Sobre el camino Benjamín Bojórquez Olea. Esta sucesión gubernamental en Sinaloa fue absolutista. Pues bien, lo que debe cuidar Rubén Rocha...
Benjamín Bojórquez Olea.
Esta sucesión gubernamental en Sinaloa fue absolutista. Pues bien, lo que debe cuidar Rubén Rocha Moya es tomar conciencia de la libertad y la democracia y del peligro que entraña su antítesis: el poder absoluto. Hay que reconocer ahora, después de la catástrofe política de la derecha en Sinaloa, que no deberá olvidarse jamás, que la inocente tesis estratégica aliancista fue capaz de echar a la hoguera a varios cientos de hombres y mujeres que murieron defendiendo un pensamiento idéntico. No lo hemos apreciado aun a Rubén Rocha Moya como gobernante, eso al tiempo, y más con ese poder absoluto que se vuelve peligroso si no se controlan las emociones. Las expectativas es otra historia que también juega un papel preponderante hacia un clima de gobernabilidad, pues aquí aplica una frase que tiene sentido común, “la paz cuesta”. Gracias a la sucesión gubernamental, el sinaloense tomó conciencia del valor de la libertad y la democracia, y del peligro que entraña su antítesis: el poder absoluto. Acá ofrezco un análisis exhaustivo que debería radicar ese mal e implementar un discurso diferente, para diferenciar otro estilo de gobierno más delegador y no concentrarlo en un solo hombre. El poder absoluto corrompe a quienes lo ejercen y a quienes lo sufren. Cuando los pueblos abdican de sus libertades la fatalidad los persigue. “Ojo con eso”. El cambio del poder absoluto, consiste en el dominio de un solo hombre, sin más ley que su voluntad, sin más límites que los impuestos por su conciencia, su interés, o la resistencia que encuentre en sus gobernados. “Ojo con eso también”. Tomo de referencia a Napoleón, que quiso que la patria fuera él y se equivocó; su decepción fue tremenda al ver que tan pronto como la fortuna dejó de favorecerle, todos lo abandonaron: lo abandonó el pueblo francés a quien él había oprimido y lo abandonaron los mariscales y funcionarios a quienes él había elevado. “Ojo con eso”. Podemos afirmar que los países en donde existe el poder absoluto, como Rusia y Turquía [...] a pesar de estar en Europa, en contacto con las naciones más civilizadas del mundo y de haber sido la última cuna de la antigua civilización, han permanecido indiferentes al progreso moderno y petrificados en sus antiguas civilizaciones, progresando muy lentamente; mientras que, en los países libres, el progreso ha sido portentoso y les alcanza por más lejos que se encuentren de los centros de cultura. “Ojo con eso también”. Como en estos países [de Latinoamérica] están tan arraigadas las formas republicanas, los gobernantes que llegan a imponerse para regirlos autocráticamente se ven obligados a respetar la forma [...] siendo que en realidad solo existe el poder absoluto de un hombre. Eso tiene que cuidar muy bien Rubén Rocha Moya, tomar de ejemplo esta antítesis, que como juicio realza límites y dirige acciones sin pretextos, ya que tiene todo en bandeja de plata para realizar un excelente ejercicio de gobierno, perfecto no, porque la perfección no existe. Las mejores pruebas de que un pueblo está gobernado por un poder absoluto son, a saber: que no hay nunca oposición ostensible, que no existen partidos políticos, que la prensa independiente apenas vive y es muy tímida, y por último, la más concluyente de todas, es que los funcionarios públicos resultan siempre electos por unanimidad de votos, y con la misma unanimidad las cámaras aprueban los actos del gobierno.
GOTITAS DE AGUA:
En conclusión, la consecuencia del poder absoluto es que las faltas pasan inadvertidas y si se notan, nadie puede hablar de ellas, porque todos comprenden que son irremediables. Los que hablan la verdad, son considerados por el público como desequilibrados, y por el gobierno como conspiradores. Ese juicio social es “trending topic” en México y respectivamente en Sinaloa. Bajo el poder absoluto poco a poco se va falseando hasta la opinión pública, tan perspicaz en los pueblos libres en donde es iluminada por los genios de la tribuna y de la pluma. Los países mejor gobernados, donde hay más libertad y el progreso es más patente, son aquellos donde existen poderosos partidos políticos que hacen oposición a los actos del gobierno cuando no están de acuerdo con sus ideales, ese es un tema que debería explotar a favor Rubén Rocha Moya cuando asuma su mandato de gobierno. Los efectos invariables del absolutismo han sido sumir a los pueblos en la obscura noche de la ignorancia y del fanatismo, haciéndoles perder la noción de su dignidad y olvidar el amor patrio y al que confió plenamente en un cambio en donde Rubén Rocha Moya hoy en día le tocó vivir una época de cambio radical, que hoy la sociedad comulga. Entonces, si son compartidos los criterios, tiene todo para realizar un gobierno sin pretextos. En todo momento, Rubén Rocha Moya debe gobernar con la ley, ser congruente consigo mismo. En ningún momento, Rubén Rocha Moya debe ejercer el poder absoluto, de lo contrario se niega a sí mismo. Sus enemigos añorarán el poder absoluto, pero el peligro recae cuando las decisiones son tomadas por un solo hombre. “Ojo al parche”. “Nos vemos Mañana”…