Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Medios de comunicación, periodistas y columnistas locales y “nacionales” nos refieren estos días en ...
Juan Manuel Partida Valdez
Medios de comunicación, periodistas y columnistas locales y “nacionales” nos refieren estos días en sus espacios el terror que sufrimos en la elección estatal.
Con esa palabra, terror, describen el sinnúmero de hechos que vimos en Sinaloa.
Retumban así con mayor fuerza en el escenario nacional los levantones, secuestros, heridos, amenazas y robos de urnas que Morena, su candidato ganador Rubén Rocha Moya y toda la pandilla de chairos nos dicen que no sucedieron, o que ningún escándalo debemos hacer porque según ellos es cosa de lo más “normal”.
Mario Zamora Gastélum fue entrevistado ayer en la mañana por Ciro Gómez Leyva y puntualizó que fueron cientos de hechos ilegales, muchos de ellos sin conocerse públicamente.
Hubo y hay miedo; no se ha presentado denuncia penal en contra de la participación del crimen organizado en el proceso electoral, porque no han encontrado un solo abogado que se atreva a hacer el trámite correspondiente.
Las amenazas del narco fueron claras, y no hay manera de enfrentar y ganarle a un narco poder que violentó la elección sin recato mientras nuestros gobiernos actuaban en abierta complicidad, cuando menos por omisión.
Se le tendrá que dar finalmente vuelta a la página del proceso electoral, pero nunca lo injusto nos debe resultar indiferente.
Admítase o no, quedará para siempre el estigma de “ganadores” impuestos por el crimen organizado, y de un presidente de la república abiertamente amafiado con los narcotraficantes.
HABRÁ BODAS MULTICOLOR
Se aprobó ayer el matrimonio igualitario en Sinaloa, y podrán unirse legalmente personas del mismo sexo; hubo puros votos a favor, aunque cerca de la mitad de diputados no asistieron o se ausentaron.
Una polémica que continuará entre quienes consideran que son uniones contra natura y quienes defienden que la libertad sexual tiene que estar garantizada plenamente y que el matrimonio debe ser, como se aprobó, la unión “entre dos personas”.
De nuestra parte hemos expresado y reiteramos nuestra convicción de que todos tenemos el derecho de ser felices como mejor nos parezca, mientras respetemos los derechos de los demás.
Imposible converger todas las opiniones.
Merecen también nuestro respeto quienes por razones religiosas o morales se oponen a lo que aprobó y legalizó ayer el Congreso de Sinaloa.
EL CÍNICO ASESINO
Cuánta desvergüenza del genocida al acusar que los mexicanos no reconocemos la labor del personal médico en contra de la pandemia, como si nadie supiera que él provocó la muerte de cientos de médicos y enfermeras a los que nunca les dio las protecciones indispensables contra el covid.
Su “reconocimiento” y “apoyo” han sido puros aplausos e izamientos de bandera.
NO ENTENDEMOS
Aguas con un rebrote más del virus en Sinaloa.
Las vacunas provocaron otro indebido relajamiento, con el aumento de contagiados y fallecidos.