Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Aunque con conclusiones divergentes en cuanto a las causas, son cada vez más las opiniones de anal...
Altoparlante
Juan Manuel Partida Valdez
Aunque con conclusiones divergentes en cuanto a las causas, son cada vez más las opiniones de analistas y politólogos que coinciden en que tenemos en Sinaloa a un gobernador que manda sólo cuando se le permite.
La percepción es creciente de que el verdadero poder al interior del gobierno está en manos del Secretario General de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, y desde “afuera” por los Coppel.
Rubén Rocha Moya es un cuadro en la pared o un florero, de adorno ante quienes deciden e imponen.
Vive en su burbuja, con las clásicas felicitaciones y los vamos bien por parte de sus lambiscones y “amigos” cercanos, sin percatarse de que la raza lo ubica como prestanombres y figura decorativa.
Como se lo dijimos de frente, el más grave problema de Rubén Rocha es su incapacidad para valorar la magnitud de esos problemas; y me refiero no solamente a las visibles concesiones de poder y de facultades, sino también a los actos de corrupción de sus funcionarios que públicamente solapa.
Lleva apenas tres semanas de gobierno, y la dinámica ha sido la de continuar con perversiones que comenzaron desde antes de asumir el poder.
Habíamos solicitado cupo para la semanera de hoy donde le repetiríamos de manera directa nuestras consideraciones y la pregunta de por qué sigue siendo cómplice de sus funcionarios corruptos, pero nos quedaremos con las ganas porque la conferencia no se celebrará en Culiacán sino allá en el bello puerto donde se dan los hombres.
Dirán quizás con razón que ningún remedio tiene, empeñado en mentir, en robar y en traicionar.
ARTISTA Y LUCHADOR SOCIAL
Con la buena noticia de que se reactiva el Premio Sinaloa de las Artes, para reconocer en justicia a quienes con su obra creativa contribuyen al patrimonio cultural y al progreso del arte en Sinaloa y en el país.
Desde aquí, nuestro respaldo al cantautor y poeta Víctor Franco, artista que durante más de cincuenta años ha sido además un gestor permanente por nuestros principios, valores y derechos humanos.
Tiene más de mil canciones y gran cantidad de poemas de su autoría, a Sinaloa y la mayoría de los municipios, así como en defensa de la libertad de expresión, de nuestras mujeres, los niños, la salud y las instituciones sociales más relevantes de Sinaloa, además de contra la violencia y contra las farmacodependencias; en resumen, Víctor Franco ha hecho suyas nuestras más importantes banderas.
De su himno a Sinaloa, fue reproducido durante casi tres años alrededor de 20 mil veces en la apertura y cierre de transmisiones de más de una decena de radiodifusoras, luego del himno nacional.
Tengo varios de sus discos, y el de “Más Franco que nunca” es una muestra muy clara de esto que aquí les comento respecto de su compromiso cultural y social, y un detalle que merece ser señalado y que describe a plenitud su generosidad y sus deseos de servir es que sus presentaciones ante grupos necesitados las ha hecho sin cobrar un solo centavo.
Su incesante labor le ha conseguido el reconocimiento y el cariño de cada vez más sinaloenses, y de sus logros a nivel internacional cito dos de muchos ejemplos: sus dos terceros lugares en los OTI de Estados Unidos, años 1992 y 1993, y en 1998 el premio BMI USA por la balada latina más tocada en la radio hispana de los Estados Unidos, “Un amor en el olvido”, interpretada por Marisela.
Resulta extremadamente difícil de encontrar un hombre comprometido con el arte, con la cultura y con la lucha social.
Así entonces, Víctor Franco tiene merecimientos sobrados para ser reconocido con el Premio Sinaloa de las Artes 2021; su voz y su lucha social merece ser escuchada con la mayor fuerza posible.
Aunque con conclusiones divergentes en cuanto a las causas, son cada vez más las opiniones de analistas y politólogos que coinciden en que tenemos en Sinaloa a un gobernador que manda sólo cuando se le permite.
La percepción es creciente de que el verdadero poder al interior del gobierno está en manos del Secretario General de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, y desde “afuera” por los Coppel.
Rubén Rocha Moya es un cuadro en la pared o un florero, de adorno ante quienes deciden e imponen.
Vive en su burbuja, con las clásicas felicitaciones y los vamos bien por parte de sus lambiscones y “amigos” cercanos, sin percatarse de que la raza lo ubica como prestanombres y figura decorativa.
Como se lo dijimos de frente, el más grave problema de Rubén Rocha es su incapacidad para valorar la magnitud de esos problemas; y me refiero no solamente a las visibles concesiones de poder y de facultades, sino también a los actos de corrupción de sus funcionarios que públicamente solapa.
Lleva apenas tres semanas de gobierno, y la dinámica ha sido la de continuar con perversiones que comenzaron desde antes de asumir el poder.
Habíamos solicitado cupo para la semanera de hoy donde le repetiríamos de manera directa nuestras consideraciones y la pregunta de por qué sigue siendo cómplice de sus funcionarios corruptos, pero nos quedaremos con las ganas porque la conferencia no se celebrará en Culiacán sino allá en el bello puerto donde se dan los hombres.
Dirán quizás con razón que ningún remedio tiene, empeñado en mentir, en robar y en traicionar.
ARTISTA Y LUCHADOR SOCIAL
Con la buena noticia de que se reactiva el Premio Sinaloa de las Artes, para reconocer en justicia a quienes con su obra creativa contribuyen al patrimonio cultural y al progreso del arte en Sinaloa y en el país.
Desde aquí, nuestro respaldo al cantautor y poeta Víctor Franco, artista que durante más de cincuenta años ha sido además un gestor permanente por nuestros principios, valores y derechos humanos.
Tiene más de mil canciones y gran cantidad de poemas de su autoría, a Sinaloa y la mayoría de los municipios, así como en defensa de la libertad de expresión, de nuestras mujeres, los niños, la salud y las instituciones sociales más relevantes de Sinaloa, además de contra la violencia y contra las farmacodependencias; en resumen, Víctor Franco ha hecho suyas nuestras más importantes banderas.
De su himno a Sinaloa, fue reproducido durante casi tres años alrededor de 20 mil veces en la apertura y cierre de transmisiones de más de una decena de radiodifusoras, luego del himno nacional.
Tengo varios de sus discos, y el de “Más Franco que nunca” es una muestra muy clara de esto que aquí les comento respecto de su compromiso cultural y social, y un detalle que merece ser señalado y que describe a plenitud su generosidad y sus deseos de servir es que sus presentaciones ante grupos necesitados las ha hecho sin cobrar un solo centavo.
Su incesante labor le ha conseguido el reconocimiento y el cariño de cada vez más sinaloenses, y de sus logros a nivel internacional cito dos de muchos ejemplos: sus dos terceros lugares en los OTI de Estados Unidos, años 1992 y 1993, y en 1998 el premio BMI USA por la balada latina más tocada en la radio hispana de los Estados Unidos, “Un amor en el olvido”, interpretada por Marisela.
Resulta extremadamente difícil de encontrar un hombre comprometido con el arte, con la cultura y con la lucha social.
Así entonces, Víctor Franco tiene merecimientos sobrados para ser reconocido con el Premio Sinaloa de las Artes 2021; su voz y su lucha social merece ser escuchada con la mayor fuerza posible.