Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez El “descanso” tomado por Rubén Rocha Moya se da más en lo político que en lo físico. Escapa así temp...
Juan Manuel Partida Valdez
El “descanso” tomado por Rubén Rocha Moya se da más en lo político que en lo físico.
Escapa así temporalmente a los reclamos de morenistas que exigen se les recompense con un buen cargo en el próximo gobierno estatal.
Todos quieren un buen hueso con poder político y presupuesto suficiente.
Son muchos los tiradores, algunos de ellos con cuentas pendientes por actos de corrupción, y las presiones cobraban tintes de canibalismo tras el nombramiento a favor de Alejandro “El Diablo” Higuera como secretario particular en la transición de gobierno, y sobre el nombramiento que se daría de Enrique Inzunza Cázarez como próximo titular de la Secretaría General de Gobierno.
El énfasis y la velada amenaza de que la próxima administración debe ser de Morena, y de que el Partido Sinaloense debe conformarse con los alcaldes, diputados y regidores que consiguió.
Se dan golpes de pecho los autoproclamados morenistas “puros”, algunos de los que en la elección jugaron abiertamente las contras a su partido.
Quieren secuestrar a Rubén Rocha y a Sinaloa, y en medio de la rebatinga el dirigente pasista Héctor Melesio Cuén Ojeda declara que no presionarán para la entrega de nombramientos ni respingarán ante las decisiones que se tomen.
Rocha Moya no debe ceder a ninguno de los chantajes.
Es su primera gran prueba tras la victoria, lo que puede marcar el éxito o el fracaso de su gobierno.
OTRA INOCENTADA MÁS
Es increíble ver actitudes como la de Luis Guillermo Benítez Torres, presidente municipal de Mazatlán, lavarse de nuevo las manos irresponsable y cínicamente por el incremento en los contagios y muertes por covid.
No es novedad con esta cuarta transformación miserable que nos mata impunemente y con descaro.
A estos rufianes de la transa disfrazada de esperanza no les importa ni siquiera un poco la salud y la vida de los sinaloenses.
AMBICIONES Y TRAICIONES
Se repintan de cuerpo entero las cúpulas priístas nacionales en su disputa por apropiarse de lo poco que quedó de partido tras la paliza del seis de junio.
Las ambiciones de poder, otra vez por encima de las delicadas responsabilidades que tienen.
Y SEGÚN NOS SALVARON
Un millón 48 mil 576 muertes por la pandemia es el registro oficial de la Secretaría de Salud federal, muy por encima de lo que el falso mesías y su gatito nos han referido y hasta presumido.
A estos números tenemos que sumarle algunos miles más, porque son hasta el 20 de mayo anterior.
Una realidad trágica que con el acostumbrado atole se nos presenta como ejemplo al mundo.
Biba el cacas.