Entre Veredas Marco Antonio Lizárraga “Es necesario aquí dejar todo recelo; toda cobardía es necesario que aquí muera”, Dante Alighieri SE C...
Entre Veredas
Marco Antonio Lizárraga
“Es necesario aquí dejar todo recelo;
toda cobardía es necesario que aquí muera”, Dante Alighieri
SE CAE
Por más explicaciones técnicas que se den, hay decisiones que no resisten el juicio público. Ayer, el Cabildo de Guasave aprobó solicitar un anticipo extraordinario de participaciones federales, bajo el argumento de una crisis financiera provocada por pasivos heredados, la caída de ingresos y la sequía.
Lo preocupante no es solo la solicitud en sí, sino lo que implica: la administración municipal reconoce, aunque no lo diga abiertamente, que ya no tiene margen para operar con recursos propios.
Pero esta situación no es un accidente ni un infortunio natural. Tiene antecedentes claros.
Durante meses, medios de comunicación locales señalaron sobregastos en viáticos y comidas, gastos poco transparentes que, aunque se intentaron minimizar, ahora pesan con fuerza en el escenario financiero.
El gobierno de Cecilia Ramirez lo minimizó en su tiempo y quiso tapar el sol con un dedo.
Ahora, se piden más de cinco millones de pesos por adelantado, divididos entre una sentencia judicial y un adeudo urgente con la empresa encargada del relleno sanitario.
Esta última incluso amagó con cerrar el acceso, lo que habría generado una crisis de basura con consecuencias inmediatas para la población.
Mientras tanto, en la misma sesión de Cabildo se aprueban cambios en regidurías, se turnan propuestas interesantes como el Cabildo Abierto y Universitario, y se hace un llamado al Síndico Procurador para esclarecer presuntas irregularidades en el Instituto Municipal de las Mujeres.
Todo importante, sí, pero insuficiente cuando la urgencia más evidente es la fragilidad financiera del gobierno local.
El caos es total.
Aquí no se trata solo de tapar agujeros con préstamos. Se necesita memoria y responsabilidad política.
Porque cuando los recursos públicos se gastan sin estrategia y sin rendición de cuentas, llega el momento —como hoy— en que la factura se presenta. Y no la paga el funcionario en turno, la paga el ciudadano.
La administración que encabeza Cecilia Ramírez Montoya todavía está a tiempo de corregir el rumbo, pero para hacerlo necesita, primero, aceptar que la austeridad no es discurso, es práctica. Y que gobernar implica más que administrar carencias: implica preverlas.
Pero dirían por ahí, si no cambia su actitud de reina de Guasave, el municipio entero se irá al desfiladero. Entonces si, se acabó el reino.
ENCUENTRO
En medio de un entorno donde los derechos humanos son constantemente puestos a prueba por condiciones de inseguridad, desigualdad y rezago institucional, resulta pertinente que los partidos políticos reconozcan su papel como actores clave en la construcción de una agenda más justa y equitativa.
En ese contexto se inscribe la reciente reunión entre el Partido Sinaloense (PAS) y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), encabezada por el dirigente Robespierre Lizárraga Otero y la diputada Angélica Díaz Quiñones.
Lejos de ser un simple acto protocolario, este encuentro representa una oportunidad para colocar los derechos humanos en el centro del debate político.
El PAS presentó un cuadernillo que resume las iniciativas legislativas que ha promovido en el Congreso local en defensa de las garantías fundamentales, así como las acciones de capacitación y atención ciudadana que ha implementado a nivel municipal.
Este tipo de ejercicios no solo visibilizan el trabajo de un partido político, sino que también abren la puerta a la rendición de cuentas sobre el impacto real de dichas iniciativas.
Por su parte, la disposición de la CEDH a sostener un diálogo permanente con fuerzas políticas debe entenderse como un paso positivo en la búsqueda de consensos y estrategias comunes.
Si bien el organismo mantiene su carácter autónomo, su capacidad de incidencia depende, en buena medida, de su interlocución con el poder legislativo y los actores municipales.
No obstante, es necesario que este tipo de encuentros no se queden en la formalidad. Para que el diálogo sea realmente útil, debe traducirse en políticas públicas eficaces, reformas con enfoque de derechos humanos y prácticas institucionales que coloquen al ciudadano en el centro de la acción pública.
Más aún, deben acompañarse de mecanismos de seguimiento y evaluación que permitan medir su efectividad.
En una entidad como Sinaloa, donde persisten desafíos estructurales en materia de justicia, seguridad y acceso a servicios, el compromiso político con los derechos humanos no puede limitarse al discurso.
Debe expresarse en resultados tangibles. El acercamiento entre el PAS y la CEDH es un buen inicio, pero el verdadero reto está en convertir este tipo de encuentros en soluciones concretas para la ciudadanía.
DESARROLLO
La inclusión de Topolobampo dentro del grupo de los 13 Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar anunciados por el Gobierno de México representa un paso relevante en la estrategia nacional para equilibrar el desarrollo regional y atraer inversión productiva.
Para Sinaloa, y particularmente para la zona norte del estado, es una señal de confianza y una oportunidad histórica que no debe desaprovecharse.
El reconocimiento del potencial logístico e industrial de Topolobampo no es nuevo. Desde hace años se han venido gestando proyectos ambiciosos que ahora encuentran un marco institucional que puede potenciar su impacto económico.
El respaldo del Gobierno Federal y la coordinación con el Gobierno del Estado, encabezado por Rubén Rocha Moya, ha permitido que esta visión empiece a tomar forma con resultados concretos.
La relevancia de esta designación radica en su potencial multiplicador. Topolobampo no solo es un puerto estratégico con salida al Pacífico, también es una zona con capacidad de atraer industrias de alto valor como la petroquímica, la electromovilidad, la agroindustria y las energías limpias.
La combinación de proyectos como la planta de metanol verde de Pacífico Mexinol, la planta de amoniaco de GPO, o el proyecto de hidrógeno verde de DH2 Energy, apuntan hacia un modelo económico sustentado en innovación y sostenibilidad.
Sin embargo, el reto es tan grande como la oportunidad.
El nombramiento como polo de desarrollo debe ir acompañado de medidas concretas para garantizar transparencia en los procesos de inversión, respeto al medio ambiente, inclusión de las comunidades locales y una planeación urbana y territorial que evite repetir los errores del pasado.
La infraestructura, como la carretera Topolobampo–Chihuahua o los parques industriales, debe construirse con una visión integral, sostenible y de largo plazo.
El futuro industrial del norte de Sinaloa ya está en marcha. Lo fundamental ahora es asegurar que ese futuro se traduzca en empleos dignos, desarrollo regional equilibrado y beneficios tangibles para la población.
La designación de Topolobampo como polo estratégico no debe verse como un destino, sino como un punto de partida.