Microscopio Social Por Héctor Melesio Cuén Ojeda De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el compor...
Microscopio Social
Por Héctor Melesio Cuén Ojeda
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) es una medida sumamente racional y objetiva para valorar la evolución de las actividades económicas de una nación y sus estados. Los resultados de estas tendencias son de primer orden para tomar decisiones, esencialmente de tipo económico por los diferentes niveles de gobierno.
Generalmente estos análisis se realizan trimestralmente, y se van promediando aritméticamente para obtener resultados semestrales, de cada nueve meses y finalmente el anual.
Revisando los datos del INEGI en relación a lo reportado del Producto Interno Bruto al segundo trimestre de 2016, y observando las cifras desestacionalizadas por grupo de actividades económicas, observamos que el PIB total decreció un 0.2 % con respecto al primer trimestre; de igual forma disminuyó un 0,3 % en el renglón de las actividades primarias; también disminuyó un 1.5 % en el sector secundario, y solamente crece un 0.1 % en las actividades terciarias.
Evidentemente las cifras anteriores implican que el país no creció económicamente, que hay dificultades serias en la generación de empleos, y evidentemente se incrementa el rezago social traducido en mayor pobreza para miles de mexicanos. Por esta razón el gobierno federal tiene que implementar acciones que le permitan obtener más recursos económicos, y la salida más fácil, es incrementar los impuestos.
Es así como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció el pasado 29 de julio que los ingresos tributarios del Gobierno Federal en el primer semestre del año fueron 14.6 por ciento mayores a lo esperado originalmente, logrando lo anterior con una mayor recaudación en el Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS), del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del impuesto a las importaciones.
De los impuestos recaudados, que sumaron 2 millones 338 mil 873.6 millones de pesos, el IEPS fue el que mayor crecimiento tuvo en el semestre, incrementando su monto en 26 por ciento, gravamen que incluye el impuesto que se cobra a las gasolinas, es decir, en gran medida el aumento en los ingresos del Gobierno se dio por los llamados “gasolinazos”, aquellos que el Presidente Enrique Peña Nieto prometió desaparecer si se aprobaba la Reforma Energética.
En el documento titulado Informe (semestral) sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, -que contiene toda esta numeraria hacendaria-, se señala que la economía mexicana creció 2.6 por ciento en el primer trimestre del año, misma proporción del año pasado, lo que indica que pese a no tener una mayor dinámica productiva en el presente año, el Gobierno optó por recaudar más.
El afán recaudatorio del Gobierno, que se acentuó en julio y agosto por nuevos incrementos a las gasolinas, así como a las tarifas eléctricas, está poniendo un freno a la actividad económica, ya que las firmas de análisis financiero de México recortaron sus pronósticos de crecimiento económico para el presente año, de tenerlo en 2.36 por ciento en junio se pasó a 2.28 por ciento en julio, de acuerdo a una encuesta del Banco de México.
Previamente, el Banco Mundial en su informe sobre las perspectivas económicas mundiales, que difundió en junio, bajó a 2.4 por ciento el esperado de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México, y antes ya había reducido su pronóstico el Fondo Monetario Internacional, que de 2.6 por ciento lo bajó a 2.41 por ciento.
Si ya se pronosticaba un menor desempeño económico, el “apretón” fiscal del Gobierno muestra la insensibilidad que se tiene a los problemas que día a día enfrenta la población, el Gobierno sólo le quiere sacar al pueblo más dinero, sin creatividad ni innovaciones en materia de gestión pública, sólo exprimir a la gente, recurriendo a la vieja rutina de recaudar más impuestos de la forma más rápida y fácil.
Y lo más molesto para la población es que la nueva recaudación se hace cuando existía la “promesa” de no cobrar más impuestos, de no subir precios de gasolinas ni electricidad, es decir, el Gobierno Federal engañó a la gente con esas promesas, mintió con descaro y ahora busca justificantes a su falta de palabra, primero se decía que, porque el precio del petróleo estaba bajando y ahora que, porque va subiendo, siempre con pretextos, menos reconocer que sus reformas fallaron.
La falla de la reforma energética, de la que se esperaba mucho, está causando irritación social, situación que ya se manifiesta en todos los sectores y estratos sociales, la gente resiente los incrementos de sus gastos en combustibles y electricidad, mientras sus ingresos se deprimen y las condiciones de bienestar se deterioran, y lejos de emprender acciones para reducir el malestar de los ciudadanos, el Gobierno ignora al pueblo, multiplicando con ello su irritación.
Algo que debería preocupar al Gobierno es la forma en que la población canaliza su irritación, ya se está viendo en el país reacciones que evidencian un gran hartazgo, desde manifestaciones pacíficas hasta violentas, desde apatía a confrontación, el Gobierno se aleja del pueblo sin dar muestra de preocupación, gran error, ya que el malestar seguirá creciendo mientras no se atiendan los reclamos sociales, por el bien de todos esperemos que el Gobierno rectifique y diseñe estrategias pensando en el bienestar de la gente y deje a un lado su arrogancia de presumir como logro unas reformas que hacen agua por todos lados.
Finalmente, captar más recursos por la vía del incremento de impuestos, es el camino más fácil, pero el más doloroso para la población.
Gracias y que pasen un excelente inicio de semana.