El creador del Escudo Oficial de Escuinapa de Hidalgo, a sus 88 años de edad, es un talento que espera reconocimiento Escuinapa, Sinalo...
El creador del Escudo Oficial de Escuinapa de Hidalgo, a sus 88 años de edad, es un talento que espera reconocimiento
Escuinapa, Sinaloa.- Este municipio se ha caracterizado por ver nacer a muchos personajes que le han dado lustre a estas tierras. Ahí están el escritor Dámaso Murúa, prolífico cuentista autor de "El Güilo Mentiras", y el músico Severiano M. Moreno, maestro y compositor de un gran tesoro musical. Pero hay otro habitante que, con sus habilidades artísticas, ha logrado otorgar identidad a la región.
Es Diego López Llamas, quien de sus manos emanó el Escudo Oficial de Escuinapa de Hidalgo. En el estandarte se aprecia la fecha de 1915, que es cuando se independizó de Rosario, según explica él mismo.
Desde niño dio muestras de su talento para el dibujo. Su vida la pintaba en hojas de papel. Percibía su entorno como dibujos a los que bañaba de colores. Su destino sería la pintura y sus manos rendirían homenaje a la tierra que lo vio nacer al plasmar su emblemático escudo.
“Todos nos conocíamos, era un pueblo chico”, recuerda al comentar que nació en 1928. Diego fue carpintero y obrero en la salina, pero pudo más su vocación por las formas y los colores.
En la cabecera había solamente un pintor cuando Diego agarró el pincel –de manera profesional- en 1945, después fue el único y para 1952 ya era un artista reconocido.
“Es un genio de la pintura escuinapense”, dice Víctor Díaz al referirse a Diego. “Pintó Escuinapa de cabo a rabo varias veces”.

De entrada, el también conocido como “El Diego Rivera de Escuinapa”, de casi 88 años de edad, manifiesta que “todos son iguales” —refiriéndose a los candidatos y partidos políticos—, pero que a veces uno tiene que decidirse por la persona, no por el instituto político que lo respalda. Es el caso, agrega, de Díaz Simental, por quien la gente votará pues ya lo conocen y saben del gran sentido humanista que tiene. De hecho, en alguna ocasión, el hermano de Víctor Manuel, de nombre Eligio y profesión oftalmólogo, revisó a López Llamas por un problema ocular.
Es su oficio el que lo ha llevado a trabajar con diferentes partidos políticos, en épocas electorales e, incluso, a rotular mantas en días de desfiles conmemorativos o eventos públicos. Por eso, porque los conoce a todos, opina que “importa más el mono”.
Don Diego hace un esfuerzo por recordar cuánto le pagaron por haber dibujado el escudo. No lo logra pero, inmediatamente, su memoria lo traslada al momento en que el profesor Fabián Polanco le dio la idea. Una idea que él moldeó y plasmó en un lienzo para que, en 1970 fuera reconocido por los gobiernos de la República y el del Estado como el Escudo Oficial de Escuinapa.
Entre sus recuerdos artísticos tiene unas hojas con retratos de personajes de la farándula y políticos famosos, algunos conocidos en la región.
Sin embargo, el talento y habilidad de Don Diego han pasado desapercibidos para las autoridades y quizá para el propio pueblo. Incluso, como pintor, su demanda ha venido a menos. “Hasta cinco mantas o paredes hacía a diario. Ahora ya no confían en mí por la edad. Ya ni puedo llevar la escalera a donde deba ir a pintar”.
Y es esta falta de atención a los adultos mayores lo que ha movido al doctor Víctor Díaz a poner énfasis en este sector de la sociedad, como parte de su plan de trabajo.
De hecho, ya lo dijo la esposa del Candidato a Presidente Municipal por el Partido Movimiento Ciudadano. La doctora Guadalupe Stone de Díaz ha señalado que, en este municipio, hay un alto índice de desatención a adultos mayores en todos los aspectos. López Llamas es uno de ellos.
La señora Guadalupe Stone de Díaz ha asegurado que, de ocupar la titularidad del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), buscará diferentes opciones de cuidado y de entretenimiento para estas personas, así como apoyo a sus familias.
Por su parte, Víctor Manuel Díaz Simental afirmó, en su momento, que ante el abandono de las autoridades municipales insensibles a los grupos más vulnerables como son los adultos de la también llamada tercera edad, él les dará prioridad durante su administración como alcalde escuinapense.
“Por encima de todo está la dignidad humana y los adultos mayores se deben rescatar del olvido porque es indispensable reconocer su esfuerzo como forjadores de la historia del municipio”, ha manifestado.
Al respecto, “El Diego Rivera de Escuinapa” dice que, junto a su esposa Genoveva González Crespo, con quien lleva 58 años de casados y procreado dos hijos, tres nietos y tres biznietos, esperan que, en verdad, las autoridades volteen a ver a las personas de la tercera edad, pues a estas alturas se sienten olvidados. Por ello, dice, siente y ve en el doctor Víctor Díaz y su esposa Guadalupe Stone una esperanzadora oportunidad.
“Necesitamos que personas como usted nos ayuden a gobernar, porque usted conoce la esencia de Escuinapa, Quiero gobernar de la mano de la ciudadanía”, le dijo Víctor Díaz a Diego quien recordó innumerables anécdotas, como cuando pintó un “cuadro de Picasso” que fue un orgullo para el cliente que se lo pidió.
En un mundo donde los artistas clásicos han sido desplazados por la tecnología digital, Diego –quien confiesa su admiración por David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera- nos muestra la vieja caja de herramientas de trabajo, donde guarda los colores de un artesano del arte. Su estuche contiene además de pinturas, pinceles, cordones, cinta métrica y una leyenda: "cuenta lo que tú veas, no cuentes lo que te platiquen".
Esa es la filosofía de este artista del pincel.
SIMBOLOGÍA DEL ESCUDO
La simbología del Escudo Oficial de Escuinapa de Hidalgo, de la autoría de Diego López Llamas, plasma las actividades económicas del municipio y otros aspectos más. Se observan unas huellas de pie humano en la parte superior que representan el peregrinar de los aztecas por esta región, sólo por debajo del nombre y de la fecha (1915) de independización del municipio vecino: Rosario.
Los cuatro cuadros contienen la representación de la pesca, la producción de sal, la ganadería y la fruticultura. Estos dibujos están unidos por unos eslabones que, de acuerdo a la explicación de López Llamas, significa que todas, en conjunto, representan el progreso de Escuinapa. Al centro se ve un árbol, que simboliza las raíces de los habitantes, pero también, esas raíces se nutren de cada una de las actividades que aquí se realizan. De hecho, hay dos raíces en cada cuadro.