• El llamado candidato de las izquierdas enarbola una doble moral inaceptable, que tiene que ser investigada, piden priistas. ...
• El llamado
candidato de las izquierdas enarbola una doble moral inaceptable, que tiene que
ser investigada, piden priistas.
• La irregular
petición a un grupo de empresarios por seis millones de dólares (casi 90
millones de pesos), rebasa el tope impuesto por la ley electoral, que
equivale a 33 millones 611 mil 208 pesos.
El Partido Revolucionario Institucional
presentará una queja ante la Unidad de Fiscalización del Instituto
Federal Electoral y ante la Fiscalía Especializada para la Atención de
Delitos Electorales para que se investigue el origen y destino de seis millones
de dólares, que un grupo de simpatizantes allegados a Andrés Manuel López
Obrador exigió en una reunión secreta a empresarios del país.
De acuerdo con un video presentado ante la
opinión pública, la solicitud de dinero equivalente a 90 millones de pesos,
sobrepasa en tres veces el tope permitido en el Código Federal de Instituciones
y Procedimientos Electorales para aportaciones privadas, que es de 33 millones
611 mil 208 pesos y que desprende una sanción que puede ser amonestación,
sanción económica o pérdida del registro.
En conferencia de prensa, el vocero del Comité
Ejecutivo Nacional, Eduardo Sánchez Hernández; el representante del PRI ante el
IFE, Sebastián Lerdo de Tejada y el vice coordinador de la campaña de Enrique
Peña Nieto, Jorge Carlos Ramírez Marín, demandaron la investigación inmediata
de los gastos de campaña de López Obrador, ante la irregularidad del
procedimiento y el monto de los recursos solicitados a los hombres de negocios.
Explicaron que exigirán al IFE un informe
detallado que permita aclarar el origen, destino y la fuente del financiamiento
de cada uno de los recursos que están siendo usados por López Obrador en su
campaña, ante la posibilidad de que puedan desviarlos para financiar marchas y
plantones postelectorales.
Ante la gravedad del asunto, el vocero del CEN
priista, Eduardo Sánchez Hernández lanzó tres preguntas al candidato de las
izquierdas: ¿Para qué es el dinero, para la campaña, o son recursos para poder
organizar plantones como lo que hizo en Reforma en la pasada contienda
presidencial?
¿Por qué la reunión es secreta e inconfesable,
por qué solamente la entrega de recursos la pueden saber Andrés Manuel López
Obrador y los aportantes? ¿Es esta la forma en que se han financiado sus gastos
de campaña, es la razón por la que no han podido presentar ante el IFE las
cuentas de su campaña?
Por su parte, el representante del PRI ante el
IFE, Sebastián Lerdo de Tejada dijo que existe la duda sobre si la petición de
los seis millones de dólares se hizo a personas físicas o empresas, sobre todo
cuando los artículos 77 y 78 impide tácitamente la entrega de recursos por
parte de empresas mercantiles a candidatos a puesto de elección popular.
Al resaltar la gravedad normativa de este asunto
y que refleja claramente la doble moral López Obrador, el diputado federal
priista dijo que junto con la entrega de recursos del aportante se incluye una
audiencia con el candidato presidencial perredista, e incluso una con el
abanderado de PRD en el DF, Miguel Ángel Mancera para que les “explique todas
sus dudas”.
En tanto, el vice coordinador de la campaña de
Enrique Peña Nieto, Jorge Carlos Ramírez Marín demandó que l.a autoridad
electoral realice una investigación, ya que el asunto detona y es motivo
suficiente para investigar quién es Luis Costa Bonino el personaje que pide el
dinero.
Resaltó que la petición de los 90 millones de
pesos representaría que el PRD tenga acceso a financiar, por ejemplo, más de 20
mil espectaculares, “en el fondo, estamos viendo el mismo modus operandi: unos
llegan, piden, se queman, se ensucian las manos y nadie sabe a dónde va el
dinero”.
Ramírez Marín demandó respuestas inmediatas y
verdaderas a Andrés Manuel López Obrador, pues ahora resulta que “pasaron de
las ligas menores a las ligas mayores, y ahora digan no tenemos nada que ver.
Por lo menos nos deben una explicación; es la reedición de un nuevo Bejarano”.