Entre Veredas Marco Antonio Lizárraga “¡Atrévete a pensar!”, Horacio SIMILITUDES En el año 2000, se presentó un fenóme...
Entre Veredas
Marco Antonio Lizárraga
“¡Atrévete a pensar!”, Horacio
SIMILITUDES
En el año 2000, se presentó un fenómeno que en la vida democrática de México no se había pensado tan siquiera, una hegemonía y “una dictadura perfecta” como la llamó Mario Vargas Llosa en 1990 y que le costó salir del país, pudieran terminar de forma estrepitosa.
Ese año, llegó un candidato panista en alianza con el Partido Verde Ecologista de México, Vicente Fox Quesada, llegó a la presidencia, acabando con más de 70 años de gobierno priista y dando por primera vez una alternancia concreta hacia un partido ajeno al poder y donde el guanajuatense llegara a ser el primer presidente de oposición.
Ese año, el 2000, representaba para Sinaloa una oportunidad única, pues un exgobernador de esta entidad llegaba a ser el candidato oficial para la presidencia de México, y recordemos que era quien estaba abajo en las encuestas.
La historia ya la conocemos, lo importante de esto es que queremos destacar varias cosas, en ese entonces, el presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León quien llegó a tener ese cargo por la muerte de Luis Donaldo Colosio, preparó todo para la ascensión del PAN al gobierno de la República.
Como se recordará, Labastida llegó a la competencia electoral con una preferencia mayor al 40 por ciento en la intención del voto pero las cosas se voltearon, pues con una participación de casi el 64 por ciento del padrón electoral de más de 37 millones de votantes en el país, los resultados fueron distintos a los que se esperaban.
Vicente Fox obtuvo el 42.5 por ciento de los votos del país, con un total de casi 16 millones de votos por parte del electorado, mientras que Labastida, con 13.5 millones de votos se quedó con el 36 por ciento de la votación.
Los otros candidatos como Cuauhtémoc Cárdenas por parte del PRD se quedaron lejos de las votaciones, al igual que en los años posteriores, Andrés Manuel López Obrador buscó la presidencia con resultados similares a Cárdenas.
En una entrevista, que se realizó a medios nacionales, Francisco Labastida Ochoa comentó que en ese momento había una diferencia enorme pues a él no le ganó Vicente, sino Ernesto Zedillo, pues tenía todo en contra para poder ganar.
Ahora 18 años después de ese suceso, las cosas se tornan parecidos conforme se tienen los procesos electorales similares a ese año, y hay que señalarlo, ya existía un hartazgo de la gente contra el PRI, y el voto se dirigió hacia el PAN.
Pero a esto si nos remontamos a la época actual las cosas no son tan similares como hace 18, pues ahora, el PRI tiene un candidato que, de acuerdo en las miles de encuestas que se publican diario está en tercer lugar.
Esto representa un hecho mayor a lo que se promovió en aquel entonces, donde Labastida tenía al presidente en su contra, y ahora José Antonio Meade Kuribreña tiene el respaldo de Peña Nieto para este proceso.
Si bien son perspectivas diferentes, el hecho está en que el PRI no la tiene fácil, pues ahora el hartazgo está incrementado en un nivel mayor, por la misma forma en cómo se llevó la política social.
Siempre, en toda la historia, los priistas ya sabían quién sería su candidato a presidente de México, la última vez fueron las cosas claras, desde antes de terminara el periodo de Felipe Calderón Hinojosa, varios años antes, los priistas ya sabían que Enrique Peña Nieto sería el candidato.
Y esto provocó que existiera una oleada a favor de un candidato “bien parecido” que le costó al PAN perder 12 años de gobierno con el PRI que retomó las riendas con los consabidos errores que se tuvieron a lo largo de estos 6 años.
Hoy las cosas están en apariencia perdidas para el PRI, un panorama similar al que tuvo Labastida Ochoa está por presentarse en este periodo electoral, pero ahora no es el PAN quien tiene la oportunidad.
Se trata de Andrés Manuel López Obrador que compite por tercera vez, con partido diferente y que ahora con un partido nuevo, creado por el, a modo para el, y con la aceptación de militancia a diestra y siniestra tiene la gran oportunidad de llegar con toda la contundencia a la presidencia de México.
Pero las cosas pueden cambiar, hay cosas que le están pasando a López Obrador y es la gente que tiene a su alrededor quién le está pegando y duro, puesto que tiene muchos enemigos, y ahora parece que lo tiene en casa.
El tema de Paco Ignacio Taibo II que habló deliberadamente sobre la expropiación dando idea de que López Obrador tendría un gobierno autoritario y sobre todo semejante a una dictadura.
Si bien, la campaña del miedo que se manejo en el 2006 donde se aseguraba que AMLO era un peligro para México le funcionó al PAN y logró conservar por seis años más el poder para el PAN y se vino el megaescándalo del voto por voto.
Seis años después, en claras rupturas con el PRD, partido que lo postuló en el 2006 para la presidencia se fue con el PT y conta Enrique Peña Nieto, AMLO no pudo ni chistar, llevandose la peor derrota que ha tenido hasta el momento.
Desconocemos la obsesión de AMLO por seguir buscando ser presidente de México, Cuauthémoc Cárdenas se salió del PRI para fundar el PRD y ser el candidato vitalicio a la presidencia de México, y muchos se le unieron, pero en realidad el partido del sol azteca no era de izquierda sino de un ala rebelde del PRI.
Un gobierno al frente de la Ciudad de México no es suficiente para asegurar que las cosas se pueden hacer como él dice, puesto que hay cosas más implícitas en estos momentos como lo son los tiempos electorales.
Lo que si podemos comentar, es que esta elección dará un parteaguas imporante, gane quien gane, la gente dará más pelea en el sentido democrático, el presidente que esté tendrá que lugar contra ello.
La crítica ciudadana no se irá sólo en las redes sociales, pues todavía existirán caudillos que puedan levantar masas como lo es en este entonces, López Obrador sabe que esta es la última oportunidad, no tiene más.
El infarto que tuvo no le permite tener un diálogo abierto concreto con la gente, los discursos son bastante acartonados y programados para lo que la gente quiere escuchar, es por esta razón que cayó en el debate.
La falta de irrigación de sangre al cerebro por el infarto que tuvo, no le permite tener capacidad de entablar una conversación una discusión concreta como lo muestran cientos de videos que hay desde YouTube hasta Facebook.
López Obrador después de esto necesita descansar y retirarse de la escena pública, es por esta razón que quienes abandonaron sus partidos para irse con Morena en estos momentos saben que le están jugando el dedo en la boca.
Hay mucho que hacer en este tema, pero si lo importante es que si AMLO no se cuida, no puede acabar bien este proceso electoral.
Las cosas como son.
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