Opinión Héctor Calderón Hallal Precisamente porque la política debe estar al servicio de la verdad; porque debe reconocer el mérito individu...
Opinión
Héctor Calderón Hallal
Precisamente porque la política debe estar al servicio de la verdad; porque debe reconocer el mérito individual y colectivo… pero también el demérito; porque debe estar en contra de la difamación y porque en general, la política de nuestros días en el Estado de Sinaloa, debe estar a la altura de los requerimientos de la sociedad sinaloense en general… y específicamente de un núcleo poblacional tan importante en el palpitar de su vida cotidiana, como lo es la comunidad universitaria de la Autónoma de Sinaloa (la UAS)… es que se considera más que puntual y prudente, la intervención del diputado local Sergio Torres Félix, coordinador de la bancada del Movimiento Ciudadano (MC) ayer en el Congreso Local de Sinaloa.
El legislador habló a nombre de su fracción, integrada por la diputada Elizabeth Montoya Ojeda y por él mismo, para bordar desde la tribuna parlamentaria una muy pulida intervención en la que, de forma quirúrgica, aborda temas neurálgicos para la salud misma de la universidad pública sinaloense y de su relación con el estado mismo en lo sucesivo.
Pues desde este humilde espacio, no obstante la distancia y con una limitada perspectiva, se alcanza a ver claramente que le asiste la razón al diputado Torres Félix al dar implícitamente una importancia capital a la transparencia que debe haber en el manejo de los recursos destinados a la funcionalidad misma de la “Máxima Casa de Estudios”… toda vez que son producto del esfuerzo de la población sinaloense… por lo que el suscrito agregaría, son sagrados, intocables… y no pueden -secundando al diputado Sergio Torres- ser manejados como “parte del salario del Rector Jesús Madueña”… es decir, sin la mínima responsabilidad, como se ha venido manejando en los rectorados de los últimos 30 años… vamos… que alcanza incluso al rectorado del actual Gobernador Rubén Rocha Moya (1993-1997).
Esa es la larga noche en la historia de la Universidad pública más importante del noroeste de México, en la que los rectores dejaron de ser académicos y se volvieron políticos de un corte más “acartonado” y abyecto al sistema, que los del mismo PRI.
El gasto en “difusión social” (ejercido por la Dirección de Comunicación Social y ese otro aparato de zalamería institucional por demás obsoleto llamado ‘Radio UAS’) no ha servido desde entonces, para otra cosa más allá que el derroche de los recursos financieros universitarios: para difundir los pormenores de “la agenda del rector” …. tal y como hoy sigue sucediendo…
¡Sí!... para difundir pues la imagen del rector en turno, cual si fuera un dignatario más; provocando el desvío de esos escasos recursos de áreas como la investigación, la infraestructura mobiliaria y hasta del apoyo en becas a la población estudiantil proveniente del medio rural… o hasta comprando políticamente a los opositores del otrora poderoso sindicato universitario, el SUNTUAS.
Por eso entonces, tampoco se vale que hoy, siendo autoridad, sentado en la máxima silla el poder público en el Estado, Rocha Moya se dé golpes de pecho y “se indigne” de que cada quincena la Universidad le esté “estirando la mano”, solicitándole créditos, adelantos o “apoyitos” para acompletar la quincena de los trabajadores… lo más sagrado financieramente hablando… lo primero que debe asegurarse y no andar derrochando el recurso en el gasto “del culto a la personalidad”. Si la práctica viene más o menos de los tiempos de su administración: Labastida y Renato Vega le “salvaron muchas veces” del ridículo y el señalamiento de la comunidad universitaria.
Sí… desde entonces cada diciembre las notas informativas en los medios son las mismas: “Se llegó el 24 de diciembre y el pago de aguinaldos ni la quincena para los trabajadores están aún, garantizadas en la UAS”…. “Mientras que la totalidad de la población ya disfruta de las fiestas decembrinas, los hijos de los trabajadores, sus esposas de última hora, siempre son sorprendidos por la ‘generosidad’ del Gobernador o del Secretario de Hacienda federal en turno, quien dispuso de un adelanto presupuestal o un préstamo institucional para la UAS, para que sus empleados y trabajadores derechosos, vayan a batir lo que queda de mercancía y alimentos a las tiendas, el mero día 24 o 25 de diciembre…. A ver qué alcanzan”.
