Sobre el camino Benjamín Bojórquez Olea. Con las rupturas en el PRI y en el PAN en Sinaloa, ya ni juntos les alcanzaría a esa alianza oposi...
Benjamín Bojórquez Olea.
Con las rupturas en el PRI y en el PAN en Sinaloa, ya ni juntos les alcanzaría a esa alianza opositora para enfrentar al partido de Morena. No se debe negar la capacidad política del Dr. Rubén Rocha Moya, pues la política empleada hasta el momento no queda a discusión, digamos que no tiene la culpa debido a que teje una nueva estructura política que le permita ir consolidando el futuro de la izquierda en Sinaloa, pues el que se deje amar llegará al altar y dividirá aún más a la oposición que cada día ve más lejos el 2024. Pese a ello, los morenistas se sienten aludidos y desplazados, pero tampoco hacen de sus cargos públicos un verdadero ejercicio de unidad y transparencia, sino realizan actos y abyecciones que no le abonan nada a Sinaloa y solo provocan escarnio y escozor al propio jefe del tercer piso, pues es la propia gobernabilidad que necesita el ejecutivo estatal para remar en paz política desde su inicial gobierno, peor aún, pues es la misma izquierda la que provoca esa misma ingobernabilidad que le resta puntos al originario de Batequitas, Badiraguato. Porque para derrotar a Morena, hay que entender sus fortalezas sin fanatismos. Sabemos que en el 2024 muy probablemente no vaya en la boleta presidencial el oriundo de Macuspana, Tabasco, lo que significa, que a Morena se le dificultaría los votos en todas las entidades del país. Por lo que las acciones tomadas desde un principio del ciudadano ejecutivo estatal de Sinaloa, tiene como objetivo debilitar las masas de sus propias plataformas políticas y demás, para así poder ampliar el margen estructural con lo que no cuenta de la misma izquierda. El gobernador, Rubén Rocha Moya, mantiene un equilibrio muy personalizado, pero necesita que su poder se generalice hacia la opinión pública, y así poder no solo generarse paz ante la oposición, sino todo lo contario, si les gana la pasión y la avaricia, algunos personajes de diferentes domicilios del estado serán incluidos al gobierno Rochista. Vamos por puntos. Primero, se mantiene como un líder social. Mantiene una conexión emocional con una gran franja de sinaloenses que no tenía y quiere tener, porque para poder aprobarlo como lo hacen las encuestadoras recientemente, sería como un acto de fe ante la sociedad. Por eso los datos de dichas encuestadoras no sirven para desinflarlo, igual que la bendita clase política que no deja de creer, pues los estímulos económicos están por encima de la propia congruencia. Desde ese punto, el ejecutivo estatal lleva una ventaja, pues aprobar su gobierno podría calificarse como una ¿contradicción? Si. Pero la política está llena de ellas. Segundo: Tener su propio monopolio social en nuestra entidad. Una suerte de billar con 36 bolas rodando simultaneas. No hay tema, conversación o espacio en el que no esté presente: con alguna iniciativa, política o comentario a sus propios correligionarios. Pero siempre está. La base dura del Rochismo empieza a construir en paralelo. Para muchos, lo que reciben es la diferencia entre comer y no. Es un paliativo. ¿Cura? No. Pero anestesia. En resumen: simplificar. El Gobernador sinaloense posee un diagnóstico preciso sobre el origen de la tragedia nacional y sobre todo Estatal: la corrupción. Ese diagnóstico no está acompañado por un tratamiento para curar la enfermedad. No importa. La gente siente una indignación profunda por décadas de saqueo y arrogancia. Todos los problemas, así, vienen de atrás y de arriba: de una minoría de derechistas e izquierdistas rapaces y soberbios. ¿Siguen los corruptos? Parafraseando a Roosevelt: Sí, pero son nuestros corruptos.
GOTITAS DE AGUA:
Cada día el Gobernador de nuestro estado sinaloense practica rounds de sombra con la izquierda radical, es a la que no pertenece. Debilitando crea un liderazgo potente, unificador, confiable e incluyente para otros, que señale los errores con credibilidad e insulsa precisión. La izquierda hoy en día no ofrece un tratamiento atractivo ni tienen narrativa alterna. Nadie más le habla con credibilidad y empatía al Sinaloa más humilde y necesitado. Por eso la aprobación del gobernador se mantendrá fija hasta que el brote sucesorio unifique criterios y estabilice un orden de un gobierno a discreción y pacificador. ¿Le gustó? A mí tampoco. Pero el análisis político no se hace para gustar, sino para entender. En el mejor de los casos, para tomar decisiones acertadas. ¿Quieren ganarle a Morena? Hay que entender sus fortalezas, sin fanatismos. Sin ebullición. No basta: tienen que entender primero que son y qué tienen que hacer. Por lo pronto, el Dr. Rubén Rocha Moya realiza su papel y trabaja en la recolección de personajes de derecha y centro izquierda, después no se quejen los que tienen secuestrado a los partidos de oposición. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…