El proceso electoral en Sinaloa ha pasado a una nueva fase, en la que la definición de los partidos políticos se hace necesaria,llegan a ell...
El proceso electoral en Sinaloa ha pasado a una nueva fase, en la que la definición de los partidos políticos se hace necesaria,llegan a ella en medio de indefiniciones y confrontación, pero cada día es más claro que habrá dos candidatos en la contienda, podrán cambiar los nombres pero, los institutos políticos han definido que el PRI, PANAL y PVEM van en alianza, frente al PAN, PRD, Convergencia y PT.
Estos dos bloques tienen por candidato, en el mes de marzo, a Jesús Vizcarra Calderón por el grupo Aguilar Padilla, mientras que en la oposición tenemos a Mario López Valdez, Héctor Melesio Cuen Ojeda y Manuel Clouthier. La indefinición de la oposición ha llevado a que se empantane por momentos los mecanismos para la elección del candidato; la cúpula panista encabezada por Nava ha impulsado el acercamiento con Mario López Valdez (Senador Priista), mientras que la dirigencia local del estado insiste en impulsar la figura de Héctor Melesio Cuen Ojeda.
Estamos ante un momento político que podemos medir a partir de la distribución de los equipos políticos y la mentalidad de los actores, es un contexto en el que la práctica concreta de la política va definiendo la participación de los candidatos; mientras la oposición no define al candidato y se hace bolas en los mecanismo de definición, el priismo local ha impuesto al suyo, en una muestra de la prepotencia histórica del partido.
¿Cuál es el escenario futuro? Los partidos confían encontrar la brújula del proceso electoral aprovechando el contexto de acotación de las campañas electorales a los designios de la nueva Ley Electoral, en dondela propaganda de los partidos es una potestad de los organismos electorales “ciudadanos”.
No se tiene la certidumbre de quién será el candidato de la oposición, y mientras los grupos haces sus cálculos electorales, los escenarios en los que piensan van siendo cada vez más territoriales y construyen definiciones de orden geopolítico, así el cálculo de las fuerzas electorales, pasa a una escala de sindicaturas y colonias, palmo a palmo se van midiendo las fuerzas sociales con las que se cuenta.
La geopolítica electoral, coloca a Mario López Valdez con una presencia considerable en el norte y centro del estado, Jesús Valdez tiene presencia en el centro y sur del estado y Héctor Melesio en el sur y el centro. Si pasamos a una escala municipal y más aún a las colonias, fraccionamientos o las sindicaturas, el mosaico electoral va cambiando, los matices se van encontrando, y en ese nivel las preferencias electorales tienen un cambio constante.
Las fuerzas sociales se están midiendo. Pero fuera de la lógica partidaria, en donde está la principal preocupación del sistema electoral, hay miles de ciudadanos incrédulos, que consideran que los procesos electorales en este país son una puesta en escena, sin más futuro que el despilfarro del erario público y la negación de la participación ciudadana. Ahí en el convencimiento de los incrédulos es en lo que debe pensar la partidocracia del estado de Sinaloa, basta recordar la apatía del electorado en los últimos procesos para la elección de diputados.
Estos dos bloques tienen por candidato, en el mes de marzo, a Jesús Vizcarra Calderón por el grupo Aguilar Padilla, mientras que en la oposición tenemos a Mario López Valdez, Héctor Melesio Cuen Ojeda y Manuel Clouthier. La indefinición de la oposición ha llevado a que se empantane por momentos los mecanismos para la elección del candidato; la cúpula panista encabezada por Nava ha impulsado el acercamiento con Mario López Valdez (Senador Priista), mientras que la dirigencia local del estado insiste en impulsar la figura de Héctor Melesio Cuen Ojeda.
Estamos ante un momento político que podemos medir a partir de la distribución de los equipos políticos y la mentalidad de los actores, es un contexto en el que la práctica concreta de la política va definiendo la participación de los candidatos; mientras la oposición no define al candidato y se hace bolas en los mecanismo de definición, el priismo local ha impuesto al suyo, en una muestra de la prepotencia histórica del partido.
¿Cuál es el escenario futuro? Los partidos confían encontrar la brújula del proceso electoral aprovechando el contexto de acotación de las campañas electorales a los designios de la nueva Ley Electoral, en dondela propaganda de los partidos es una potestad de los organismos electorales “ciudadanos”.
No se tiene la certidumbre de quién será el candidato de la oposición, y mientras los grupos haces sus cálculos electorales, los escenarios en los que piensan van siendo cada vez más territoriales y construyen definiciones de orden geopolítico, así el cálculo de las fuerzas electorales, pasa a una escala de sindicaturas y colonias, palmo a palmo se van midiendo las fuerzas sociales con las que se cuenta.
La geopolítica electoral, coloca a Mario López Valdez con una presencia considerable en el norte y centro del estado, Jesús Valdez tiene presencia en el centro y sur del estado y Héctor Melesio en el sur y el centro. Si pasamos a una escala municipal y más aún a las colonias, fraccionamientos o las sindicaturas, el mosaico electoral va cambiando, los matices se van encontrando, y en ese nivel las preferencias electorales tienen un cambio constante.
Las fuerzas sociales se están midiendo. Pero fuera de la lógica partidaria, en donde está la principal preocupación del sistema electoral, hay miles de ciudadanos incrédulos, que consideran que los procesos electorales en este país son una puesta en escena, sin más futuro que el despilfarro del erario público y la negación de la participación ciudadana. Ahí en el convencimiento de los incrédulos es en lo que debe pensar la partidocracia del estado de Sinaloa, basta recordar la apatía del electorado en los últimos procesos para la elección de diputados.