La montaña Oscar Loza Ochoa El año apunta mal, y el tiempo crece, y es mejor que el sustento esté en depósito, aunque lo contradicen más d...
La montaña
Oscar Loza Ochoa
El año apunta mal, y el tiempo crece,
y es mejor que el sustento esté en depósito,
aunque lo contradicen más de trece.
Fuenteovejuna/Lope de Vega
Este sábado 27 presento mi libro Pandemia. Es en esencia un homenaje a las víctimas y al personal de salud que durante un año ha luchado sin descanso. Imposible dejar pasar la fecha del 28 de febrero, pues ese día nos marcó a todos en Sinaloa. Las autoridades de salud rastreando a empleados de una empresa transnacional que habían asistido a un curso de capacitación a Italia, localizó a uno de ellos en Culiacán. Venía a entrenar a sus compañeros, pero dio positivo a Covid-19. Por varios días muchos vecinos rondaron las inmediaciones del Hotel Lucerna, donde se había hospedado, con el morbo natural que aún no empuja los miedos posteriores.
El libro es también un repaso a la historia desde la Gripe española (1918) y sus consecuencias en México. Resulta interesante ver el arribo de la Dama española por el oriente mexicano, desde Tamaulipas hasta Veracruz, y su avance en el territorio nacional. El número de víctimas muchos lo sitúan en los 500 mil, dejando en Sinaloa alrededor de 20 mil muertes, de acuerdo a especialistas en el tema. Para nosotros resultó de mucho interés lo que John Womack, maestro de Harvard y otros investigadores señalan como consecuencias sobre las tropas de Emiliano Zapata. La Gripe española diezmó a los soldados zapatistas y civiles de las comunidades que lo apoyaban. Eso debilitó al Ejército del sur y lo predispuso a los errores que al año siguiente lo llevó a la muerte de Emiliano Zapata.
La pandemia que padecemos ha dejado al desnudo los graves defectos que se han acumulado en esta sociedad desigual y profundizado con el modelo neoliberal en los últimos 40 años. Los pobres han crecido de manera desmesurada en las últimas décadas, mientras el número de ricos ha decrecido, pero estos mantienen un porcentaje mayor de la riqueza producida. Los beneficiarios del modelo neoliberal buscaron tomar el poder y lo hicieron, siguiendo los pasos de Margaret Tatcher y Ronald Reagan. Ya con el control político pusieron a la venta los bienes públicos como ferrocarriles y empresas en las que participaban los gobiernos: petroleras, bancos, compañías de aviación. Sin faltar los asaltos contra los sistemas públicos de salud. La falta de ellos nos ha resultado tan cara y tan trágica, sobre todo el debilitamiento de los sistemas de salud. Allí están las deudas de muchas familias ante los hospitales privados.
La lectura del libro Pandemia invita a aprender la lección como personas y como sociedad. No podemos seguir nuestro comportamiento depredador frente a la naturaleza y las otras especies, si queremos sobrevivir. Las ganancias no pueden ser el objetivo central a costa de la miseria, las enfermedades y la exclusión de la inmensa mayoría de la sociedad. Hay una sentencia de la realidad frente a las ambiciones humanas: el sistema capitalista sólo puede funcionar con el 3 por ciento de crecimiento anual, pero la naturaleza no soportará un ritmo de explotación donde el PIB se duplique cada 25 años. Así de claro.
Mientras nos animamos a cambiar de actitud, seguimos tercos en repetir los mismos errores de siempre: la OMS está indignada por el injusto reparto de las vacunas anti Covid-19, pues más del 85 por ciento se concentran en los diez países más ricos del mundo y al menos 172 naciones se encuentran endeudadas y sin recursos para comprar las dichosas vacunas. Enfrentan con ello una doble tragedia: ni hay oferta de vacunas en el mercado mundial (salvo las que Cuba podrá tener disponibles en unas semanas más y gratuitas para países pobres), ni hay fondos con que comprarlas. Ni las súplicas de la ONU han ablandado los corazones del imperio de los laboratorios y farmacéuticas.
La histórica publicación Monthly Review, ha llamado a este fenómeno el imperialismo de las vacunas, pues se ha impuesto el principio de las ganancias y un completo egoísmo de los países centrales en materia de distribución de las vacunas, con excepción de algunos gestos solidarios de Rusia y China. En estos momentos sería un suicidio que el mundo callara ante la ausencia de vacunas en los países con mayor atraso económico y donde no contar con ellas es condenar a millones de seres humanos a morir víctimas de Covid, sin más.
Te invitamos a estar presente en la presentación del libro Pandemia. En medio de las crisis más profundas de la humanidad, la esperanza siempre es el asidero más importante de los que luchan por sobrevivir, de los que no se rinden en los momentos más difíciles. El libro ha tomado nota de esos instantes y del carácter indomable de ciudadanos a quienes ha golpeado duramente la crisis sanitaria, económica, política y ambiental, en Europa, en América, en Asia, en África y Oceanía. Leerlo te refrescará las ganas de ser más activo socialmente. Vale.
Twitter @Oscar_Loza
