Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez No hay a quién irle en el pleito entre el alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, y el diputado...
Juan Manuel Partida Valdez
No hay a quién irle en el pleito entre el alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, y el diputado local Serapio Vargas, porque a los dos les faltan más de noventa y cinco centavos para el peso.
En lo que sí existe una muy importante diferencia es en lo que cada uno es capaz de hacer en contra del otro: ambos pueden decirse lo que se les pegue la gana sin que el asunto vaya más allá de provocar la risa de muchos y la pena hacia sus personas, pero si la disputa implica acciones legales terminará siendo muy dispareja y llevaría las de perder el presidente municipal.
Nada puede decidir un cabildo en contra de un legislador local, salvo un pronunciamiento sin consecuencias legales, pero el Congreso del Estado puede destituir a un alcalde.
Para esto último se requiere una mayoría de parlamentarios y tendría que pasarse de los dimes y diretes a promover y conseguir la acción del poder legislativo en su conjunto.
He aquí el dilema, porque una y otra vez hemos visto complicidades de la mayoría morenista frente a las ilegalidades y los abusos de poder cometidos por algunos alcaldes de la putrefacción de cuarta.
A esto debe atenerse el alcalde Jesús Estrada, soberbio como resultado de la impunidad con que ha hecho y desecho a lo largo de más tres años en el poder.
¿Le pondrán un hasta aquí los diputados o los veremos de nuevos agachados, flojitos y cooperando?
Me temo que habrá “línea” para que los legisladores agraviados le bajen varias rayitas a la confrontación, y falta ver si terminan otra vez arrodillados con la maroma de ser “institucionales”.
Sobre el dicho de Serapio Vargas de que los patos le están tirando a las escopetas, Ferreiro diría que funciona cuando las escopetas tienen puras balas de salva.
CON ESOS AMIGOS
El mejor no me ayudes fue una de las tendencias principales ayer en las redes sociales, luego de que ya saben quién hizo como que defendió a la del espacio semanal de “quién es quién en las mentiras”.
Ana Elizabeth García Vilchis, con joyas como las de “no es falso, pero no es verdadero” y “no es falso, pero se exagera”, fue señalada por el expresidente Felipe Calderón como “la señorita que no sabe leer”, y Lopitos le respondió “pues no sabrá leer la señorita, pero no dice mentiras”.
O lo que es lo mismo, son más importantes los otros datos que la preparación y la capacidad.
Se terminó exhibiendo el pinocho mayor, con un nuevo plop en este gobierno que ya sobrepasó las más de cincuenta mil mentiras en las mañaneras.
Ya cada quien sabrá si se carcajea o se pone casi a llorar ante la tragicomedia que padecemos todos los mexicanos, con algunos masoquistas irresponsables que se sienten muy dignos.
SINALOA Y UAS AL RESCATE
Algo desorganizada la campaña de vacunación con la dosis de refuerzo contra el covid, por lo que toca a la participación de funcionarios y empleados del gobierno federal.
Afortunadamente las improvisaciones terminan corregidas por gente de la Secretaría de Salud estatal y las brigadas de vacunación de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Que no le aflojen, porque no se puede jugar con la salud y con la vida del pueblo.