Se estima que la incidencia anual de las infecciones que este hongo produce son alrededor de 400 mil casos con hasta 40% de mortalidad ho...
Se estima que la incidencia anual de las infecciones que este hongo produce son alrededor de 400 mil casos con hasta 40% de mortalidad hospitalaria en el mundo
Redacción
México.- Recientemente un hongo emergente conocido como ‘candida auris’ ha generado una alerta en la comunidad médica de todo el mundo por la grave amenaza que representa para la salud humana, pero sobre todo, porque aún no se identifican con precisión sus causas ni su tratamiento.
Se estima que la incidencia anual de las infecciones que este hongo produce son alrededor de 400 mil casos con hasta 40% de mortalidad hospitalaria en el mundo, según informa el Consejo de Estado y Epidemiólogos Territoriales (CSTE) de EE. UU.
EL ‘candida auris’ es una levadura multirresistente de reciente aparición, cuya primera identificación data del 2009 en Japón y que suele ser resistente a los fármacos antimicóticos que normalmente se usan para tratarlos.
¿Por qué emitir la alerta?
El ser resistente a múltiples fármacos representa que es inmune a la acción de los antimicóticos que comúnmente se utilizan para su tratamiento; además es difícil de identificar con los métodos estándar y se puede confundir erróneamente sin la gestión adecuada.
Aunado a esto, ha provocado brotes sanitarios y es capaz de persistir en el medio ambiente y en superficies inanimadas.
Se tiene registro de una alerta epidemiológica ante la aparición de este virus en 10 países de 4 continentes durante junio de 2016, pero ahora ha emergido a locaciones diferentes y suma ya 32 países.
Entre los países que se han notificado casos hasta febrero de 2019 están: Austria, Bélgica, Alemania, Japón, Panamá, España, Estados Unidos, Venezuela y Colombia, entre otros.
Principales víctimas
Las infecciones de este hongo se desarrollan comúnmente dentro de instituciones sanitarias y los síntomas son fiebre, dolor y fatiga, pero al no ser estos inusuales, es difícil diagnosticar la infección sin hacer estudios de laboratorio.
Se encuentran normalmente en infecciones sanguíneas, heridas, orina y vías respiratorias; por lo que entre los factores de riesgo se señala la inmunosupresión, diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, cáncer, coinfección con VIH, bajo peso al nacimiento y sepsis neonatal tardía.
Con información de RT Noticias