Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Sin duda un gran acierto lo que según el propio gobernador electo representa hasta hoy el único carg...
Juan Manuel Partida Valdez
Sin duda un gran acierto lo que según el propio gobernador electo representa hasta hoy el único cargo seguro en su gobierno: Adriana Ochoa del Toro como Coordinadora de Comunicación Social.
Conozco a Adriana desde principios de los años ochentas cuando llegué desde Noroeste Mazatlán a Noroeste Culiacán como responsable de Redacción, y a lo largo de estos años la he visto siempre muy empeñada y capaz.
Una excelente periodista que le sabe mucho a ese asunto tan delicado que en la política son las relaciones públicas, y así lo demostró en la reciente campaña electoral.
Muchas felicidades a nuestra apreciada amiga, que estamos seguros responderá satisfactoriamente a la confianza depositada.
Relevará a otro gran amigo y también agremiado de la Asociación de Periodistas de Sinaloa, Alberto Camacho, quien ha sabido cumplir muy bien su encomienda.
NI QUE FUERA GRIPA
Trabajadores del sector salud de Sinaloa renuevan esperanzas de que por fin les cumplan las tan repetidas promesas de basificación, que por cierto el presidente AMLO repite a cada rato como si resultara de su parte una novedad.
Confían que el próximo gobernador Rubén Rocha Moya intervenga para que se les cumpla por fin lo que tantas veces les han prometido.
Puntualicemos que la decisión es por el gobierno federal, y que las bases sindicales que durante los últimos años se han aprobado beneficiaron casi en exclusividad a los recomendados del sindicato y de los políticos.
Muchos trabajadores con más de diez años de antigüedad siguen esperando, mientras algunos que apenas llegaron recibieron la basificación y un nombramiento con salario importante.
Dudamos mucho de que las cosas cambien para bien y que se atienda a quienes más derechos tienen, pero tampoco hay que perder la esperanza.
Sucederá algún día, por las buenas o por las malas.
AUSTERIDAD ASESINA
Para la cuarta transformación, la salud pública les representa un gasto más que una inversión.
Prefieren, por ejemplo, pagar doce mil pesos como “apoyo” a familiares de algunos muertos por covid, a comprar medicinas para atender a los enfermos y equipos de protección para los médicos.
Es un asunto de números, y se van por lo “barato”.
Aunque los “ahorros” de la austeridad criminal signifiquen la muerte de muchos miles de mexicanos.
Sucede así por más que el mata niños y sus chairos lo nieguen, y por ningún lado se ve la posibilidad de remediar esas irresponsabilidades por la cobardía de los políticos de “oposición” y la servidumbre de los aliados cuatroté.
Primeros los sobres y luego los pobres.
El manejo politiquero del presupuesto, para la compra de conciencias.