Seamos claros Oliver Velasco* La reciente selección de candidatos a las gubernaturas ha llevado a los diversos partidos, en particular a mor...
Oliver Velasco*
La reciente selección de candidatos a las gubernaturas ha llevado a los diversos partidos, en particular a morena, a entrar en conflicto con su militancia, como muchas veces ocurre. Sin embargo, las divisiones en la mayoría de los partidos usualmente van desapareciendo conforme los candidatos hacen un trabajo de reconciliación y se recurre a la disciplina partidista. La pregunta sería: ¿Ocurrirá lo mismo con morena?
Este partido viene de una combinación sui generis de diversos partidos políticos e ideologías muy distintas, que van desde las izquierdas marxista-leninista, pasando por el más pragmático estilo político del priismo de las décadas de los 80s y 90s, hasta los tecnócratas socialdemócratas de tendencia liberal. Es un partido que de acuerdo a la interpretación de Duverger, un politólogo de mediados de siglo XX quien habla de los orígenes de los partidos, está centrado en una figura política y en un fin, más que en una ideología, lo que se suele conocer como: un origen electoral del partido. Su formación fue muy rápida y alrededor de la figura de Andrés Manuel López Obrador más que de un verdadero proyecto o de una organización.
La carencia de principios y de un fin ulterior al de derrocar al régimen de corrupción ha menguado las capacidades organizativas internas y competitivas externas en la arena electoral de este partido. Se puede mencionar la incapacidad de organizarse internamente para elegir a su dirigencia, un proceso en el que tuvo que intervenir el INE por mandato del tribunal, ya que fueron incapaces de ponerse de acuerdo para ello. Aun así ocasiono inconformidad dentro de los que apoyaban la candidatura de Porfirio Muñoz Ledo y llevo tres encuestas para poder lograrse dicha renovación. El debilitamiento hacia el exterior se pudo constatar en las elecciones de 2019 en Hidalgo y Coahuila. Obviamente en todos los movimientos políticos existe un desgaste natural, pero este desgaste no se encuentra acompañado de los resultados en las encuestas de popularidad del presidente, por lo que a ello no se puede atribuir las derrotas electorales.
Ahora, rumbo a 2021 se ha hecho un proceso de encuestas que muchos de los militantes han cuestionado por la falta de transparencia. Miembros de renombre del partido como John Ackerman han cuestionado que su cuñado no haya sido insaculado para la candidatura a la gubernatura del estado de Guerrero. Otro estado que ha causado conflicto por su candidatura fue el de Zacatecas, donde David Monreal, hermano de Ricardo Monreal fue “electo” como candidato. Saliendo de los conflictos que muestran un sesgo de nepotismo, tenemos la candidatura del aspirante a gobernador de Sinaloa, el senador Rubén Rocha Moya, quien destapo la inconformidad del alcalde de Mazatlán que acusa de corrupto el proceso de la asignación de las candidaturas.
Morena no es el único partido donde existen este tipo de conflictos, usualmente siempre hay inconformidades por parte de los grupos que no se vieron favorecidos con las candidaturas. De la misma manera, se busca impulsar la unidad de un partido en torno a un candidato con la promesa a los grupos inconforme de repartición de cargos una vez ganadas las elecciones. El lograr esta cohesión es lo que permite impulsar a esas candidaturas como ganadoras; ello es a lo que se conoce como disciplina partidista. En ella se requiere de confianza entre las fuerzas, basada en un ideal o una ideología que los una a pesar de los proyectos personales, que les permita creer que una vez ganadas las elecciones, las promesas respecto a las posiciones serán respetadas. El problema dentro de un partido sin esta ideología y con una formación de carácter electora y no organizativa, como lo es morena, radica en que la diversidad de movimientos y el pasado diverso de cada uno de los miembros de las fuerzas rivales, no les permita generar esta confianza para impulsar al partido.
La figura del presidente puede funcionar, como la de todos los líderes, como símbolo de cohesión o de disgregación de la doctrina, dependiendo que tan claro sea en su doctrina y en las interpretaciones que las corrientes le den. Todos dicen ser obradoristas y todos dicen estar en favor de la cuarta transformación, aunque no se interprete exactamente igual en cada uno de ellos y a ciencia cierta no se sepa qué es lo que signifique. En la práctica la corrupción, el clientelismo y el nepotismo no se han erradicado y están lejos de hacerlo. Pero en el discurso, la doctrina que pareciera ser la que el líder dicta se dice otra cosa. Siendo una gran ventaja que él todavía se encuentre presente para poder hacer la guía, aunque no siempre se vea su mano en los dictámenes, a fin de tratar de mantener las apariencias políticas, será necesaria su intervención en el partido a fin de calmar las disputas y generar la confianza entre los grupos y corrientes del mismo.
Las elecciones venideras marcan un paradigma para este partido político respecto a las dos vertientes principales de las cuales procede: el PRI y el PRD. Dos vertientes que han seguido derroteros radicalmente distintos. Mientras el partido del sol azteca se encuentra al borde de la extinción, debido a la falta de disciplina política y a los conflictos internos en las tribus. El revolucionario institucional a pesar de su aparente debilidad tiene aún mucha fuerza en sus bases y en los municipios debido a la bien conocida disciplina que sus miembros mantienen. Sin duda, como en el Maximato la figura del presidente puede ser la que ponga en orden a los cacicazgos y de esta necesaria unidad, pero ello sólo se verá en las campañas y en las urnas.
*Profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa en la Facultad de Ciencias Sociales en las licenciaturas de economía y sociología. Licenciado en filosofía maestro en estudios filosóficos por la Universidad de Guadalajara, maestro en gestión pública aplicada por el Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara. Actualmente doctorante en la Universidad Autónoma de Nayarit/ Integrante de Unidad Democrática Sinaloa.
Contacto a: olivervelasco@hotmail.com
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