Sobre el camino Benjamín Bojórquez Olea Considero que la palabra dignidad no se usa demasiado en nuestro vocabulario cotidiano. Casi siempr...
Benjamín Bojórquez Olea
Considero que la palabra dignidad no se usa demasiado en nuestro vocabulario cotidiano. Casi siempre nos acordamos de ella cuando observamos un abuso flagrante e indignante contra los derechos de una persona o colectivo. Quizá sea así al tratarse de una cualidad grande, pero, tan discreta, que llama más la atención cuando se pierde o nos la arrebatan. Una persona protege su dignidad cuando se valora a sí misma por quién es, antes de por lo que hace, por lo que tiene o por quién le acompaña. Es una cuestión de respeto a sí mismo. Y no le permite a nadie, si está en su mano, que apague esa luz interior. ¡A nadie! Pocas veces un propietario de un partido en sus muchos años de historia ha hecho gala de tanta falta de coraje para dar la cara y ofrecer explicaciones a sus seguidores. Amparado en políticas rancias, perdió toda la dignidad que le quedaba como dueño de un histórico partido local al salir por la puerta de atrás y evitar el abucheo de sus propios seguidores y pertenecientes a su estructura política Pasista, que exigen una explicación de cómo ha sido posible la quiebra política del PAS, porque el agujero que ha provocado ha generado un océano de críticas, que finalmente se quedarán grabadas con letras de oro. Es decir, un fracaso total. A pesar de eso, no tuvo ni el coraje, ni la gallardía ni la dignidad de salir a dar la cara, aunque solo fuese por hacerse merecedor de ser escuchado. Más claro ni el agua. Algo que debe de apenar en demasía es la aptitud y dignidad del maestro en ciencias, Héctor Melesio Cuén Ojeda. El mundo en contra de él. Le es difícil convivir con la congruencia que él (y hay que suponer que solo él) ha mantenido en su vida política. En esencia, Cuén demuestra estar generosamente dotado del gen de la victimización, ese que es tan socorrido como dañino para nuestra sociedad, cómo no escuchar la plañidera diaria del “nos dejaron hasta el último… con letra chiquitita…”, siendo que el orden de los partidos en la boleta electoral está determinado por la antigüedad de su registro, al tiempo que el tamaño de los logos es exactamente el mismo. Por lo visto, tener facilidad para la victimización no resta habilidad para intentar, así sea de manera subrepticia, obtener lo que desea. Cuén entregó su capital político a un partido al que él en lo personal criticó enfáticamente, es caer en filosofías muertas, pues aumenta el índice de victimización personal. De forma recurrente le harán la pregunta al maestro Cuén, ¿en qué momento pierde un político su dignidad? El día que cambia sus convicciones más esenciales lo pierde todo. Qué pena. A confesión de parte, relevo de pruebas. Nada más citar un breve comentario en relación a su lugar de origen, Badiraguato, pues Cuén tendrá obligadamente que recibir órdenes de su nuevo jefe político, Rubén Rocha Moya, se entiende, ya que será como una especie de coordinador de campaña, pues en su tierra pasa o pasará algo muy extraño e insólito, ya que los cinco registros de Morena por la alcaldía, José Paz López, Verónica Avilés, Eric Lazcano, Martin Meza y Albertico Medina, en ese orden son los pretensos aspirantes, pero aquí algo sucederá, pues hay les va. La propuesta por lógica del PAS sería Armando Cuén, lo cual representa a las siglas del PAS, como todo un luchador social y congruente, pero, como es un municipio que se le entregará al partido sinaloense, será el propio Cuén quien designe el candidato que encabece dicha alianza PAS – Morena, aquí lo interesante es que lo tienen atado de manos, ya que a petición del nuevo jefe político de Cuén tendrá que poner al joven que el mismo odia desde hace algunos lustros, pues si bien lo recuerdan la lucha encarnizada a muerte en el 2008 entre Cuén y José Paz, y será por propios y extraños la propuesta de Cuén en el vecino municipio de Badiraguato, lo que desencadenará un mar de críticas al interior de dichos partidos y ni se diga al exterior en la opinión pública. Lo que recomendamos a Verónica Avilés como un activo importante que piense con la cabeza fría, ya que cuando no se tienen condiciones debería unirse a un proyecto político que, si las tenga, por ser competitiva y sobrevivir para la siguiente elección en el 2024. Por los demás actores mencionados tendrán que continuar haciendo fila, ya que el designado en esa alianza infructuosa será el eterno rival de Cuén, peor aún, será el mismo líder del PAS quien designe a José Paz López. “Y se verán cosas peores”. El mismo escenario se presentará en el bello puerto de Mazatlán, entonces, ¿de qué jugada maestra hablan?
GOTITAS DE AGUA:
Lo que se ve y se observa en Angostura municipio es indignante y de locura política, pues la aún alcaldesa del municipio citado, Aglaee Montoya Martínez, no tiene decencia y mucho menos compromiso y pacto con los grupos que la llevaron a la victoria en las pasadas elecciones de 2018. En pocas palabras, continúa traicionando a los grupos políticos más connotados de la localidad. Por ello no dejar de mencionar en nuestros espacios, que Aglaee lo quiere todo incluso hasta lo que no es de ella, pues la nueva ejidataria edil no logra realizar los acuerdos, al que es objeto de críticas derivado a su condición actual, por buscar la reelección en dicho municipio, sabemos que no trae las canicas necesarias para ser competitiva, y por esa causa, quiere solicitar su licencia indefinida de palabra, ya que su renuncia es irrevocable y únicamente sería por un tema de salud crónico personal muy serio que le impediría continuar en funciones, su sola licencia de palabra es lo que se le ve muy mal, pues si su licencia indefinida lo hace de manera pública, que su regreso sería tras perder la elección y argumentar que de ganar regresaría hasta que empiece nuevamente su nuevo periodo, esto último sería lo ideal, lo que significa, que no se siente victoriosa y que quiere aprovechar al máximo continuar viviendo del erario, pues sabe que al solicitar su licencia de palabra estaría ganando dos cosas, llegar al poder nuevamente tras ganar la elección y regresar al Ayuntamiento en caso de perder, eso a mi criterio es mandar señales de derrota y de gula política. Por otra parte, las negociaciones son muy evidentes, dejar al Síndico Procurador, Arturo Ávila Atondo de interino y así poder realizar las paces como está pactado y negociado. Pero la señora ejidataria de la oficina más importante del Ayto tiene otra opinión y otra forma de pensar muy diferente y se reúsa hacerlo, ya que en su ADN únicamente existe “que todo para ella” y nada para compartir y mucho menos delegar, pues sabemos que la política sin acuerdos y compromisos no funciona, lo cual da margen a que la “gula” política y económica de Aglaee Montoya Martínez no tiene ni nombre ni precedente alguno. Con esto, sí que se está volando la barda. Le recomendamos a la alcaldesa que valore sus acciones ya que deja un mal sabor de boca en las organizaciones y propia estructura de su partido al que pertenece, pues con eso de solicitar licencia indefinida de palabra demuestra que no ha cambiado y no cambiará de aptitud, porque como dice el dicho, “genio y figura, hasta la sepultura”. “Nos vemos Mañana”…