Sí… desde entonces, desde los noventas, llegar a ser Rector de la UAS es un “cargo aspiracional” y sobre todo… de realización política de enormes dimensiones.
Desde entonces Rocha fue otro, por cierto…. y David Moreno Lizárraga y Francisco Guevara Reynaga y Gómer Monárrez…. Y así, todos sin excepción…. Se volvieron “alérgicos al gis”… “tránsfugas del pintarrón”… Abandonaron las “luchas reivindicadoras” del lumpenproletariado. Algunos tiraron las cadenas y los chacos que traían habitualmente y del PMT, del PCM, del PRT, del Movimiento Buelna, de la Liga 23 de Septiembre -incluso-…. “saltaron la tranca social” y se volvieron distinguidos tripulantes de lujosas ‘Suburbans’ y ‘Denalis’, algunas administraciones hasta blindadas; con chóferes (Gua-cho-mas) instruidos en el arte del “Krav-Magar”…. Digamos, para lo que se ofreciera, por ejemplo, que algún grupo de desnutridos preparatorianos se les “apanteraran” al Rector por alguna demanda material o académica.
A partir de entonces, asumida la Rectoría, estos personajes se volvían auténticas celebridades del poder, solo superadas en presupuesto por el propio gobernador de la entidad.
Todos dejaban de ser vistos en el tradicional Chic´s del Río de Culiacán después de muchos años de puntual asistencia y, por supuesto… muchos de los comensales de esa tradicional cadena propiedad de la familia Ley, dejaron de tener “el privilegio de pagarles el café” todas las tardes a tan distinguidos clientes.
Por eso cada proceso electoral, digamos cada seis años en que se elegía Gobernador, el infaltable Rubén Rocha Moya…. El “profe rural” egresado de la Normal Rural de El Quinto, Sonora, no podía faltar en la boleta. Aunque haya sido para hacer el ridículo: Labastida “le puso una pela” y por supuesto “Maquío” Clouthier salió muchísimo más arriba que él en esa misma elección; Juan Millán barrió con él también y aun cuando en el debate solo se presentó Rocha a denostar la figura de Juan Millán, de quien lo menos que dijo es que no estaba titulado; Millán Lizárraga -todo un caballero de la política- siempre supo darle un trato por demás respetuoso y hasta generoso …. Hasta ahora el 2021 en que por fin llegó a la gubernatura… bajo circunstancias muy cuestionables por cierto…. Por todo el país e internacionalmente conocidas.
Por eso cuando Sergio Torres dice en su alocución de ayer en el Congreso del Estado que “queremos hacer el compromiso de no rendirnos, de no claudicar y lograr que el rector (actual) Jesús Madueña rinda cuentas… de lograr que la UAS sea más transparente”, es digno de celebrarse por todos los sinaloenses y a propósito de todas estas historias magnánimas, donde se forjó cada cuatro años un “mandarinazgo” que no tuvo nunca cortapisa, porque se creó en cada administración, una corte de lambiscones y corífeos, que blindaban la ‘moralidad’ y la integridad del rector en turno.
Es digno de celebrarse desde la distancia, por todos aquellos egresados de la casa rosalina que emigraron de la tierra amada en busca de oportunidades en otros lares… porque su casa, su centenaria institución no les garantizó una hora “frente a grupo” o un humilde cubículo de auxiliar de investigador… por no haber ido a “tirar volantes” o hacer “campaña” en favor del candidato a Gobernador del partido o movimiento “de los universitarios” … todos sabemos ya cuál es.
Es triste reconocerlo, pero así es.
