Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Se celebra hoy en el Congreso del Estado un evento en el que le dan seguimiento a los intentos de un...
Altoparlante
Juan Manuel Partida Valdez
Se celebra hoy en el Congreso del Estado un evento en el que le dan seguimiento a los intentos de una reforma a la ley orgánica de la UAS, para que de nuevo el rector, directores y consejeros universitarios y técnicos sean electos mediante el voto universal y directo.
Mesa de análisis “Autonomía y generaciones en la transformación”, a convocatoria oficial del congreso, de la Red Universitaria de Trabajo Académico, Comité Universitario Movimiento del 68 y de la Unión Superación Liberación Social.
Uso faccioso del poder legislativo, con la complicidad por acción o por omisión.
El moderador de la mesa será el diputado perredista Édgar Augusto González Zataráin, y el propósito es muy claro: insistir con el reclamo de los jubilados de que la máxima casa de estudios sinaloense regrese a los tiempos aquellos en que las campañas políticas, los paros y las huelgas eran parte de esos vicios ridículamente pretextados como usos y costumbres.
En medio de esta polémica, encontramos en las redes sociales videos y audios en los que el diputado González casi le pide matrimonio a Héctor Melesio Cuén Ojeda, y lo refiere de manera muy clara y reiterada como el puntal de esa transformación tan positiva que subrayó tenemos hoy en la UAS.
En sus discursos, el exalcalde de El Rosario señala a Cuén como un hombre ejemplar, y recuerda que en la rosalina institución muchos alumnos se sentaban antes en el piso porque ni butacas había en las escuelas, y que la mayor parte del ciclo escolar eran huelgas y paros, hasta que Héctor Melesio puso orden.
Dijo no hace mucho que estaría eternamente agradecido con Cuén Ojeda, pero repentinamente cambió de opinión; gratis no fue, claro.
El evento de hoy es aparentemente abierto, pero nos dicen que ya están buscando llevar puro acarreado y aplaudidor.
Por supuesto, con ese grupo de jubilados por delante.
Me aseguran que el senador morenista y exrector
Rubén Rocha Moya se deslindó de estas acciones; la lógica más elemental, si es que en política existe, nos dice que algún apoyo hay de MORENA.
Sobre los jubilados, hay que decir que no tienen ya nada que ver oficialmente con la Universidad Autónoma de Sinaloa, pero están dominados por su sed de venganza y la obsesión de tener un rector amigo y a conveniencia.
Tanto dinero que ganan con su doble jubilación, y no tienen llenadera.
Vea usted si no:
El exdirector de asuntos jurídicos Jesús Manuel Martínez Peñuelas tiene como jubilado en la universidad un ingreso mensual de 57 mil 484.96 pesos, más 44 mil 492.92 pesos en el IMSS, para un total mensual de 101 mil 977.88 pesos, sin hacer nada.
Fecha de jubilación el 9 de junio del 2005.
José Francisco Álvarez Cordero, quien fue tesorero durante varios rectorados, cobra en la UAS como jubilado un sueldo mensual de 68 mil 669.34 pesos, y en el Seguro Social recibe, también cada mes, 31 mil 108 pesos; un total de 99 mil 777 pesos con 34 centavos mensuales. Se jubiló el primero de mayo del 2005.
La exdirigente sindical de los administrativos, María del Rosario Quiñónez Payán, jubilada el primero de marzo del 2016, cobra en la UAS 41 mil 689.98 pesos, además de 41 mil 816.67 pesos del IMSS, para una suma de 83 mil 506.65 pesos.
Rubén Burgos Mejía se jubiló el 15 de mayo del 2009, y cobra una jubilación total de 80 mil 875.02 pesos, 56 mil 478.02 en la UAS y 24 mil 397 en el instituto del seguro social.
Jubilado desde hace casi 25 años, 16 de febrero de 1994, Eutilberto Rojas Osuna cobra 23 mil 196.66 pesos en la UAS y 16 mil 475 en el seguro; 39 mil 671.66 pesos.
Lo anterior es apenas una pequeña muestra, pues en total son alrededor de cinco mil jubilados en la UAS, que paga anualmente más de mil 300 millones de pesos; aparte de lo que el IMSS cubre por el mismo concepto de jubilación.
Con el ingrediente de que muchos de los jubilados uaseños siguen trabajando; buena parte como maestros en otras instituciones educativas, y no pocos como políticos.
Pero lo bien que cobran por ya no hacer nada en la UAS para nada les limita sus ambiciones, y acompañan ahora a sus titiriteros, en algunos casos por ofrecimientos de beneficios adicionales y en otros por puros ánimos revanchistas.
La Universidad Autónoma de Sinaloa les importa pura fregada.
Por más que se vengan a disfrazar como demócratas y como preocupados por una mejor institución.
En la reiteración, demostrada en los hechos, de que para ellos una mejor UAS es la de antes, cuando en muchas escuelas ni clases había.