Tras los primeros 100 días del gobierno de Donald Trump, la política migratoria del presidente ha mostrado cifras bajas en deportaciones, co...
Tras los primeros 100 días del gobierno de Donald Trump, la política migratoria del presidente ha mostrado cifras bajas en deportaciones, comparadas con sus antecesores. Expertos destacan los factores que influyen en este fenómeno, como la disuasión de las amenazas y la falta de éxito de las redadas.
Durante los primeros 100 días del gobierno de Donald Trump, la política migratoria se centró en una “estrategia más agresiva” para deportar a migrantes ilegales, pero los resultados no reflejaron una gran diferencia en comparación con sus antecesores. Entre el 20 de enero y el 29 de abril, Estados Unidos deportó a México a 33,311 connacionales, lo que se traduce en un promedio de 333 deportaciones diarias. En contraste, el gobierno de Joe Biden deportó casi el doble: 619 personas al día.
Eduardo González, profesor del Tecnológico de Monterrey, sugiere que el bajo número de deportaciones durante la administración de Trump se debe a que su discurso más endurecido ha tenido un efecto disuasivo. Las constantes amenazas, los despliegues militares y la política de tolerancia cero habrían reducido el flujo migratorio. Sin embargo, las redadas no han logrado los resultados esperados, ya que hay menos migrantes sin documentos en el país y las ciudades santuario limitan la acción de las autoridades federales. Además, el presupuesto destinado para las detenciones y traslados es insuficiente para operar a gran escala.
González también resalta que las grandes deportaciones de las administraciones de Biden y Obama se concentraban en la frontera, tras el primer contacto, mientras que hoy las redadas dentro de las ciudades no son tan efectivas. Aunque se ha desplegado un gran número de agentes en la frontera, la llegada de migrantes ha disminuido en comparación con años anteriores.
El presidente con el promedio más alto de deportaciones diarias sigue siendo Barack Obama, quien en sus dos mandatos mantuvo un promedio de 989 deportaciones diarias, ganándose el título de “El deportador en jefe”.
Por último, México continúa desempeñando un papel fundamental en la contención migratoria, con más retenes, deportaciones internas y restricciones al tránsito que contribuyen a frenar el flujo de migrantes hacia Estados Unidos.