Dice también el diputado Sergio Torres, egresado por cierto y con honores de la UAS, como licenciado en derecho y contador público a la vez, que es pertinente, necesario mejorar los niveles de transparencia, independientemente de ideologías y los colores de los partidos políticos, por eso proponemos desde la fracción del MC, una reforma que tiene por objeto modificar el artículo 53 de la Constitución Política del Estado, para anexarle una fracción donde podamos darle entre todos (los partidos políticos) facultades a la Auditoría Superior del Estado, para que pueda auditar los recursos públicos que manejan la Universidad Autónoma de Sinaloa y otras instituciones con carácter autónomo(…) sería esta una ‘llave maestra’ para que el Estado, a través del Congreso y su Auditoría Superior, puedan manipular la llave y tener un control sobre el uso adecuado y legal de esos recursos públicos”.
Totalmente de acuerdo con el diputado.
Más adelante incluso, ilustra Sergio en su discurso, que a la administración anterior del actual rector Jesús Madueña (a quien en una “extraña negociación” con Rocha Moya, le fue concedido un período administrativo de rectorado adicional) le fueron fincadas sendas investigaciones judiciales por el probable delito de peculado en un monto estimado en más de 500 millones de pesos, en conceptos facturados por “tortillas” y comestibles diversos, durante inhábil de la pandemia del Covid-19.
Se escucha inverosímil, absurdo… pero tiene su explicación señor diputado… como todo en la vida…. Y como todo en la UAS a final de cuentas.
Le voy a ayudar un poquito para que tengan ustedes como diputados más elementos… desde aquí:
Una muy funcional reforma que podría también impulsarse, a la par con esta pretendida reforma constitucional al artículo 53 de la Constitución del Estado de Sinaloa, sería otra que modifique a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa, sería una que termine por reconocer legalmente a las ya célebres -y siempre olvidadas- Casas del Estudiante de la UAS, esparcidas en las principales ciudades del Estado y que son, casi por antonomasia… el principal “boquete financiero” de la institución… y cruelmente también, hay que admitirlo, el principal señuelo de fraude al asignar recursos financieros de manera ilícita a otros rubros.
Sí…. a los estudiantes más pobres les terminan asignando la “culpa” de los “faltantes financieros” del resto de la Universidad …. pues “todo se gasta en tortillas, huevos, papas y gas”… muy seguramente.
Desde hace décadas indefectiblemente, cada rector en turno se ha negado sistemáticamente a incluir como rubro financiero legal, digno de asignación presupuestal, al sistema de Casas del Estudiante… como no existe en la Ley Orgánica… pues no existe en términos tangibles y no es objeto de auditoría.
Existe reglamento interno de cada casa, como una “salida tramposa”, “legaloide”, impulsada desde la administración central de la UAS, escudados en su “autonomía” para autorregular su Gobierno y su estructura orgánica.
Pero no existe formalmente el reconocimiento a las Casas del Estudiante en la Ley Orgánica Universitaria. Esto me lo comentó ‘el primo de un amigo’ que duró “un tiempecito” viviendo e involucrado en los asuntos de esta extensión administrativa -no formal- de la UAS… algo sabrá del tema el muchacho.
Para finalizar, suscribo mi desacuerdo por la especie de “campaña” impulsada por muchos comunicadores, analistas y medios en general, por asumir como idea universalmente aceptada que en México actualmente (y en todas las entidades) “no hay oposición” …. Y esto no es así.
Por el contrario… hay que alentar acciones y actitudes como la del diputado Sergio Torres en Sinaloa y su partido Movimiento Ciudadano…
Solo así podremos construir una oposición sólida, contundente y congruente con las necesidades actuales del país…. Nadie hará por nosotros lo que nosotros mismos no hagamos.
Definitivamente sí hay oposición…. Aunque incipiente aun…. Quizá…. Pero en Sinaloa, está una muestra contundente en la figura de Sergio Torres, una de las voces más claras, íntegras y fuertes con las que cuenta el Estado para empezar a configurar una fuerza moral de aquí al año 2027.
Solo espero que el tema del homicidio del Maestro Héctor Cuén, en cuyo partido nunca milité -pero por respeto a su memoria y a su indiscutible calidad humana- deseo sea retomado y resuelto pronto por las áreas investigadoras de la Fiscalía General de la República… y que se sepa pronto la verdad del caso… Por salud misma del Estado y de la armonía social de este.