Los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) rompieron alianzas de cara a las elecciones de 2010 y 2012, en un de...
Los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) rompieron alianzas de cara a las elecciones de 2010 y 2012, en un debate de más de cinco horas en San Lázaro.
En dicho debate se acusaron prácticamente de todo y el líder del partido blanquiazul, César Nava, retó al gobernador mexiquense, Enrique Peña y a la dirigente del PRI nacional, Beatriz Paredes, a debatir sobre el pacto entre los dos partidos.
La tribuna se convirtió en un auténtico ring, allí la esgrima verbal por momentos llevó al debate a niveles escatológicos, pocas veces visto en el Congreso mexicano y en donde se exhibieron libros y periódicos para acusar al adversario.
Esas acusaciones lo mismo eran por la crisis económica, que por el aumento de los impuestos o de la corrupción.
"Es violencia intrafamiliar", señalaron diputados del PRD y PT ante el espectáculo que inició el panista César Nava, quien fue el primero en subir a tribuna para rechazar las acusaciones y calificativos de "Pinocho y mentiroso" que la víspera le habían endosado los priistas.
Nava Vázquez subió a tribuna ante la rechifla y los diversos calificativos de la bancada del partido tricolor, que por el pacto con la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, incluía aprobar la Ley de Ingresos en el Senado de la República con el Impuesto del Valor Agregado (IVA) a cambio de no realizar alianzas en el estado de México.
Evidentemente molesto, Nava Vázquez se refirió a los insultos recibidos 24 horas antes en esa misma tribuna y a la piñata que sentaron en las curules los priistas.
"Ese Pinocho estaba bien sentado donde estuvo ayer, porque 70 años de mentiras, de falsificación y de fraude, no se borran con un copete y con gel".
Desde su curul, Paredes Rangel respondió a las acusaciones del líder panista y dijo: "no tiene sentido hablar con César Nava porque no respeta lo que dice".
Acto seguido lo cuestionó sobre las recientes declaraciones del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien refirió que el acuerdo fue darle viabilidad a la gobernabilidad.
Nava lanzó el reto al gobernador Peña Nieto y a la propia Paredes Rangel a debatir públicamente el acuerdo antialiancista en el estado de México a cambio de la Ley de Ingresos 2010, que incluye el aumento del IVA de 15 a 16 por ciento.
Los ánimos se encendían y el diputado panista, Carlos Luis Meillón Johnston, propuso, desde su curul, que para esclarecer este asunto y ante las repetidas y mutuas acusaciones, ambos dirigentes deberían someterse a la prueba del polígrafo.
Tras el planteamiento la diputada Beatriz Paredes, también desde su curul, dijo estar "absolutamente dispuesta a cualquier tipo de prueba, y ojalá que otros funcionarios también estuviesen dispuestos".
En ese mismo sentido se pronunció César Nava, "fui también aludido personalmente y respondo lo mismo. Estoy dispuesto a someterme al polígrafo y a cualquier instrumento de control de la veracidad el día, en el lugar y en la hora que señale la diputada Beatriz Paredes y el gobernador Enrique Peña Nieto".
La defensa del gobernador Peña Nieto estuvo a cargo de los diputados priistas mexiquenses y de los legisladores ecologistas de aquella entidad.
El diputado del PRI, Víctor Humberto Benítez Treviño, refirió que el acuerdo fue firmado el 30 de octubre y el paquete fiscal fue aprobado 10 días antes, lo que significa que "no fue un convenio retroactivo", por lo que el dirigente nacional del PAN, César Nava, miente, asestó.
Los diputados del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se envolvieron en la bandera del gobierno mexiquense y Juan José Guerra Abud sostuvo que Nava Vázquez no tenía el nivel para debatir con Peña Nieto.
De su lado, Alejandro del Mazo hizo la defensa del mandatario mexiquense, eso fue suficiente para que desde la bancada del PAN el diputado Guadalupe Robles le arrojara un puñado de monedas.
Mientras el diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, quien fue el artífice de este debate que se prolongó por dos días, criticó la tardanza del presidente nacional del PAN a aclarar el "pacto secreto" y le espetó: "César Nava llega tarde y mal, el debate era ayer".
"La cúpula del PAN y la del PRI le deben una disculpa pública al pueblo de México porque ya reconocieron que le fincaron impuestos a la población del país a cambio de sus acuerdos electorales; aquí lo acaba de ratificar César Nava", dijo el ex líder de los deudores.
Por parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el diputado Víctor Manuel Castro Cosío expresó: "qué desverguenzas escuchar que subir los impuestos es por el bien de México".
Fue más allá y remarcó: "qué despropósito es venir a esta tribuna y aceptar públicamente que juntos aceptaron y suscribieron un acuerdo para seguir arruinando la economía nacional y a hacer públicos sus vergonzosos acuerdos, no es por el bien de México: hay que discutir las alianzas de cara al pueblo, que no nos dé pena".
A su vez, Porfirio Muñoz Ledo advirtió sobre el riesgo de continuar con este tipo de debates que sólo desprestigian al Congreso y a la política.
Perfiló la propuesta de que ante la descomposición social, la crisis económica y de seguridad, se analice el tema de un gobierno de transición, que se encuentra previsto en la Constitución.
Casi al final del debate de más de cinco horas, el priista y ex procurador mexiquense, Alfonso Navarrete Prida, daba el golpe final con la petición de conformar una Comisión Especial que investigue los negocios de funcionarios y dirigentes del PAN en Petróleos Mexicanos (Pemex).
