Análisis Manuel Cárdenas Con cualquiera que gane nuestra relación será la misma, igual las consecuencias, solo cambiará el tono de la ment...
Manuel Cárdenas
Con cualquiera que gane nuestra relación será la misma, igual las consecuencias, solo cambiará el tono de la mentada por nuestras acciones.
En los últimos años, de la administración Reagan para acá, los Estados Unidos de América (EUA) ha utilizado su poder y fuerza para sacar el provecho que le acomoda en sus intereses a nuestra relación. Realmente me da risa cuando leo a varios escribientes decir que es mejor fulano que zutano, que si porque milita en el partido demócrata o en el republicano.
Esos escribientes con máscara de conductor, analista, periodista, director de un centro de opinión no pueden renunciar a lo que son: personas que tienen por oficio escribir lo que se les ordena o se les dicta, y obedecen a los intereses de sus dueños que les pagan bastante bien y se la creen hasta la ignominia.
En los años por venir no habrá diferencia y apretarán tanto sin romper la cuerda que morirán muchos por asfixia, que no ahorcados, pues esto último se escucha muy feo. Al fin y al cabo, tenemos el sexenio con más muertes violentas de la historia moderna.
Los temas que le preocupan a esa nación, principalmente, son aquellos que se presentan en dos diferentes formas: la legal y la ilegal y, en ellas, unas se ven como amenazas a su seguridad nacional que es un concepto muy diferente, el de ellos, al que comúnmente creen interpretar en México, y pretender que de ahí se parta es lo más equivocado. Si hay diferencias en el concepto, los mexicanos debiéramos saber que entienden ellos para efectos de seguridad nacional en tanto problemas de su vida interior relacionados o generados en su criterio por mexicanos o por amenazas que en su entender se originan en el extranjero y afectan a su comunidad en tanto la planeación de vida que plantean sus gobiernos y el ideario de la sociedad norteamericana.
En la parte legal ellos aspiran a que se les acompañe en las decisiones internacionales que pretenden imponer vía las Naciones Unidas y cualquier otro organismo multilateral por ineficiente que resulte, como la Organización de los Estados Americanos, el Fondo Monetario Internacional en el que México recién se abstuvo de votar a favor del candidato de EUA (de lo que tomaron nota los vecinos), o de regulación comercial, trasferencia de tecnología, explotación de patentes, trato laboral, ambiental y/o servicios como es el cacareado T-MEC que nos impuso en sus términos la administración Trump. Vaya trabuco en el que nos metieron y, con sus escribientes, el agregado social de la planta productiva conformada por mexicanos (no la inversión extranjera) ¡en la que nos la vamos a ver!
En la parte ilegal los tiempos han cambiado y ya no son aquellos en los que el expresidente Miguel Alemán aceptó sin chistar a los mafiosos y delincuentes que dejaron La Habana o venían a divertirse con la “Tía Juana” a Baja California, tampoco son los de Reagan (Agencia Federal “anti” Drogas) como presidente y Clinton gobernador que encubrían el tráfico de dinero, drogas y armas (por suelo mexicano) para cubanos, colombianos nicaragüenses, panameños y demás pleitos generados en centro y sur américa. Tampoco es el tiempo en que lavar dinero lo hacía cualquier pelado por lo que pronto veremos un apretón en el sistema bancario/financiero (lavadero) mexicano que, de Reagan a la fecha, los mexicanos se había tapado los ojos o ponen multas de risa, pues creo que eso está por acabarse así se patalee.
Para evitar el estallido social, generado por la codicia de Salinas/Aspe con su bonos Brady/Kissinger, representada por los “petrobonos” o bonos Brady (mercado de cuello blanco) México cambió las reglas del sistema bancario permitiendo el 100% de inversión de capital extranjero en la banca y, eso, nos dejó muy debilitados, independientemente de tener que haber honrado el seguro de depósito bancario, pero ahora se asoma la migración ilegal, se fortalece el lavado de dinero, la exportación de drogas duras y una muy evidente preferencia por determinados cárteles de la droga. Si Carpizo horrorizó al mundo cuando el Cardenal Posadas y su declaración de que no detenían a los capos porque estaban en un recinto diplomático (Guadalajara casa del Obispado), lo hecho por el presidente de México, su secretario de la Defensa Nacional, el de Seguridad Pública y el ahora autónomo (en papel) Fiscal, liberando a un detenido, permitiendo boda, fuga de reos, muertes y demás, agregando que el presidente López, en su dicho, con sus palabras, declara que heredó un narco Estado, no tiene abuela. Señores, gane Trump o Biden, los cuatro años que le quedan legalmente a López serán pesadilla con los 4 años de la próxima administración de EUA.
Y sí, será con los modos de la modernidad, esa que los escribientes señalan como una bofetada cada que declara Trump, pero callan con las diez mil veces peores de López, y callan, que lo hacen no nada más por el dinero actual, sino porque saben, esos escribientes, que no son más que un manojo de delincuentes con las máscaras que usan (ya referidas anteriormente), que su actitud envilece y les reditúa más dinero que es lo que les importa y no la paz, el estado de derecho, vivir con orden y respeto, etcétera.
Ante pregunta que recibí en una mesa de evaluación de riesgos y prospectiva geopolítica por este cuatrienio que se avecina, contesté lo siguiente: México no tiene asegurado, como tampoco lo tiene ningún país, el que su presidente dure el periodo para el que fue electo, también pienso que, por experiencias de vida y lectura de ajenas, no es la misma que conmigo se sienten a negociar y llegar a acuerdos posibles, que a tener un empleado (guiñapo) al cual ningunean y que para todo dirá “sí señor, como usted diga”, aunque no sea al señor de los cielos a quien contesta.
Por otra parte, a propósito de lo señalado en el párrafo anterior, me viene a la mente que quien sustituya al gobernador de Sinaloa, por ningún motivo, debe ser una persona que ya saben quién o quienes vean como un empleado de pacotilla. Los sinaloenses ya merecemos mejor suerte y para ello se necesita inteligencia, experiencia, carácter y no haber sido empleado o financiado por ya saben quiénes. No son asuntos personales y, ahora que sí, es por el bien de todos.
¡Muchas gracias y sean felices!
cardenasfonseca@hotmail.com
www.manuelcardenasfonseca.mx
@m_cardenasf