Hace algunos años me tocó realizar una entrevista al propietario del lugar, Víctor Hernández quien me recibió con los brazos abierto en...
Hace algunos años me tocó realizar una entrevista al propietario del lugar, Víctor Hernández quien me recibió con los brazos abierto en el vitro como comúnmente se le apodó. Un hombre cálido y de palabras claras, Hernández compartió los retos que tiene un negocio de corte gay. Resaltó la apertura que existe en estos tiempos, los espacios "de ambiente" ya no son un negocio como solía serlo en otras épocas cuando la gente no decidía socialmente exponer sus preferencias.
Víctor deja una huella en el puerto siendo de los primeros empresarios en apostarle a la comunidad gay con la apertura de Pepe El Toro en la zona dorada a mediados de los años 90s.
Años después el empresario originario de San Luis Potosí, decide apostarle en el 2002 en pleno boom del Centro Histórico con la apertura del primer bar karaoke, Vitrolas Bar.
Con el paso del tiempo del lugar adquirió fama por sus promociones en cerveza, los sábados de arrabal, karaoke, las deliciosas pizzas y nachos que salían de la cocina recién sacadas del horno.
Vitrolas no sólo fue un Bar de entretenimiento, sino también un espacio para la promoción de la cultura gay con ciclos de cine, conferencias informativas y punto de encuentro grupos activistas y asociaciones.
Tras años de tener al mando dos negocios de corte gay, Victor Hernández pasó de resistir al acoso de las administraciones panistas de Alejandro Higuera, crecer y ahora pasar la estafeta a los nuevos emprendedores.