En la raya José Luis López Duarte A veces yo no entiendo a los políticos, y mucho menos a los que están en el gobierno, que pare...
En la raya
José Luis López Duarte
A veces yo no entiendo a los políticos, y mucho menos a los que están en el gobierno, que pareciera que siempre están cuidando una posición y no cumpliendo un mandato popular, como ahora el caso del gobierno de Sinaloa, que había callado todo el año sin decir nada del incumplimiento fiscal del gobierno de la república para con las arcas estatales y consecuentemente con todos sus programas de desarrollo e inversión.
Habló Carlos Ortega Carricante, Secretario de Hacienda del gobierno del Estado, y la verdad que la información que vertió es para indignar a cualquiera y debiera en consecuencia ser el gobernador de Sinaloa el primero en protestar contra la presidencia de la república.
Pero ha tenido que ser el exsecretario de hacienda de AMLO quien ha “pateado el balancín”, exhibiendo la crisis política que vive esa dependencia y las consecuencias de ella para todos los estados que seguramente viven situaciones similares como las que ha denunciado Ortega Carricante que le han aplicado a Sinaloa.
Lo que ha dicho Carlos Urzúa, el ahora exsecretario de hacienda, denunciando discrepancias en materia económica sobre los efectos que ésta puede tener y que ésta convicción no fue respetada como también la existencia de una “inaceptable” imposición en la Secretaría de Hacienda, refiriéndose abiertamente a “influyentes personajes del gobierno actual”.
Indiscutiblemente lo dicho por el Secretario de Hacienda de Sinaloa, como lo expuesto en su carta de renuncia por el ex funcionario federal de AMLO, son dos problemas que parecen el mismo y que tienen que ver con la disfuncionalidad operativa de la dependencia que mueve todo el gobierno: La Secretaría de Hacienda.
Esa falta de recursos federales que ha denunciado el gobierno de Sinaloa y que los ha obligado a un préstamo de emergencia de 500 millones de pesos, que viene a engrosar los casi 7 mil millones de pesos que ya tiene Sinaloa en deuda a corto plazo (5500 millones que heredó de MALOVA y 1500 millones que ya suma Quirino Ordaz), es una salida que debieron consultar con el Congreso del Estado, porque aunque la ley de deuda pública los faculta para realizar dicha operación financiera, no se ve cómo van a disminuir ese pasivo por el que está pagando onerosas sumas de intereses y los bancos haciendo pingües negocios.
500 millones es una fortuna que seguramente ocupa el gobierno de Sinaloa, más aún después de lo que ocurre en el gobierno federal, por lo que no debiera ser discrecional como lo ha hecho el ejecutivo estatal de no proceder abierta y transparentemente al respecto.
Seguramente la salida de Carlos Manuel Urzúa del gabinete federal acelerará la crisis del gobierno de la república y seguramente un tema nodal será el apoyo a los estados, que como dijo Carlos Ortega Carricante, no ha fluido a los estados, puede provocar que la pasividad que vive la economía nacional se reactiva, y eleve su ritmo y cambie el panorama del país.
A veces hay cosas que suenan mal y provocan inquietud, como podría ser la renuncia del Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, pero yo creo que ahora, a cómo están los estados del país y por lo que dice el secretario de hacienda de Sinaloa, significará una sacudida que a todos puede beneficiar. Ojalá.