Aguantarse las ganas de ir al baño, puede provocar que las personas pierdan el control de su vejiga, incluso en casos muy raros puede romper...

Aguantarse las ganas de ir al baño, puede provocar que las personas pierdan el control de su vejiga, incluso en casos muy raros puede romperse y requerir cirugía
Aguantar las ganas de orinar de forma esporádica, no implica ningún riesgo para la salud, por ejemplo si vas a un viaje largo y de momento no tienes un baño cerca, o para ver el final de una película en el cine.
Sin embargo, si por tu estilo de vida o cualquier otra situación, frecuentemente te aguantas las ganas de orinar convirtiéndose en un hábito, sí podría ser perjudicial para tu salud.
De acuerdo con el medio “La Vanguardia” las personas tienen ganas de orinar cuando hay alrededor de 150 a 200 mililitros dentro de la vejiga, pero la presión se vuelve incómoda cuando hay 400 o 500 mililitros.
Debido a lo anterior el cerebro puede dar la señal de aguantarse, pero no por siempre, por encima de los 1000 ml, puede provocar que las personas pierdan el control de su vejiga, incluso en casos muy raros puede romperse y requerir cirugía.
Entre otras consecuencias por aguantarse las ganas de ir al baño, están el riesgo de infección, las mujeres son más propensas a esto debido a que tienen la uretra más corta, de acuerdo con el doctor David Salaina, urólogo del Centro Médico Texnon.
Dichas infecciones pueden provocar cálculos en los riñones también conocidas como piedras e incluso también pueden presentarse en la vejiga o también favorecer el reflujo de la orina, que es cuando esta vuelve a los riñones.
Finalmente, también se puede desarrollar una vejiga con poca firmeza o flácida