Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Una gran ventaja tiene el gobernador Rubén Rocha Moya, y es la de que muchos de los políticos dizque...
Juan Manuel Partida Valdez
Una gran ventaja tiene el gobernador Rubén Rocha Moya, y es la de que muchos de los políticos dizque de oposición están más que listos para arrodillarse a cambio de cualquier limosna de poder.
Lo reconfirmamos con la reunión que el ejecutivo sinaloense sostuvo con el exalcalde mazatleco Fernando Pucheta Sánchez, con el ofrecimiento de incorporarlo al gabinete estatal.
Pucheta se exhibió desvergonzadamente como un arrastrado y lambiscón, y a nadie engaña con el ridículo pretexto de que se privilegian los diálogos y los entendimientos políticos a favor de Sinaloa.
Nada se le puede recriminar a Rocha Moya, quien juega su papel de sumar o inhibir adversarios, porque se les impone o porque los compra.
Repudiable sí nos resultan actitudes como la de un Fernando Pucheta que presume ser luchador social y demuestra que lo único que le interesa es cumplir sus ambiciones personales y las de sus guachomas.
¿ES NEGOCIO DE ROCHA?
Debiera ser inexplicable que el gobernador constitucional de Sinaloa se siga haciendo el occiso frente al ilegal despojo de playas en Mazatlán, pero no tenemos que ponernos al borde del derrame cerebral para encontrar respuestas que son de lógica elemental y de puro sentido común.
Ante ilegalidades tan claras, no hay más que dos sopas: Rocha Moya prefiere hacerse el occiso siendo cómplice por omisión y valemadrismo… o lleva tajada en el negocio.
La ampliación y las cimentaciones en playa por parte del restaurante “El muchacho alegre” son escándalos que tienen ya más de medio año, y no hay manera de que la más alta autoridad del estado siga fingiendo ignorancia.
Lo que es peor, desde el puerto donde se dan los hombres nos llega información de que la “estrategia” es hacer caminito para despojos adicionales con nuevos negocios en playas.
Particulares dando la cara, con políticos robando según ellos por debajo de la mesa.
La nueva mafia del poder que con descaro e impunidad se enriquece a costa del pueblo.
¡No te acabes, Morena!
CUARTETO DE GENOCIDAS
Al enfermo mayor de palacio nacional, al doctor muerte Gatell y al secretario federal que quiere curar casi todo con vaporub, hay que agregar en Sinaloa a un Rubén Rocha sumado a las irresponsabilidades criminales frente a la pandemia del coronavirus.
No tenemos remedio, para explicarnos mejor.
Acá los políticos de la cuarta transformación hacen mega fiestas y relajan las actividades sociales con impunidad absoluta.
Vimos por televisión imágenes del estadio de Tomateros, con mucha gente que no usó cubrebocas o lo traía mal colocado; pero ya se fumigó, anunciaron pomposamente como si eso fuera real solución.
Cientos o miles más de infectados ahí, con los contagios exponenciales en cada familia.
La duda es qué necesitamos los sinaloenses para que el gobernador deje de atentar contra nuestra salud y nuestras vidas.