En la raya. Jose Luis Lopez Duarte *La Víspera de la Visita Presidencial: Atrapados en la Corrupción y el Desasosiego* La víspera de la vi...
En la raya.
Jose Luis Lopez Duarte
*La Víspera de la Visita Presidencial: Atrapados en la Corrupción y el Desasosiego*
La víspera de la visita presidencial de Claudia Sheinbaum no podía ser más accidentada. Este escenario inverosímil es una clara manifestación del signo de los tiempos que vive su mandato. La incertidumbre acerca de su llegada a Sinaloa es palpable; se ha perdido el rumbo en un estado donde cualquier lugar parece igual, pero nunca lo es. Guasave no será su destino, pues el gobierno municipal y los morenistas llevan casi un año chapoteando en la corrupción, el cretinismo y las interminables disputas internas.
El Rosario, ese rincón olvidado, carece de estaciones y reflectores para contar historias, mientras que Mazatlán, el único refugio donde el arte de la convivencia se aprecia, se presenta como la única opción viable. Aquí, como bien cantó el inmortal José Alfredo Jiménez, incluso un pobre se siente millonario al sentarse en el malecón, disfrutando del momento, recibiendo aplausos por sus palabras. Pero esta alegría superficial oculta un trasfondo de desafíos que no podemos ignorar.
Es preocupante que, ante la crisis de Sinaloa, se eluda la realidad y se limite el discurso a expresiones de apoyo al gobernador Rubén Rocha. Esta actitud raya en la demagogia, y se vuelve insultante cuando los problemas fundamentales de los sinaloenses se ignoran. El juego de elogios mutuos se asemeja a un espejito mágico, donde todos parecen ver lo que desean, pero la verdad sigue siendo inquietante.
El maíz, ese grano de oro para los agricultores sinaloenses, se encuentra en una situación incierta, con precios que apenas cubren los costos de producción. Y la sequía, implacable, desnuda la ineficacia de los gobiernos ante una crisis que debería ocupar el centro del debate político.
Por si fuera poco, la crisis de seguridad, que ya lleva casi nueve meses, continúa sin recibir la atención que merece. El asesinato de Héctor Melecio Cuen Ojeda, líder opositor, quedó en el olvido tras un rápido comunicado de la Fiscalía General de la República, que no ha hecho nada más desde entonces. Sinaloa vive una tragedia humanitaria y social, marcada por un alarmante número de muertes, desapariciones y el terror que acecha a las colonias.
A esto se suma la burla del IMSS y su programa de atención médica a adultos mayores en domicilio. La transformación del Seguro Popular en el INSABI fue un intento fallido, y ahora, se avecina un nuevo cambio que promete más de lo mismo: corrupción e ineficiencia. Se supone que atenderán a los ancianos en sus casas, pero quienes han intentado acceder a los servicios de salud saben que la realidad dista mucho de esa promesa.
Los fracasos de la 4T y sus gobiernos son evidentes. AMLO estableció claramente que buscaba 90% de lealtad y solo 10% de eficacia; esta frase resume el actual estado del país. La obediencia ciega ha sustituido a la competencia y el sentido común, poniendo en riesgo el bienestar de todos.
En este contexto, la visita presidencial podría haber sido una oportunidad para abrir un diálogo necesario sobre los graves problemas de Sinaloa, pero, al parecer, se prefiere eludir la realidad. Así, el eco del filósofo de Güemes resuena aún más: “En política, el que sabe, sabe, y el que no, no, pues es el jefe”. En este juego de poder y silencio, los sinaloenses siguen esperando respuestas que nunca llegan.