ALBERTO AVILÉS http://columnas.ejecentral.com.mx/ Hasta hace muy poco todo parecía indicar que el Partido Acción Nacional, participando e...
ALBERTO AVILÉS
http://columnas.ejecentral.com.mx/
Hasta hace muy poco todo parecía indicar que el Partido Acción Nacional, participando en una alianza opositora al PRI, y como una imposición del centro al panismo local, postularía como su candidato a gobernador al senador Mario López Valdez, “Malova”.
Hoy no es así. Una serie de factores ha contribuido a que el legislador se haya quedado prácticamente en el camino. A saber:
Primero: Muchos de los panistas sinaloenses tradicionales jamás aceptarían que su partido cobijara a un personaje tan estrechamente ligado al ex gobernador Juan Sigfrido Millán, a quien el PAN histórico considera su principal adversario. Esta situación, con toda seguridad, fracturaría permanentemente a dicho partido.
Segundo: La precandidatura de López Valdez, más que un proyecto político definido, surgió como un intento del millanismo, que ha empleado en dicho afán toda suerte de argucias, para cerrarle el paso al alcalde con licencia de Culiacán, Jesús Vizcarra Calderón.
Tercero: La semana pasada fue arrestado, acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) de lavado de dinero, Luis Pérez Hernández, un operador ancestral de Juan Millán, director de Gobierno en su sexenio, situación que hace, ahora sí, prácticamente insostenible que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, que encabeza César Nava, continúe tratando de imponer a Malova y quebrantando así su compromiso con los panistas de Sinaloa de permitirles elegir a su candidata o candidato.
Al respecto, el doctor Arturo Santamaría escribió el sábado en el diario Noroeste, de Culiacán, que “la detención de Luís Pérez, ex funcionario de Gobierno, policía político, destacado cuadro del millanismo y el más visible operador de Malova es, por supuesto, un golpe y advertencia a las aspiraciones del Senador Mario López Valdez de convertirse en candidato a Gobernador por parte de una coalición partidaria encabezada por el PAN”.
Agrega Santamaría que “los panistas de Sinaloa, y de todo el País, tienen razón cuando acusan que su partido se está desfigurando, alejándose de los principios que le dieron nacimiento. En este escenario, algunos de sus militantes llegan a insinuar que es mejor no ganar el poder donde no se tiene, como en Sinaloa, si va en prenda el extravío de sus principios y programa partidario”.
Y cuarto: El martes 11 de marzo, el máximo dirigente del PAN en Sinaloa, Francisco Solano Urías, anunció que su partido elegirá a su candidato a gobernador mediante consulta abierta a la militancia. Ese mismo día, Solano declaró que “el método para elegir candidato va a ser en los términos en que nosotros lo estábamos solicitando, es abierto a la participación de todos los miembros activos del partido y adherentes”.
Sólo falta que tal procedimiento quede oficialmente validado en la convocatoria del PAN para las candidaturas a gobernador, alcaldes y diputados locales en Sinaloa, que pudiera aparecer publicada hoy lunes, o a más tardar el martes.
No obstante habrá que leerla, pues aún existe la posibilidad de que el CEN del PAN, si prevalece el empecinamiento de Nava, conserve su prerrogativa de proceder mediante una “designación directa” del candidato en Sinaloa, algo que francamente considero muy improbable.
¿Qué opciones, pues, le quedarían a Malova?
a) Aventurarse en una coalición con el PRD, Convergencia y quizá el PT, en la que no participaría el PAN.
b) Olvidarse definitivamente de que puede ser gobernador, retirarse de la contienda y permanecer en el PRI para concluir su periodo como senador en 2012.
c) Optar por la anterior alternativa, pero sumándose a la campaña del eventual candidato del PRI.
Sólo así, hipotéticamente (muy hipotéticamente), se salvarían él, sus seguidoras y seguidores, de un seguro ostracismo político sexenal.
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Hasta hace muy poco todo parecía indicar que el Partido Acción Nacional, participando en una alianza opositora al PRI, y como una imposición del centro al panismo local, postularía como su candidato a gobernador al senador Mario López Valdez, “Malova”.
Hoy no es así. Una serie de factores ha contribuido a que el legislador se haya quedado prácticamente en el camino. A saber:
Primero: Muchos de los panistas sinaloenses tradicionales jamás aceptarían que su partido cobijara a un personaje tan estrechamente ligado al ex gobernador Juan Sigfrido Millán, a quien el PAN histórico considera su principal adversario. Esta situación, con toda seguridad, fracturaría permanentemente a dicho partido.
Segundo: La precandidatura de López Valdez, más que un proyecto político definido, surgió como un intento del millanismo, que ha empleado en dicho afán toda suerte de argucias, para cerrarle el paso al alcalde con licencia de Culiacán, Jesús Vizcarra Calderón.
Tercero: La semana pasada fue arrestado, acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) de lavado de dinero, Luis Pérez Hernández, un operador ancestral de Juan Millán, director de Gobierno en su sexenio, situación que hace, ahora sí, prácticamente insostenible que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, que encabeza César Nava, continúe tratando de imponer a Malova y quebrantando así su compromiso con los panistas de Sinaloa de permitirles elegir a su candidata o candidato.
Al respecto, el doctor Arturo Santamaría escribió el sábado en el diario Noroeste, de Culiacán, que “la detención de Luís Pérez, ex funcionario de Gobierno, policía político, destacado cuadro del millanismo y el más visible operador de Malova es, por supuesto, un golpe y advertencia a las aspiraciones del Senador Mario López Valdez de convertirse en candidato a Gobernador por parte de una coalición partidaria encabezada por el PAN”.
Agrega Santamaría que “los panistas de Sinaloa, y de todo el País, tienen razón cuando acusan que su partido se está desfigurando, alejándose de los principios que le dieron nacimiento. En este escenario, algunos de sus militantes llegan a insinuar que es mejor no ganar el poder donde no se tiene, como en Sinaloa, si va en prenda el extravío de sus principios y programa partidario”.
Y cuarto: El martes 11 de marzo, el máximo dirigente del PAN en Sinaloa, Francisco Solano Urías, anunció que su partido elegirá a su candidato a gobernador mediante consulta abierta a la militancia. Ese mismo día, Solano declaró que “el método para elegir candidato va a ser en los términos en que nosotros lo estábamos solicitando, es abierto a la participación de todos los miembros activos del partido y adherentes”.
Sólo falta que tal procedimiento quede oficialmente validado en la convocatoria del PAN para las candidaturas a gobernador, alcaldes y diputados locales en Sinaloa, que pudiera aparecer publicada hoy lunes, o a más tardar el martes.
No obstante habrá que leerla, pues aún existe la posibilidad de que el CEN del PAN, si prevalece el empecinamiento de Nava, conserve su prerrogativa de proceder mediante una “designación directa” del candidato en Sinaloa, algo que francamente considero muy improbable.
¿Qué opciones, pues, le quedarían a Malova?
a) Aventurarse en una coalición con el PRD, Convergencia y quizá el PT, en la que no participaría el PAN.
b) Olvidarse definitivamente de que puede ser gobernador, retirarse de la contienda y permanecer en el PRI para concluir su periodo como senador en 2012.
c) Optar por la anterior alternativa, pero sumándose a la campaña del eventual candidato del PRI.
Sólo así, hipotéticamente (muy hipotéticamente), se salvarían él, sus seguidoras y seguidores, de un seguro ostracismo político sexenal.