Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Parecía más del 45 por ciento de asistentes el domingo al estadio Teodoro Mariscal en el juego estel...
Juan Manuel Partida Valdez
Parecía más del 45 por ciento de asistentes el domingo al estadio Teodoro Mariscal en el juego estelar de la Serie del Caribe, pero aún y cuando se hubiera cumplido ese tope se nos sigue haciendo un relajamiento irresponsable y criminal.
Tenemos cifras récords de contagios y muertes en los últimos días a nivel nacional, y las autoridades locales demostraron otra vez que les importa más el negocio de unos pocos que la salud y la vida del pueblo.
Ayuda, sí, pero no es solución el que se realicen labores de sanitización en las gradas.
Advirtamos que un solo contagiado asintomático puede enfermar a muchos, y que la pandemia crece de manera exponencial.
Hay gente responsable que se cuida, sí, pero hay muchos que no.
Y no podemos pagar justos por pecadores.
No está bien, concluyamos otra vez, que se permita que miles de personas se junten en estadios.
¿En serio resulta tan difícil entender?
LA TRAMPA PERVERSA
Puso el dedo en la llaga el diputado local panista Jorge Villalobos al señalar que la vacunación de los “servidores de la nación” es una acción tramposa y perversa para que anden repartiendo dinero en época electoral.
Prioridades inhumanas y asesinas operadas con impunidad y cinismo.
Payasadas de ya saben quién, con la maroma de que México cede parte de sus vacunas a países más pobres que el nuestro.
JUEGAN A PERDER
Cuántos mensajes y llamadas tuvimos ayer por buen número de colegas y analistas políticos respecto del Altoparlante titulado “Un nuevo mesías”.
En una de las columnas institucionales de El Debate, un texto coincidente de que, refiriéndose al candidato priísta a gobernador, “con lo que hizo, muchos dan por hecho que Ordaz Coppel lo mínimo que hará es mantenerse al margen. Y si algún pretexto quería, al igual que los grupos de poder, para irse a apoyar al virtual candidato de Morena, Rubén Rocha Moya, pues ya Zamora Gastélum se lo dio”.
Por soberbia, los nuevos amos del PRI decidieron jugar solamente con sus canicas, que no vemos que les alcancen para ganar.
Hicieron valer en lo interno el proverbio popular de que el que parte y reparte se queda con la mayor parte, con el problema adicional de que en el capricho ignoraron a un PAN que ya respondió que no aceptarán las migajas que les quieren dar y en las alcaldías prefieren ir solos que mal acompañados.
Si con unidad no estaba fácil, ahora menos.
JUEGOS PERVERSOS
Por algo le dicen bruja de palacio a la esposa del presimiente de la república.
Ayer fue tendencia noticiosa y en redes por su reclamo de que “con la salud no se juega”, frente a las multitudes que no creen en el contagio covid de Lopitos y hasta manifiestan abiertamente su deseo de que mejor no regrese a sus actividades oficiales.
El inevitable y muy justo recordatorio de los miles de niños enfermos de cáncer que han muerto o se encuentran graves porque el gobierno los dejó sin medicamentos ni tratamientos.
Quizás alegue doña Beatriz que los están matando muy en serio, sin jugar.