Es el relato de una madre que debió atravesar lo indescriptible. Algo de lo que quizás jamás logre reponerse. Contarlo en vivo, le sirvió p...
Es el relato de una madre que debió atravesar lo indescriptible. Algo de lo que quizás jamás logre reponerse. Contarlo en vivo, le sirvió para liberar parte del dolor
Es la historia por estos momentos sobrecoge a Escocia y al Reino Unido. Se reveló en las últimas horas durante una emisión de la BBC Radio Scotland. Durante el programa, la protagonista contó cómo fueron los momentos más dramáticos de su vida que aún continúan.
Ocurrió en marzo de 2014. Laura Gallazzi desarrollaba un embarazo de 25 semanas. Rompió bolsa. Corrió al Hospital Ninewells de Dundee , Reino Unido. Estaba mentalizada en que su pequeño hijo para quien había elegido el nombre de Steven sería prematuro y tendría dificultades.
Un parto fallido provocó que la cabeza del bebé se despegara y permaneciera en su útero. El médico que había la atendido provocó la decapitación de su bebé. Gallazzi debió ser operada de urgencia para que pudieran sacar el resto de Steven de su interior. Para ello le practicaron una cesárea.
Cuando despertó, una enfermera le informó el desenlace que Steven había muerto. "Me sentí muy perturbada. Me desmayé", narró a la BBC.
Pero fue otra la médica que le detalló lo que había sucedido. "Se paró al pie de mi cama y me dijo que mi hijo había sido decapitado durante el parto. Y le dije: 'Lo sé. lo sentí'".
El caso pasó a la justicia. A comienzos de año, un tribunal médico dictaminó que la decisión de Laxman de intentar un parto vaginalen lugar de una cesárea fue equivocada y que fue eso lo que provocó la decapitación del bebé.
La decisión de la Oficina de la Corona implica que nadie puede ser acusado penalmente por la muerte de Steven. Al no ser considerado persona, nadie lo asesinó, de acuerdo a las leyes escocesas.