y para todo, tenga su cartilla de su trabajo político, participe obligadamente en reuniones informativas mensuales, haga tareas voluntarias de apoyo a la comunidad. Ahí están esas fabulas que durante muchos años ha permeado en las mentes de todo aquel priista que ha sido despojado, para participar en los procesos de renovación partidista en Sinaloa. El PRI se encuentra secuestrado. De ahí que, al charlar con un priista, eterno buscador del poder legislativo o ejecutivo, me deslumbra: pues supera las expectativas y la propia realidad interna, en donde su presidente estatal del tricolor, al trabajar para crear nuevos estatutos que impidan la llegada de verdaderos líderes, cuerpos de asesoramiento social, para superar a una 4T, que ya no sabe por dónde anda. La verdad no vemos por donde el PRI, pueda levantarse de sus cenizas esparcidas al viento para mejorar la credibilidad democrática, cuando utiliza las mismas prácticas del pasado. Si en verdad dejasen sus exclamaciones mesiánicas para convencer a las bases, a la militancia, a los jóvenes, a los líderes de áreas y colonias, sin que estén considerados en los planes de gobierno.
GOTITAS DE AGUA:
¿Qué pelean los que se dicen llamar priistas? Obviamente las pluris, la supervivencia política, lo poquito que le queda. Cuando Don Juan S. Millán fue gobernador de Sinaloa, era un hombre que escuchaba, y llevó al gobierno las cualidades propias de quien se dedica al trabajo de tierra, formó liderazgos, prudencia, buen sentido, cuidado en el manejo del dinero, enriquecía la libertad de expresión, sencillez de trato, conocimiento de la realidad, quien dejaba que las emociones políticas no se neutralizaban, pero daba paso a la conciliación. Hombre generoso, que honraba hasta la fecha la palabra leal. Como jefe de estado, no acostumbraba a dar órdenes, sino sugería con respeto, jamás un grito o una mala palabra, literalmente un caballero en la política. Se preocupaba por el crecimiento profesional de sus colaboradores y destinaba cantidades importantes al patrocinio de jóvenes para su carrera o estudios de posgrado, decía que tenía muchos “hijos” y hoy varios de ellos convertidos en funcionarios públicos que sin tapujos afirman que terminaron su carrera gracias a Don Juan Millán. Esas son bendiciones que lo acompañarán porque siempre ha visto por los demás sin esperar nada a cambio, de esas personas que llegan a tu vida para mejorarla y marcarla. Eso es lo que muchos gobernantes han dejado de lado, todo por no delegar el poder, eso, a mi criterio, los partidos políticos han dejado de lado la verdadera vocación partidista, pues lo que hoy sucede en el PRI, es la misma rebeldía que en su momento Don Juan Millán, entre viento y marea, supo modificar el orden del poder, aún y así, ganó la interna en el PRI y se proclamó en candidato a gobernador, superando al candidato oficial del gobernador en turno, el extinto Lauro Díaz Castro. Lo que vino a darle al PRI oxigeno puro. El mensaje es claro y contundente, si no cambian de actitud política vayan firmando su obituario. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos el Lunes, si Dios nos lo permite”…
