Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Encuestas que no son “patito” ni inventadas por la cuatroté muestran una tendencia claramente a l...
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Encuestas que no son “patito” ni inventadas por la cuatroté muestran una tendencia claramente a la baja de Morena en Sinaloa y en casi todo el país.
Rubén Rocha Moya se desploma en las preferencias, en algunos sondeos con empate técnico y en otros con ventaja decreciente de manera sensible.
No son casualidades las actitudes llenas de desesperación y amargura que durante los últimos días ha mostrado el candidato a gobernador por Morena y el PAS.
Sus insultos a periodistas y a quienes se suman a Mario Zamora evidencian la rabia y el pánico, con disculpas que no sirven de nada porque carecen de sinceridad en virtud de su reincidencia.
El ridículo de manifestar públicamente su respeto, mientras los señala como corruptos y traidores a la patria.
Le gana a cada rato el coraje, y no es gripa; cualquiera que informe lo que les disgusta, es atacado, pero ya ni los mismos chairos les creen que llevan ventaja de dos a uno en las preferencias electorales.
Ahí está la gran cantidad de líderes que antes estaban con la cuatroté y se pasaron a favor de la alianza formada por el PRI, el PAN y el PRD, que por supuesto impactan en las simpatías y en los votos.
La publicación del sondeo de Arias Consultores cayó ayer como bomba en el cuartel de guerra de la cuarta transformación.
En solamente quince días, una caída en la intención de voto de 9.3% para el exrector de la UAS, que pasó además a ser el candidato con más rechazado por el electorado.
A nivel nacional Morena solamente conserva ventaja en cuatro de las quince gubernaturas en disputa, y a la baja, cuando hace algunas semanas lideraba en la gran mayoría.
Conforme avanza el proceso electoral, el repudio ciudadano se incrementa en casi toda la república.
Los indecisos abordados por los encuestadores siguen siendo numerosos, pero la lógica nos dice que en su mayoría son ciudadanos que ocultan su intención de sufragar por un partido distinto al mayoritario.
Sucedió así en Hidalgo y en Coahuila, con encuestas favorables a Morena que terminaron con victorias muy amplias para el PRI.
Veremos por supuesto más encuestas en los días por venir, y para nada nos extrañará ver resultados tan discrepantes; así ha sido siempre, y nos queda valorar a las encuestadoras más serias.
Al modo, los partidos y candidatos aplaudirán donde ganan y cuestionarán donde pierden.
EL ATOLE COMO ESTRATEGIA
Mientras tanto, vemos que la estrategia electoral de la cuarta transformación es muy clara en Sinaloa y en todo el país: mentir todos los días para engañar a los más que se pueda.
El atole y los engaños le han dado muy buenos resultados al morenismo, pues desde palacio nacional se nos pinta todos los días un inexistente país de maravilla con un pueblo feliz.
Por donde quiera vemos a mexicanos que de verdad creen que AMLO terminó con la corrupción, y que todo lo malo que tenemos es por culpa de los del PRIAN, los conservadores, los periodistas vendidos, etcétera.
Complicado resulta convencer a toda esa gente del engaño en que viven, pero cuestión de ver a los millones de desengañados para advertir que es cuestión de decidirse y actuar.
Ya no rinden igual las maromas de “¿dónde andabas cuando los del PRIAN nos robaron?”, de “los de Morena son bien honestos pero los difaman”, de “AMLO es el mejor presidente del mundo”, y de “los periodistas tienen la culpa de todo”.
