Mazatlán, Sinaloa.- Como ya es tradición, desde hace 39 años la Compañía de Teatro joven de la Universidad Autónoma de Sinaloa, realizó l...
Las luces de las velas, el olor a flor de cempasúchil, a café y el esponjoso pan de muerto, fueron los aditamentos que impregnaron esa tarde-noche lluviosa donde los vivos rindieron homenaje a los muertos, tanto del mundo artístico y de las letras, como a los allegados.
Sandra Jaime Estrada, maestra de teatro, compartió que se sumaron a este festival diversos estudiantes quienes montaron altares alrededor del vestíbulo de la biblioteca central.
“Este recinto quedó muy fortalecido, para recuperar nuestra tradición y como una parte de nuestro valor; y esto dice, de la preocupación que tienen los maestros para que en nuestra Universidad y nuestros estudiantes tengan una formación más integral, nuestra tradición son sus raíces”.
Luego de verter estas palabras, se dio paso a la interpretación de obras de teatro cortas, extraídas de libros de Gabriel García Márquez como la Hojarasca, Rayuela de Julio Cortázar y de Juan Rulfo.
Los jóvenes de nuevo ingreso al taller de teatro, se mostraron hábiles demostrando su capacidad en esta disciplina, asimismo se conjuntaron con los que ya tiene experiencia, haciendo de este festival una atmosfera lúdica y mágica.
Asimismo recorrieron este espacio cuatro catrinas quienes participaron en un concurso donde las personas que se dieron cita, votaron y eligieron a tres por su interacción con el público y creatividad, haciéndose acreedoras de estuches de maquillaje artístico especializado.
Música, teatro, altares, invitados especiales en el rubro del arte, como Javier Chimaldi, hicieron “revivir” esa noche a los difuntos a través del recuerdo, las letras y las sensaciones.
