Altoparlante Juan Manuel Partida Valdez Aunque le parezca increíble, los padres del presunto asesino Iván Alejandro Zazueta Zazueta...
Altoparlante
Juan Manuel Partida Valdez
Aunque le parezca increíble, los padres del presunto asesino Iván Alejandro Zazueta Zazueta demandaron a familiares de Humberto Trejo Espinal por la supuesta comisión de los delitos de calumnias y afectación en su intimidad personal y familiar en su nombre, reputación, honor, ocupación, profesión, sus datos personales y su vida privada.
Juan Manuel Zazueta Tirado e Ivonne Dounelín Zazueta Aldapa presentaron un juicio de tramitación especial por intromisiones ilícitas; expediente 1771/2019 del Juzgado Cuarto Familiar de Primera Instancia de Culiacán, reclamando de la justicia el castigo contra quienes los han señalado cómo cómplices y protectores de su hijo.
Humberto Trejo fue asesinado el 25 de enero del año pasado dentro del complejo residencial La Primavera, y de inmediato se acusó de manera pública que existían pruebas plenas respecto del actor material del crimen, a quien se identificó con el nombre de Iván Alejandro Zazueta.
Recordemos el escándalo y la polémica creciente durante meses, con señalamientos de omisiones y complicidades evidentes por parte de autoridades diversas.
El presunto homicida anduvo en Culiacán sin ser molestado, y desapareció casi medio año después, poco antes de que se girara una orden de aprehensión en su contra.
La presión social en contra de nuestros sistemas de procuración y administración de justicia creció hasta obligar al accionar de quienes supuestamente están para protegernos, necios hasta entonces a mantener su cómplice pasividad.
Al dolor y la angustia por la muerte de Humberto Trejo, sus padres, amigos y familiares sumaban la indignación de la impunidad resultante de la protección oficial.
Negar esto, como hacen hoy los padres del presunto homicida, me parece un acto de desvergüenza mayúscula.
La pregunta con respuesta evidente es, conocedores de los señalamientos públicos en contra de su hijo, por qué nunca llevaron a su hijo ante la justicia; ni siquiera con el ingrediente a favor de tener a una tía como magistrada del Supremo Tribunal de Justicia.
Lo guardaron, lo protegieron y luego lo ayudaron a escapar; y eso se llama complicidad, por más que se quieran hacer los ofendidos.
La despreciable soberbia de pretender que su “honor” vale más que la vida de un joven inocente.
Admitamos que no es nada fácil tener a un hijo prófugo de la justicia acusado de asesinato, pero ese dolor que debe ser inmenso debe motivar a la reflexión y la prudencia.
MÁS JODIDOS IMPOSIBLE
Podemos entender y aceptar que se tenga ignorancia respecto de muchas cosas, porque nadie nace sabiendo y no existe la obligación de conocer todo o casi todo.
Lo que de ninguna manera podemos tolerar es que esa ignorancia vaya aparejada de una muy grave irresponsabilidad y un valemadrismo brutal, particularmente cuando nos estamos refiriendo a diputados locales que tienen una delicada responsabilidad como representantes populares y que ganan algo así como 150 mil pesos mensuales.
Nos referimos a lo sucedido en la sesión celebrada ayer por la Comisión de Equidad y Género del Congreso del Estado respecto de la propuesta de dictamen sobre el planteamiento de ratificación de la titular del ISMUJERES.
Le necedad infame por la legisladora morenista Francisca Abelló Jordá, de que el sólo hecho de ser presidenta de comisión le da la facultad de decidir qué se vota y qué no.
No extraña de su parte, y habría que agregar que la misma actitud vimos por parte de su compañera de fracción, la profesora Flor Emilia Guerra Mena. En este último caso, el actuar a sabiendas en contra de la legalidad; con este tipo de maestras qué jodido está nuestro sistema educativo.
La discusión fue en medio de la terquedad de Abelló Jordá de rechazar una propuesta de modificación a la propuesta oficial de dictamen, mandada en ello junto con Guerra Mena por la coordinadora Graciela Domínguez Nava.
El absurdo de que se vote sin discutir y sin poner a consideración una propuesta discordante.
Por más que cuando menos tres diputados le refirieran su ignorancia y su intolerancia, y a pesar de los consejos en el mismo sentido por algunos de sus asesores, la diputada Francisco Abelló tuvo que decretar dos recesos.
Se suponía que reanudaban la sesión después de comer, pero la pospusieron hasta el lunes.
Mientras tanto, intentarán convencer al legislador Pedro Alonso Villegas Lobo, quien descalificó la propuesta de dictamen como parcial y poco honesta.
Confirmación de que tenemos un poder legislativo al que la legalidad y la justicia les importa un soberano cacahuate.
Con sus excepciones, por supuesto.