Sosoriqui Carlos Rochín Desde el publicitado y polémico final de la “#leyseca” en el Estado de Sinaloa el pasado lunes, dado a ...
Sosoriqui
Carlos Rochín
Desde el publicitado y polémico final de la “#leyseca” en el Estado de Sinaloa el pasado lunes, dado a conocer por el propio gobernador del Estado, Quirino Ordaz Coppel; industria y actividad que por una amplia mayoría no es considerada esencial, uno de los sectores que más ejerce presión a la autoridad para que les dejen trabajar, es el empresarial, con el firme objetivo de regresar a la “nueva normalidad” y darle un respiro de vida a lo que se encuentra en plena agonía. Los empresarios y comerciantes sólo piden se les deje ‘chambear’.
Para cualquier gobierno y para la sociedad en general, el comercio, es un sector fundamental para la reactivación de la economía y para la vida misma.
El sector comercial y prestadores de servicios son básicos. Si no, ¿cómo entendemos un avance del papel que en sociedad jugamos en los distintos roles, cuando no se cuenta con lo mínimo necesario?
Específicamente el conglomerado que se dedica al comercio de algún producto o servicio y que, para el caso, no está considerado entre los esenciales le están sufriendo y pidiendo ayuda a gritos de auxilio. Literalmente: están aplicando su último recurso ante la emergencia, es decir, el que no querían de inicio: «los comerciantes, ya no le piden al gobierno que le dé, sí no que al menos, los dejen trabajar».
Estamos plenamente seguros que a partir del 01 de junio y de manera organizada, esto deberá de darse, –ya no queda otra– debido a que en el caso de nuestro estado el semáforo continúa en rojo y éste tiempo que corre después del 18 de mayo debe estarse ocupando tanto por el gobierno, como por los empresarios, en una preparación para ello, es decir; a través de la capacitación intensiva y adaptación a la nueva realidad, donde se cuiden todos los protocolos sanitarios, todos los establecimientos puedan iniciar a operar de manera escalonada.
Creemos que es lo más correcto ante la situación que impera en Sinaloa, lo que vino a contraponerse y dar pauta para la disyuntiva, fue la decisión anticipada de ponerle fin a la #leyseca y con ello, la puesta en marcha de los giros del consumo de alcohol, más no de la industria de la producción de cerveza. Esa seguirá varada hasta el 31 de mayo.
Estas y muchas otras decisiones con sus respectivos costos tendrán que sortear los gobernares en turno, que con tino o sin el, también deberán asumir sus consecuencias sociales, políticas y partidistas.
Hoy la pelota está en la cancha, y hay juego para todos los equipos, así que que a echarle “coco” a las decisiones venideras, debido a que el gobierno federal ya no será el culpable o el perdedor en todo como antes de la llegada, emisión y difusión del plan sugerido hacia la “nueva normalidad”. Ahora las decisiones quedaron en manos de gobernadores y a su vez, de presidentes municipales; donde deberán cerrar filas para manejarse con prudencia para minimizar los impactos y desgastes que les pidiera ocasionar cualquier error. No es la misma dar que recibir.
PEOR QUE EL #CORONAVIRUS.-Lo que está pegando duro en la geografía sinaloense y que también comienza a hacer crisis, es el alto costo de los recibos de la luz eléctrica, reportan hogares un incremento de hasta un 400% con relación al mismo bimestre del año pasado.
Está situación se veía venir, puesto que estamos llegando al tiempo de mayor calor en la zona del Pacífico —mayo-junio— y que, a la par de ello, se están desarrollando todas las medidas de confinamiento para contrarrestar la pandemia.
La molestia de la gente es hacia la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que de manera insensible y sin piedad de ningún tipo, les cortan el servicio.
Oportunidad para brillar políticamente a quien quiera echarse ese trompo a la uña.
¡Hasta la próxima!
Contacto: carlosrochin69@gmail.com
Twitter: @carlosrochin40