Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez De nueva cuenta, lo que de ninguna manera es fácil, la Universidad Autónoma de Sinaloa se mantiene e...
Juan Manuel Partida Valdez
De nueva cuenta, lo que de ninguna manera es fácil, la Universidad Autónoma de Sinaloa se mantiene en este ciclo escolar como la institución de educación superior pública con la mayor cobertura a nivel nacional.
En preparatoria, el ciento por ciento de aceptación de nuevos alumnos, y en licenciaturas el 99.8 por ciento.
En promedio, un 99.9 por ciento que supera notablemente al resto de las universidades públicas.
La casa rosalina inició ayer martes sus clases con más de 169 mil alumnos, en un esfuerzo institucional que confirma su compromiso educativo y social.
Una universidad, reiteremos, que destaca también en lo académico, lo deportivo y la extensión de la cultura, y que por ello se ha ganado merecidamente el respeto de la gran mayoría de los sinaloenses.
Por eso mi reconocimiento, y en el mismo sentido mi repudio a esos malagradecidos que por apetitos y revanchismos políticos no hacen más que denostarla.
Como es natural, siempre hay cosas que se pueden mejorar, pero es muy claro que de ninguna manera debe volverse a aquellos tiempos que algunos parásitos añoran en el disfraz de esa democracia perversa que usan para enlodar y en la búsqueda de esos espacios que perdieron y pretenden de nuevo como patrimonio personal y de grupos.
TOREANDO
“Ninguno”, fue la respuesta que el senador Rubén Rocha Moya me dio cuando le preguntamos ayer si tiene algún comentario respecto de las imputaciones de Gerardo Vargas Landeros en su contra.
Aplicará cada quien su conclusión, entre las que caben la periodística de que nota contestada es nota ampliada, o la de que para que exista un pleito se necesitan cuando menos dos.
Como sea, el hecho es que Rocha Moya le sacó la vuelta a un escenario en el que nada gana y termina haciéndole el juego a quien evidentemente lo busca.
FUERZAS ARMADAS TRAIDORAS
Se tiene que decir, y lo digo: tenemos lamentablemente en México a unas fuerzas armadas traidoras a los intereses de la República, vendidos con ciega lealdad y cómplices de numerosas ilegalidades cometidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Ejército y la Marina con inmensos poderes administrativos y financieros, sustanciales aumentos en sus presupuestos como constructores, contratistas, operadores de puertos y hospitales, además de otras tareas violatorias de nuestra carta magna.
AMLO los compró, y ellos se vendieron; solapar al presidente les importa más que cuidar al pueblo.
Recordemos aquellas cartas y discursos críticos que motivaron que el propio López Obrador hablara en sus mañaneras sobre los rumores de un posible golpe de estado.
Esto quedó atrás.
Hoy todo son abrazos, pues amor con amor se paga; y complicidades lo mismo.
“PROTEGIDOS”
En el caso de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, Lopitos quiere repetir el circo de los testigos “protegidos”.
Lo vimos con Emilio Lozoya Austin, con la madriza que recibió con los videos de su hermano y tras ello ni Pío decir al respecto.
Ese rencor de todos los días, que súbitamente desapareció de las lloraderas.
Pero como chango viejo no aprende maromas nuevas, la cuarta transformación quiere repetirnos ahora eso de recibir “testimonios” convenidos y a modo.
Una nueva fase de la politización de la justicia, para entendernos mejor.
Ese México de hoy, en el que nos acomodan verdades a conveniencia de la dictadura.
El país al revés, con una serenísima majestad que hace y deshace a placer, con impunidad absoluta.
Una nación llena de cómplices, con el pueblo pisoteado todos los días.