Se debe erradicar la violencia intrafamiliar de las comunidades indígenas de Sinaloa El Secretario de Desarrollo Social y Humano subra...
Se debe erradicar la violencia intrafamiliar
de las comunidades indígenas de Sinaloa
El Secretario de Desarrollo Social y Humano subrayó que los usos y costumbres no justifican la violencia intrafamiliar y el abuso contra las mujeres indígenas en sus hogares al destacar el trabajo realizado, en una coordinación gubernamental tripartita, en la atención y prevención de la violencia doméstica en las comunidades indígenas.
Juan Ernesto Millán Pietsch explicó que se ha realizado un enorme esfuerzo por establecer jornadas de capacitación y formación para las familias, tanto hombres como mujeres, vinculando a los jóvenes, niños y niñas, generando redes y gestores, para establecer un proceso permanente que permita superar este tipo de conductas y tengan claro en los pueblos indígenas que ese no es el camino para el desarrollo social y humano.
“No se puede aceptar –afirmó- como normal ni tradicional cualquier tipo de conducta que atente contra la dignidad o los derechos de las mujeres, los ancianos o los niños. La violencia doméstica es una de las “costumbres” más reprobable en las comunidades indígenas”.
Las políticas públicas, puntualizó, deben orientar acciones para erradicar gradualmente este tipo de conductas que violentan el desarrollo de las familias en los pueblos y en las familias indígenas.
Abundó que estas acciones de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (SEDESHU) se coordinan con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos indígenas (CDI), el CEPAVI (Consejo Estatal para la Prevención y Atención de la Violencia Intrafamiliar) y el Ismujeres (Instituto Sinaloense de las Mujeres).
Agregó que es respetable el derecho tradicional en cuanto a procedimientos y formas de resolver algunos conflictos internos en los pueblos indígenas, sobre todo en casos que se busca la conciliación y la reparación del daño. Pero, subrayó, no se puede aceptar que las mujeres aguanten a maridos golpeadores por la idea ancestral del sometimiento de la mujer al varón.
Jesús Alfredo Quintero Urías, Delegado en el Estado de Sinaloa de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos indígenas (CDI) y Leonides Gil Ramírez, presidente de la Comisión para la Atención de las Comunidades Indígenas, coincidieron al reconocer que la violencia doméstica es una de las formas más frecuentes de violación a los derechos humanos en todo el mundo, no solamente afecta a las mujeres campesinas e indígenas, pero en el caso de las comunidades indígenas es un problema que se reproduce ancestralmente y que, por las estructuras tradicionales, muchas mujeres no denuncian.
Crescencio Ramírez Sánchez, coordinador adjunto de la Comisión para la Atención de las Comunidades Indígenas admitió que las mujeres indígenas son víctimas, en su propia casa, de violencia verbal, física, emocional por costumbres ancestrales, sin embargo advirtió que cada vez más mujeres indígenas están cambiando sus roles y defendiendo sus derechos.
Comentó, por experiencia propia como indígena triqui, que se debe trabajar en un contexto muy delicado, pues se trata de combatir la educación transmitida por siglos en los usos y costumbres de las familias indígenas que han visto, de generación en generación, la dominación machista del varón sobre la mujer como algo natural.