Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Aunque algunos medios de comunicación y periodistas proclives a la cuarta transformación nos hablan ...
Altoparlante
Juan Manuel Partida Valdez
Aunque algunos medios de comunicación y periodistas proclives a la cuarta transformación nos hablan en términos exitosos y al borde de lo maravilloso sobre la visita de AMLO a Washington y sus reuniones con los mandatarios de Estados Unidos y Canadá, la lamentable verdad es que el mesías volvió a hacer el ridículo.
Es de a tiro por viaje, con los gringos y los canadienses en la certeza de que tendrán motivos de sobra para carcajearse de lo lindo al momento de recordar o revisar.
Las limitaciones del dictador mexicano son muy obvias, y está muy lejos de lo que sucede en las mañaneras o con sus otros monólogos a nivel nacional.
La primera maroma que terminó en capirucho fue la de verse obligado a respaldar al embajador de los Estados Unidos en México, cuando hace pocos días en nuestro país lo tundieron desde palacio nacional y la cancillería.
Nomás no se vio a ese López Obrador que acá presume de soberanía y de independencia total, con evidencias de sobra en cuanto al sometimiento de un gobierno arrodillado que de inmediato obedece las órdenes que desde el norte le dan.
Nos presumirán ese agradecimiento lleno de atole porque Estados Unidos “no nos ha tratado como su patio trasero”.
¡¿A poco no está para matarnos de la risa?!
Le parecerá a usted broma, pero lo que comento a continuación es verdad pura.
Además de las infaltables clases de historia, López se manifestó como un economista sabiondo y le “enseñó” a su colega Joseph Biden lo que tiene que hacer para detener la amenaza china de convertirse en la primer economía del mundo.
Así de suertudotes son nuestros vecinos gringos, tan lejos de Dios pero tan cerca del economista e historiador don Andrés.
Y si lo anterior le parece algo exagerado, déjeme usted informarle que México llevó también a los Estados Unidos y a Canadá otra estrategia para que esos dos países puedan contar pronto con una producción de energía suficiente, limpia y barata.
El único problema fue que esto último fue manejado por el canciller Marcelo Ebrard, a más bajo nivel tanto en lo diplomático como en lo técnico; deberían correrlo por quitarle reflectores al führer.
UN REMATE DE PELÍCULA
Imposible dejar de mencionar la auto exhibida que en su cuenta de twitter se dio Lopitos al subir un video en el que agradece a quienes fueron a vitorearlo ahí en Washington, afuera del hotel.
Las imágenes fueron tomadas desde dentro de la habitación, y por los movimientos del presidente se podría pensar al inicio que eran muchos los mexicanos presentes.
Pero, plop, el video sigue y nos muestra una asistencia muy reducida; casi eran más los del mariachi que los del resto.
Junta más gente un perro atropellado, la neta.
Parece que no encontraron acarreados suficientemente confiables, luego de que algunos de los previos confesaran que se les paga por asistir a echar porras.