A tres años del establecimiento de la Zona de Refugio Pesquero (ZRP) en el Sistema Lagunar Bahía de Altata – Ensenada del Pabellón, en Sinal...
A tres años del establecimiento de la Zona de Refugio Pesquero (ZRP) en el Sistema Lagunar Bahía de Altata – Ensenada del Pabellón, en Sinaloa, hoy los pescadores padecen la desaparición de un presupuesto para el refugio.
“Desde que entró la nueva administración (federal) se retiraron todos los apoyos. Sí teníamos un pequeño apoyo por el Gobierno del estado de Sinaloa, pero no del gobierno federal”, dijo Juan Diego Medina, presidente de la cooperativa pesquera del Puerto de Altata.
A falta de este subsidio, expuso que los pescadores tratan de sostener las tareas de supervisión mediante un apoyo de inspección y vigilancia para la pesquería de camarón otorgado por el Gobierno de Sinaloa con el cual, paralelamente, atienden el polígono del refugio pesquero.
“En el apoyo estatal me dan para cuidar el camarón. Son cinco meses, como 350 mil pesos. De esos, nosotros también lo utilizamos para cuidar el refugio, por qué, porque está en la misma área del camarón. Pero como decir ‘un recurso que está etiquetado para cuidar el refugio’ no tenemos”, explicó Medina.
La falta de presupuesto es el problema común en las ZRP. En 2019 y 2020 no se entregaron subsidios a ninguno de los 36 refugios (polígonos) en México, de acuerdo con datos de la plataforma Pescando Datos elaborada y actualizada por Causa Natura.
Los recursos son especialmente necesarios porque permiten la compra de combustible para labores como inspección, vigilancia, mantenimiento de boyas, monitoreo y estudios de la zona, coincidieron pescadores de Altata, Sinaloa; Golfo de Ulloa y el corredor San Cosme – Punta Coyote, Baja California Sur, en entrevista para Causa Natura.
Mantener estas práticas es primordial porque reduce las posibilidades de pesca ilícita y mejora las de cuidar el ecosistema mediante la pesca sustentable, señalaron.
El presupuesto: un parteaguas
De acuerdo con la información recopilada en la plataforma Pescando Datos, el refugio Golfo de Ulloa, ubicado en Baja California Sur, concentra el 74.3% del subsidio entregado por la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca). Mientras que las redes de refugios pesqueros en Sonora y algunas en Quintana Roo no han recibido nada desde su establecimiento.
De 2013 a 2018, sólo siete redes de refugios pesqueros recibieron subsidios, estos corresponden a ordenamiento pesquero y a inspección y vigilancia.
Esteban Sandez, presidente de la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Buzos y Pescadores de la Baja California, refirió que la formalización del refugio en Isla Natividad en 2018 no ha propiciado el respaldo presupuestario que merece.
“Decidimos que por lo menos cinco años (de vigencia del refugio), para explorar y ver qué opciones hay. Pero ante un gobierno federal como el actual no ha habido un beneficio como tal, simplemente hemos seguido las normas como van, simples y sencillas”, dijo Sandez.
Pese a la necesidad de recursos y acompañamiento, los pescadores de refugios se movilizan acompañados de organizaciones para llevar las tareas de mantenimiento. Por ejemplo, el Sistema Lagunar Bahía de Altata – Ensenada del Pabellón trabaja con la organización civil Environmental Defense Fund (EDF) en México.
“Nosotros firmamos un convenio tripartita con Isapesca, el homólogo estatal del Inapesca, el sector pesquero y nosotros para apoyar el levantamiento de la zona de refugio que mide 1.6 hectáreas. EDF proporcionó los materiales como polines, cabo, boyas […] la vigilancia la hacen los vigilantes comunitarios de las federaciones por su cuenta”, explicó Martha Rosales, coordinadora del Programa Sinaloa de EDF México.
Rosales considera que por el momento no ha generado un gasto significativo, pero lo atribuye a la participación de los actores involucrados y los tres años que apenas tienen en Altata.
Por su parte, otra de las zonas que trabaja acompañada de una organización es el corredor San Cosme – Punta Coyote con la Sociedad de Historia Natural Niparajá A.C. En este caso han estado juntos por 10 años.
Actualmente, Niparajá contribuye con apoyo para el combustible, mientras la Federación de Cooperativas de la Zona Centro BCS organiza la vigilancia comunitaria. También han estado presentes como facilitadores de información para los estudios de renovación de los polígonos.
Sin embargo, EDF y Niparajá coinciden que aún hay problemas de pesca ilícita en los límites de los refugios.
Los subsidios entregados por la Conapesca para los refugios pesqueros han sido, mayoritariamente, por concepto de ordenamiento pesquero con 169 millones 855 mil pesos que representan el 96.8%. La parte restante fue para inspección y vigilancia con 5.6 millones de pesos equivalente al 3.2%, de acuerdo con el Análisis de presupuesto para las Redes de Zonas de Refugios Pesqueros En México (2012-2020) de Causa Natura.
Presupuesto y acompañamiento
Pese a la necesidad, el apoyo presupuestal no basta si las autoridades no realizan un acompañamiento para el cumplimiento de la ley, apuntó Yanett Castro, presidenta de la Sociedad Cooperativa Almejeras de Santa Cruz, ubicada en Altata.
En mayo de 2020 entró en vigor un acuerdo de veda de la almeja chocolata, por un periodo de dos años en el Sistema Lagunar Altata – Ensenada del Pabellón, en Sinaloa. Sin embargo, la percepción de la comunidad es que las autoridades podrían hacer más para combatir la pesca ilegal persistente.
Esta problemática no sólo se limita a lo que sucede en el mar, sino a la inspección de los puntos de venta.
“Sabemos quién lo consume, a dónde va y lo compra. En cada restaurante, en cada carreta de este producto, hay almeja chocolata y no va un inspector y les pide una factura de dónde consiguieron ese producto. Yo siento que es la primera línea que deberíamos enfrentar”, dijo Castro, ya que al desincentivar las ventas también cesaría la pesca ilegal.
Los pescadores de la localidad de Altata recuerdan como la pesca sin mesura llevó a la falta de almejas en la bahía. Fue entonces que el proyecto de realizar un refugio ganó relevancia.
“Anteriormente ha habido dos intentos de refugio y se habían caído. No había el respaldo de los propios pescadores y no habían tenido los resultados que tenemos hoy. Hoy gracias a que el sector está involucrado ya volvimos a tener (ejemplares)”, comentó Castro.