Sosoriqui Carlos Rochín ¡Por fin! Lo que incrédulos, arengueros y uno que otro convenenciero pro gobierno temían, el pasado sábado se cris...
Sosoriqui
Carlos Rochín
¡Por fin! Lo que incrédulos, arengueros y uno que otro convenenciero pro gobierno temían, el pasado sábado se cristalizó como toda una realidad; la unión de las fuerzas político electorales de Morena y el PAS: «la alianza es pública, de cara a la elección del próximo 6 de junio».
Derivado de esta circunstancia, de lo que a estas alturas ya no hay duda, es que muy desesperados empiezan a vense el resto de los aspirantes a la magistratura estatal, pero sobre manera, quienes tienen sus intereses puestos en la coalición opositora PRI, PAN y PRD, “Va por Sinaloa”, que ven cómo poco a poco, se les derrumban todas las posibilidades de un eventual triunfo.
Como se sabe, el pasado fin de semana, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, antes de la conferencia de prensa en céntrico hotel de la ciudad capital, desayunó junto a parte de su Comité Ejecutivo, el delegado en Sinaloa para éste proceso, senador Américo Villarreal, el coordinador de la fracción morenista en la cámara federal de diputados, Ignacio “Nacho” Mier, junto a Rubén Rocha, Héctor Melesio Cuén; donde dieron la última estocada para el anuncio formal de la poderosa alianza.
Posteriormente, en el acto de medios, Delgado Carrillo hizo el gran anuncio: “estamos conformando una candidatura común el día de hoy con el PAS, tiene una representación importante en el estado y qué bueno que coinciden en que quien debe de encabezar los proyectos para la transformación de Sinaloa es Rubén Rocha Moya”.
Cuén Ojeda, en su intervención convalidaba: “de tal manera que el Partido Sinaloense se suma plenamente al doctor Rubén Rocha Moya, un servidor se suma plenamente a la candidatura de él, yo voy a trabajar con él de la mano, aquí no va a haber simulación, nosotros vamos a triunfar en el próximo proceso electoral”.
Con esto, los testigos oculares y representantes de los medios de comunicación confirmaban el por qué a la rueda de prensa convocada por el equipo de avanzada de dirigente morenista, se hacía notar la presencia del dirigente del PAS, Héctor Cuén. Literalmente: «la primer bomba explotó en Sinaloa».
Desde octubre pasado, en nuestra entrega diaria dábamos cuenta de la gran posibilidad de la alianza entre estos dos importantes entes públicos partidistas, mismo que los más conocedores no daban crédito en ver a Héctor Cuén, mucho menos concebirlo declinando a favor del abanderado morenista.
Insistimos, las coincidencias son muchas, máxime que el ex rector de la UAS y líder del PAS, desde junio anunciaba con gran vehemenciavoluntad: «el próximo gobernador de Sinaloa será del municipio de Badiraguato”.
Mismo contexto, fecha, hora y lugar que llegaba a nuestras manos información que el líder pasista dentro de los trabajos paralelos que venía realizando junto a su homólogo ex rector, desde el 2018 ponía a disposición del originario de Batequitas, la sólida estructura de su partido para fortalecer la búsqueda de la candidatura, a lo que, éste último, prefirió esperar para lograrla por méritos propios, en el entendido que después se vería lo demás.
Destaca, que la supremacía de esta unión partidista, se perfila como la «aplanadora electoral del 2021»; en razón de que, como lo hemos afirmado, ambas plataformas se complementan, es decir: es la suma de una aceitada maquinaria electoral de 145 mil afiliados con el movimiento de mayor intención de voto; por lo que no existe ecuación matemática para superarle.
En contraparte, se advierte que diversos sondeos el PRI, apenas alcanza un 20 % de preferencia e intención de voto, el PAN, un 12% y el PRD entre de un 5 al 8%, muy lejos de la mitad más uno. Ni equivalente a lo que trae por sí sola, Morena.
Abusados, que el segmento de indecisos se empezó a desplomar en las diversas parametrias, el voto se fragmentará aún más entre las demás ofertas y pudiera que la contienda a la gubernatura, solo sea de mero trámite, así que ojo con eso.
Sin que sea escarnio, ni “bullying político”, pero a la nueva «aplanadora electoral», aún le faltan engranes que la fortalecerán mucho más.
Al tiempo. Ampliamos después...
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