Sobre el camino Benjamín Bojórquez Olea Los malos representantes no podrán reelegirse, porque los ciudadanos no son tontos. Este 2021, los ...
Benjamín Bojórquez Olea
Los malos representantes no podrán reelegirse, porque los ciudadanos no son tontos. Este 2021, los sinaloenses tendremos la oportunidad de elegir a nuestros políticos, de volver a votar por ellos -si hicieron un trabajo digno- o de quitarlos del puesto conferido por la ciudadanía, por no haber respetado las promesas de campaña y su eficacia en la función pública. Hoy, muchos de estos alcaldes, gobernadores o diputados locales y federales se están tronando los dedos al reconocer que fallaron la confianza de los electores a quienes mintieron. No cumplieron con responsabilidad lo prometido en tiempo de elecciones. Por más que quieran reelegirse no podrán, porque los ciudadanos no son tontos ni ignorantes y saben bien lo que hicieron sus representantes populares, si respondieron con profesionalismo o se dedicaron a perder el tiempo olvidando las necesidades de la sociedad. Un claro ejemplo lo tenemos en la capital sinaloense con Jesús Estrada Ferreiro, el presidente municipal de Culiacán por la insignia Morena que lamentablemente no supo, no quiso o no pudo con su responsabilidad política. Ejemplos hay muchos. Basta platicar un poco con la gente de esta hermosa ciudad -con un patrimonio histórico y cultural envidiable-, para conocer el grado de irritación que hay en los diversos sectores sociales. Ricos y pobres no le perdonan que tenga las calles abandonadas a la suerte de la delincuencia organizada, las obras públicas olvidadas y los servicios públicos y nomenclaturas inoperables. Al presidente municipal del Movimiento de Regeneración Nacional se le olvida que Culiacán capital no sólo es su Centro Histórico y el centro de la manzana del desarrollo público y privado, sino una gama de barrios, de colonias, de sectores que piden a gritos ser atendidos. Pero no, hay quienes dicen que se la pasa haciendo “jugosos negocios” para su provecho y desairando a todo el que se le acerca pidiendo apoyo, sobre todo en estos tiempos de crisis por la pandemia. Como el tiempo no está para ser desperdiciado ni el horno para bollos, es importante centrar la mirada en quienes sí están dispuestos a trabajar por la gente de su comunidad. Por ejemplo, hoy en Culiacán capital aparecen nuevos liderazgos, con gente joven que quiere tomar la bandera de su partido -en este caso Morena- para aportar un granito de arena ante este cúmulo de necesidades sociales, pues en otros partidos políticos también existen hombres y mujeres con una gran vocación de servicio, preparados y con esa sensibilidad que ha acaecido en muchos puntos del estado. Me llama la atención la trayectoria de Miguel Taniyama, un joven empresario que entiende el verdadero sentido de la política y gran vocación de servicio: vivir para servir y no para servirse. Este joven restaurantero y chef, conocido y aceptado por la gente de la comunidad, hoy abandera diversos proyectos en beneficio de los culiacanenses. En lo particular lo veo como una buena carta para cualquier partido político. Está rodeado de jóvenes emprendedores que desean construir un auténtico cambio, por lo que se han preparado durante mucho tiempo; 2) Es un joven con principios y valores y los asume en congruencia. En fin, ya la sociedad decidirá a quien elegir para tomar las riendas de esta hermosa y gigantesca y noble ciudad.
GOTITAS DE AGUA:
“TOMO” de ejemplo a este joven emprendedor, de que se debe mudar de piel, de que la lucha para recuperar la estabilidad política se necesitan muchos y muchas personas que sean etiquetadas en las buenas costumbres y que, además, deseen ese cambio anhelado por la misma sociedad. Hoy en día deben los partidos políticos girar la cabeza 180 grados, ya que los ciudadanos pueden ser una buena opción para recuperar un poco la credibilidad, no digo que no existan excelentes cuadros al interior de sus partidos, sino que también deberían incorporar a sus filiales a personas como Miguel Taniyama, que considero harían un excelente papel en un cargo público. “Se los dejo de tarea”. “Nos vemos Mañana”…