El investigador de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), doctor César Miguel ...
El investigador de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), doctor César Miguel Valenzuela Espinoza, considera que el Paquete Económico 2021 del gobierno integrado por los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) y el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) “está muy lejano a nuestras necesidades más importantes”.
Según estos criterios, explicó, el paquete está elaborado con base en un entorno económico internacional que no corresponde con la realidad al estar rodeado de incertidumbre debido a la pandemia por COVID-19, además de estar sujeto a las condiciones del sector petrolero, al comportamiento de los mercados financieros y a las condiciones comerciales y geopolíticas a nivel mundial.
“Agudizada por el golpe catastrófico de la pandemia COVID-19, la economía mexicana está viviendo la peor crisis de que se tenga registro. Se pronostica una caída del PIB de casi 10 por ciento en 2020 y una muy lenta recuperación para los años siguientes. Año con año tendríamos que estar creciendo, en este caso, para recuperar la caída del PIB en 2019 y 2020, no menos del 3 o 4 por ciento anual en forma sostenida por lo que resta del sexenio (2021-2024)”, sostuvo.
Para ello, Valenzuela Espinoza recomienda que las metas de ingresos y egresos del Paquete Económico 2021 sean mayormente enfocadas a la correcta distribución del gasto público programable orientado a la recuperación económica, así como al fomento de la inversión.
“Para crecer eso entonces hay que invertir el presupuesto y en lugar de dedicarle la inmensa mayoría de los recursos al desarrollo social a través de las becas y todos esos apoyos; así como al sector energético (PEMEX y CFE), además de las obras emblemáticas de: Refinería Dos bocas, Aeropuerto Santa Lucia y Tren Maya, hay que orientarlo al desarrollo económico para rescatar el empleo perdido en más de un millón de microempresas que cerraron; así en lugar de regalarle el dinero a la gente, se le dé empleo y que sea la economía del sector privado en su vinculación con el sector público lo que genere la recuperación, porque la riqueza no la genera el gobierno y no se crea por decreto”, concluyó.
