La Fiscalía señala que la organización desmantelaba armas estadounidenses para replicarlas en talleres clandestinos en Sinaloa y las entrega...
La Fiscalía señala que la organización desmantelaba armas estadounidenses para replicarlas en talleres clandestinos en Sinaloa y las entregaba a sicarios del Cártel
Ciudad de México.- Ovidio Guzmán López e Iván Archivaldo Guzmán, identificados como líderes de una célula del Cártel de Sinaloa, dirigían una red de tráfico de armas, cartuchos y explosivos procedentes de Estados Unidos, los cuales eran ingresados ilegalmente al país, desarmados para replicar sus componentes y posteriormente distribuidos a sicarios del grupo criminal, reveló una investigación de la Fiscalía General de la República (FGR).
En estas indagatorias, la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (Femdo) también señaló la participación de Julio César Chávez Jr., hijo del excampeón de boxeo Julio César Chávez, como uno de los presuntos involucrados, por lo que se obtuvo una orden de aprehensión en su contra.
Según el informe, desde 2018 el operativo criminal estaba encabezado por Martín León Romero, quien mantenía vínculos con ciudadanos estadounidenses en Tucson, Arizona, encargados de adquirir armamento de alto poder, granadas y lanzagranadas, que eran trasladados a Nogales, Sonora, para su ingreso a México.
León Romero fue detenido en diciembre de 2024 y vinculado a proceso en Hermosillo, Sonora. Se estableció que la ciudad de Nogales funcionaba como centro operativo y Sinaloa como base de mando, donde presuntamente Iván Archivaldo recibía el armamento, ya ensamblado y verificado.
La red criminal empleaba a personas reclutadas a cambio de dinero para utilizar sus tarjetas de crédito y domicilios en Estados Unidos, con el fin de recibir los pedidos realizados por internet. Una vez entregados, los paquetes eran recogidos y trasladados a México, donde se modificaban y redistribuían.
Entre el armamento traficado se identificaron granadas calibre 44 mm y cañones lanzagranadas modelo M203 de calibre 40 mm. En 2019, derivado de estas investigaciones, 14 personas fueron imputadas en Estados Unidos, y se logró el aseguramiento de 97 mil cartuchos y 19 armas de fuego.