En dicho debate se acusaron prácticamente de todo y el líder del partido blanquiazul, César Nava, retó al gobernador mexiquense, Enrique Peña y a la dirigente del PRI nacional, Beatriz Paredes, a debatir sobre el pacto entre los dos partidos.
La tribuna se convirtió en un auténtico ring, allí la esgrima verbal por momentos llevó al debate a niveles escatológicos, pocas veces visto en el Congreso mexicano y en donde se exhibieron libros y periódicos para acusar al adversario.
Esas acusaciones lo mismo eran por la crisis económica, que por el aumento de los impuestos o de la corrupción.
"Es violencia intrafamiliar", señalaron diputados del PRD y PT ante el espectáculo que inició el panista César Nava, quien fue el primero en subir a tribuna para rechazar las acusaciones y calificativos de "Pinocho y mentiroso" que la víspera le habían endosado los priistas.
Nava Vázquez subió a tribuna ante la rechifla y los diversos calificativos de la bancada del partido tricolor, que por el pacto con la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, incluía aprobar la Ley de Ingresos en el Senado de la República con el Impuesto del Valor Agregado (IVA) a cambio de no realizar alianzas en el estado de México.
Evidentemente molesto, Nava Vázquez se refirió a los insultos recibidos 24 horas antes en esa misma tribuna y a la piñata que sentaron en las curules los priistas.
"Ese Pinocho estaba bien sentado donde estuvo ayer, porque 70 años de mentiras, de falsificación y de fraude, no se borran con un copete y con gel".
Desde su curul, Paredes Rangel respondió a las acusaciones del líder panista y dijo: "no tiene sentido hablar con César Nava porque no respeta lo que dice".
Acto seguido lo cuestionó sobre las recientes declaraciones del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien refirió que el acuerdo fue darle viabilidad a la gobernabilidad.
Nava lanzó el reto al gobernador Peña Nieto y a la propia Paredes Rangel a debatir públicamente el acuerdo antialiancista en el estado de México a cambio de la Ley de Ingresos 2010, que incluye el aumento del IVA de 15 a 16 por ciento.
Los ánimos se encendían y el diputado panista, Carlos Luis Meillón Johnston, propuso, desde su curul, que para esclarecer este asunto y ante las repetidas y mutuas acusaciones, ambos dirigentes deberían someterse a la prueba del polígrafo.
Tras el planteamiento la diputada Beatriz Paredes, también desde su curul, dijo estar "absolutamente dispuesta a cualquier tipo de prueba, y ojalá que otros funcionarios también estuviesen dispuestos".
En ese mismo sentido se pronunció César Nava, "fui también aludido personalmente y respondo lo mismo. Estoy dispuesto a someterme al polígrafo y a cualquier instrumento de control de la veracidad el día, en el lugar y en la hora que señale la diputada Beatriz Paredes y el gobernador Enrique Peña Nieto".
La defensa del gobernador Peña Nieto estuvo a cargo de los diputados priistas mexiquenses y de los legisladores ecologistas de aquella entidad.
El diputado del PRI, Víctor Humberto Benítez Treviño, refirió que el acuerdo fue firmado el 30 de octubre y el paquete fiscal fue aprobado 10 días antes, lo que significa que "no fue un convenio retroactivo", por lo que el dirigente nacional del PAN, César Nava, miente, asestó.
Los diputados del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se envolvieron en la bandera del gobierno mexiquense y Juan José Guerra Abud sostuvo que Nava Vázquez no tenía el nivel para debatir con Peña Nieto.
De su lado, Alejandro del Mazo hizo la defensa del mandatario mexiquense, eso fue suficiente para que desde la bancada del PAN el diputado Guadalupe Robles le arrojara un puñado de monedas.
Mientras el diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, quien fue el artífice de este debate que se prolongó por dos días, criticó la tardanza del presidente nacional del PAN a aclarar el "pacto secreto" y le espetó: "César Nava llega tarde y mal, el debate era ayer".
"La cúpula del PAN y la del PRI le deben una disculpa pública al pueblo de México porque ya reconocieron que le fincaron impuestos a la población del país a cambio de sus acuerdos electorales; aquí lo acaba de ratificar César Nava", dijo el ex líder de los deudores.
Por parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el diputado Víctor Manuel Castro Cosío expresó: "qué desverguenzas escuchar que subir los impuestos es por el bien de México".
Fue más allá y remarcó: "qué despropósito es venir a esta tribuna y aceptar públicamente que juntos aceptaron y suscribieron un acuerdo para seguir arruinando la economía nacional y a hacer públicos sus vergonzosos acuerdos, no es por el bien de México: hay que discutir las alianzas de cara al pueblo, que no nos dé pena".
A su vez, Porfirio Muñoz Ledo advirtió sobre el riesgo de continuar con este tipo de debates que sólo desprestigian al Congreso y a la política.
Perfiló la propuesta de que ante la descomposición social, la crisis económica y de seguridad, se analice el tema de un gobierno de transición, que se encuentra previsto en la Constitución.
Casi al final del debate de más de cinco horas, el priista y ex procurador mexiquense, Alfonso Navarrete Prida, daba el golpe final con la petición de conformar una Comisión Especial que investigue los negocios de funcionarios y dirigentes del PAN en Petróleos Mexicanos (Pemex).
